Efectivamente, hay una pandemia.
Pero, no es la que se cree, la del coñazovirus ése, es otra. Tiene síntomas
comunes, gilipollez exacerbada, sinrazón absoluta, globalización, y sin embargo
no son lo mismo. Porque, que se sepa, el coñazovirus es un virus y lo otro es lo
de siempre, otro virus más incardinado
en la sociedad e imposible de extirpar. A éste último, hay gente que lo conoce,
o lo define, como “depende” “bueno, y qué se le va a hacer” o “el caso es no
llevar un golpe”. Trata de lo de siempre: de pasar de puntillas. O lo que viene
siendo lo mismo, de esconder la mierda debajo de las alfombras. Ambas son las
soluciones más frecuentes. El resultado lo vemos a diario, ¿ves aquella rueda
de molino? ¿Sí? Pues, te la tragas. Palabra de Dios, te alabamos Señor. Y así
por saecula saeculorum. Amén. No
contraríes, no denuncies lo que ves y cállate. Serás un buen ciudadano y nadie
te llamará, no sé, ¿podemita, rebelde sin causa, gilipollas? Vale cualquier
cosa, puestos a descalificar cualquier adjetivo vale. Es sabido. Los guapis te
llamarán feo y los feos dirán guapi. Qué más da. El caso es tocar la vaina. Siempre. El caso es no
arreglar nada, no molestar a gente que
se dice principal y el caso es no hacer justicia. Eso es lo realmente
importante. Lo demás, secundario. O no lo veis. ¿Pongo ejemplos? Bien, vale.
Allá voy; ¿qué os parece que una arquitecta firme informes como arquitecta y
que aquí no pase nada? ¿Viva la Madre Superiora? Pues nada, ¡viva! ¿Qué os parece
que al jefe de la oposición le regalarán un máster, a modo de prebenda, y que
aquí tampoco pase nada? ¿Te gusta? Pues, vale. Vótalo, que a ti a mamón,
mamona, no te gana nadie. Primus inter pares. Y que me decís de esa extraña
pareja, el Felipe y el Aznar, y sus consejos vendo que para mí no tengo. ¿Qué
hacemos, lapidación, fusilamiento al amanecer o les hacemos un juicio amañado
por las preclaras eminencias habituales, qué preferís? Pues eso, que sigo a lo
mío. Sigo escuchando Stabat Mater que computa por cinco misas. ¿Sí? Esto lo
miro en Google, fijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario