Algunos insectos llegan
a crisálidas después de haber sido larvas. Ese parece ser el caso de la
gusanita de seda que teje sus redes en la maraña del Psoe. Y es que la vida de
los insectos en el Psoe últimamente son dignos de atención de todos los
Rodríguez de la Fuente que dedican sus esfuerzos a explicarnos la vida de los
lepidópteros.
Antes fue el insecto
Chisgarabís el que estuvo en solfa. Se estudió, y sigue siendo objeto de
estudio, su comportamiento anodino. Suspendió primero de carisma y pese a ello
no cejó ni enmendó la deriva. Y así, dando tumbos, y antes de que los idus de
marzo llegaran, fue defenestrado y apuñalado a traición en una mañana de
adviento. Amenazó, y en ello está, con dar la vuelta a España en bicicleta y
empezó por las afueras. Fue a EE.UU bajo palio de Clinton y regresó convertido
en tupé de pato Donald el muy cenizo.
Mientras tanto,
Gusanita, transformada ya en crisálida, organiza sus tramas. Lo de siempre, lo
peor es su ideario. ¡Más de lo mismo, mi arma! La caspa en la solapa amenaza a
esta España rijosa y plúmbea en la que vivimos. Entre insectos vive el insulto
y el despropósito es el pan nuestro de cada día. Y así, en dánosle hoy se lo
llevan todo para casa. Los de siempre, las hormigas de lo ajeno en el país de
las chicharras.
Para sus propósitos resucitan
hasta a los muertos. Hasta el buitre Felipe, aleonado caballero a las órdenes
de don dinero, salta presto al quite. No queda atrás Zapatero, denostado
caballero, para rendir pleitesías y besamanos a la muy crisálida gusanita.
Más seda y más parné
que es la guerra. Necesitamos una catarata de gerundios y adjetivos, que los
periódicos y los Cebrianes trabajen por lo que cobran. Hay que recuperar lo
perdido. España nos necesita para salir del fango y del pantano en el que otros
nos han metido. Nosotros, no. Somos inocentes. Libres de mácula y de estigma.
Somos el futuro adornado de pasado revenido.
El futuro se conquista
recordando las glorias del pasado. Las que no existen. Nuestros blasones son la
mangancia y nuestro objetivo, ahora y siempre, es quedar impunes. Queremos
organización, mandar y hablar catalán en la intimidad. Somos expertos y
políglotas en desfalcos. Ya está bien, esta orgía hay que pararla.
Organización. Ya nos han dado dos veces por el culo y aún no hemos tocado ni
una teta. Organización. Fuera el chisgarabís y bienvenida la crisálida
gusanita.
Damas y caballeros, el
aquelarre está servido. Quién fuera creyente para poder rezar, porque si el futuro
del Psoe es el presente de Gusanita, la única solución que nos queda es fumigar
a todos los piojos de una vez. A ver si se acaba la plaga.
Al fin y al cabo qué
más da. Aves carroñeras e insectos viven de la misma mierda: nuestro dinero.
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