Rajoy, Villarejo y El Gordo.

                                  Comisario García Castaño (El Gordo)


Si usted es de esas personas que  reivindican su derecho a cambiar de opinión, no lo dude: vote Ciudadanos. Se sentirá satisfecho. Porque, piénselo bien, nadie cambia más de opinión que ellos. Albert Rivera y sus Narajitos Boy´s son auténticos especialistas en cambiar de opinión. Que dicen una cosa por la mañana, no os preocupéis por la tarde se desdicen. Que dicen que jamás pactarán con Vox, no os preocupéis pactarán con Vox y con quien sea menester. Los de Ciudadanos por defender su derecho a cambiar de opinión son capaces de cualquier cosa. Tanto si hace falta como si no como si lo contrario.  
Yo lo tengo claro: Ciudadanos es el partido de los que gustan cambiar de opinión. Lo raro es que a mí, con lo que me gusta cambiar de opinión, no me gusten ni Albert Rivera ni sus Naranjitos Boy´s, y que tenga a uno por un incordio y a los otros por unos incordiantes.
Es más, ni sé qué pintan ni qué pretenden. Salvo que sea lo de siempre. Colocarse y estar al loro. Siempre atentos a lo que vaya cayendo en esta Hispania rara en la que se producen hechos que tendrían que llenarnos de desazón y que, sin embargo, pasan más bien desapercibidos.
Hablo de ese Watergate hispanánico que está teniendo lugar delante de nuestras narices y que media prensa  ha optado por silenciar:
El caso Kitchen.  
Por lo que se ve, no informar para algunos periodistas es tan vital como la defensa numantina que hacen los de Ciudadanos sobre cambiar de opinión. Y así, las revelaciones de ese Comisario, hechas en sede judicial, conocido por el apodo de El Gordo, demostrando que desde el Estado se montó una operación para robarle documentación a Bárcenas, tesorero del Pp, documentación que afectaba al mismísimo Presidente del Gobierno en aquel momento, Mariano Rajoy, y operación que fue sufragada con fondos reservados y entregada la documentación robada al 2º del Ministerio del Interior y Secretario de Estado, apenas es recogida por la mayoría de la prensa—ésa misma que después tiene el morro de declararse libre—.
Y este Watergate a la española, muchísimo más grave que el Watergate americano, que afecta al mismísimo Presidente del Gobierno es cuasi silenciado y su gravedad atenuada por los mamporreros del poder quiénes, al parecer, gozan ocultando información sobre todo  cuando esta información proviene de las cloacas del Estado.
Ahh, y por supuesto los del PP agradecidos. Agradecidos al PSOE por el trabajo de zapa y por convertirse en “los liquidadores” de la zona Cero del PP con la connivencia de Ciudadanos, el partido que cambia de opinión, de los de Vox más empeñados en  hacer la Reconquista e ignorado todo ello por Podemos, partido éste preocupado por la evolución del marcador canceroso que lo consume.  
Definitivamente, éste sainete en el que actuaron Villarejo y El Gordo en los papeles estelares, para beneficiar a Rajoy u por ende al PP, que contó con la inestimable ayuda de la cúpula del Ministerio del Interior y la inestimable producción de la Moncloa, debería haber tenido mejor suerte y haberse aupado en la noticia del año.
 Sin embargo, no será así. A nadie le interesa lo más mínimo. Para los periodistas peligran las subvenciones y los españoles gustamos tanto de la  picaresca como de cambiar de opinión.
Así que, no nos quejemos si después seguimos soportando a los mismos carcamales.
Ad vitam aeternam.

Que dice el cara-lechuguino del Banco de España.


La puñetera manía de consejos vendo que para mí no tengo se ha apoderado, otra vez, del máximo ejecutivo del Banco de España.
Pues no va, el cara-lechuguino que dirige el cotarro y suelta que los españoles deberíamos ahorrar y después se queda tan ancho. Claro que, posiblemente, estaría reflexionando en voz alta y dándose el consejo a sí mismo porque, por si no lo sabéis, cara-lechuguino gana más pasta que el mismísimo presidente del gobierno.
La verdad, yo estaría por hacerle caso a cara-lechuguino y ahorrar. Pero, para ello, pongo una condición: que los del Banco de España cumplan con el trabajo que tienen encomendado y supervisen de forma eficiente y suficiente. Y, llegado a este punto, le recuerdo a cara-lechugino que al Banco de España se le podría acusar de connivencia en el robo a mano armada que se produjo en el asunto Cajas de Ahorro en el que los españoles fuimos expoliados por valor de 60.000 millones de euros.
Así que, cara-lechuguino el día que me devolváis lo robado te prometo que empiezo a ahorrar. Pero como a lo mejor esto a cara-lechuguino le parece poco, le recuerdo otra batallita también perpetrada por la institución que preside.
¿Recuerdas, cara-lechuguino, la negligencia cometida por el Banco de España que, por nula supervisión, no reconvino a ningún ejecutivo de caja alguna por los enormes emolumentos, dispendios e indemnizaciones que recibieron?
Pues eso, volvemos a lo que te dije antes: cuando devuelvan el dinero avisa, que yo empiezo con lo del ahorro con lo que me vayáis domiciliando. ¡No te jode!
Eso por no hablar de las penas de cárcel de las que se libró tu antecesor, otro también dado a los consejos, y otro que tampoco se enteró de nada. Así que, cara-lechuguino, mejor te callas que, al menos, callado no resultas tan  sumamente ridículo.
Y es que, ya está bien, ya estoy harto de que salgan a la palestra personas, que de “tipiños” no pasan, a darnos consejitos. Porque es lo de siempre, lo que decía al principio: consejos vendo que para mí no tengo.
Y es que, lo reconozco: a mí la gente que va por la vida dando consejitos, cuando las instituciones  que presidente actuaron con absoluta negligencia causando miles de millones en pérdidas, lo único que consiguen de mí es sacar mi vena Robespierre.
¡Cago en…! Voy a por el Cetme, vuelvo ahora.