Si usted es de esas
personas que reivindican su derecho a
cambiar de opinión, no lo dude: vote Ciudadanos. Se sentirá satisfecho. Porque,
piénselo bien, nadie cambia más de opinión que ellos. Albert Rivera y sus
Narajitos Boy´s son auténticos especialistas en cambiar de opinión. Que dicen
una cosa por la mañana, no os preocupéis por la tarde se desdicen. Que dicen
que jamás pactarán con Vox, no os preocupéis pactarán con Vox y con quien sea
menester. Los de Ciudadanos por defender su derecho a cambiar de opinión son
capaces de cualquier cosa. Tanto si hace falta como si no como si lo contrario.
Yo lo tengo claro:
Ciudadanos es el partido de los que gustan cambiar de opinión. Lo raro es que a
mí, con lo que me gusta cambiar de opinión, no me gusten ni Albert Rivera ni
sus Naranjitos Boy´s, y que tenga a uno por un incordio y a los otros por unos
incordiantes.
Es más, ni sé qué
pintan ni qué pretenden. Salvo que sea lo de siempre. Colocarse y estar al loro.
Siempre atentos a lo que vaya cayendo en esta Hispania rara en la que se
producen hechos que tendrían que llenarnos de desazón y que, sin embargo, pasan
más bien desapercibidos.
Hablo de ese Watergate
hispanánico que está teniendo lugar delante de nuestras narices y que media
prensa ha optado por silenciar:
El caso Kitchen.
Por lo que se ve, no
informar para algunos periodistas es tan vital como la defensa numantina que
hacen los de Ciudadanos sobre cambiar de opinión. Y así, las revelaciones de
ese Comisario, hechas en sede judicial, conocido por el apodo de El Gordo,
demostrando que desde el Estado se montó una operación para robarle
documentación a Bárcenas, tesorero del Pp, documentación que afectaba al
mismísimo Presidente del Gobierno en aquel momento, Mariano Rajoy, y operación
que fue sufragada con fondos reservados y entregada la documentación robada al
2º del Ministerio del Interior y Secretario de Estado, apenas es recogida por
la mayoría de la prensa—ésa misma que después tiene el morro de declararse
libre—.
Y este Watergate a la
española, muchísimo más grave que el Watergate americano, que afecta al
mismísimo Presidente del Gobierno es cuasi silenciado y su gravedad atenuada
por los mamporreros del poder quiénes, al parecer, gozan ocultando información
sobre todo cuando esta información
proviene de las cloacas del Estado.
Ahh, y por supuesto los
del PP agradecidos. Agradecidos al PSOE por el trabajo de zapa y por
convertirse en “los liquidadores” de la zona Cero del PP con la connivencia de
Ciudadanos, el partido que cambia de opinión, de los de Vox más empeñados
en hacer la Reconquista e ignorado todo
ello por Podemos, partido éste preocupado por la evolución del marcador
canceroso que lo consume.
Definitivamente, éste
sainete en el que actuaron Villarejo y El Gordo en los papeles estelares, para
beneficiar a Rajoy u por ende al PP, que contó con la inestimable ayuda de la
cúpula del Ministerio del Interior y la inestimable producción de la Moncloa,
debería haber tenido mejor suerte y haberse aupado en la noticia del año.
Sin embargo, no será así. A nadie le interesa
lo más mínimo. Para los periodistas peligran las subvenciones y los españoles gustamos
tanto de la picaresca como de cambiar de
opinión.
Así que, no nos
quejemos si después seguimos soportando a los mismos carcamales.
Ad vitam aeternam.
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