Varios
son los partidos representados en el Congreso de Diputados que aprovechan todas
las oportunidades que tienen para NO condenar
el franquismo.
Hablo
del Partido Popular y de Ciudadanos.
También
hay otro partido, que cada vez que tiene oportunidad reniega de la posibilidad
de realizar un referéndum que dirima entre República y Monarquía. Se llama
Partido Socialista Obrero Español y en sus estatutos se declara republicano.
Y,
por último, tenemos un partido que acusa constantemente a los tres anteriores
de Casta, pero que en cuanto tuvo oportunidad, pactó con PP y PSOE la
composición del Consejo General del Poder Judicial y aceptó proponer un miembro
para una poltrona.
El resto de partidos, los nacionalistas,
suelen estar ocupados en llamar fascistas a todos los que no están de acuerdo
con ellos y no les bailan el agua.
Pese
a lo anterior, todos ellos coinciden en una cosa:
España
es una democracia de calidad.
Y
ojalá fuera así. Ojalá, por una vez, todos ellos tuvieran razón, pero creo que
no. En España no tenemos una democracia de calidad. Tenemos una democracia del
paleolítico. Vamos por detrás en casi todo y cuando alguien les mete el dedo en
la llaga todos saltan como resortes y se tiran a la yugular del que les dice
las verdades del barquero.
Las
pruebas son obvias:
La
división de poderes es una entelequia, la elección de los cargos una componenda
permanente y el enchufismo político (llámense asesores, personal de libre
designación y demás mandangas) es el pan nuestro de cada día. Tanto es el morro
que le echan nuestros políticos que hasta se han dotado de leyes diferentes
para ellos que les benefician en cosas tales como: jubilación, indemnizaciones
y cargos vitalicios (entre otras cosas).
Llegado
a esta altura, sólo me queda por felicitar a todas las personas de buena fe que
creían que con la irrupción de dos partidos políticos nuevos en el arco
parlamentario, Podemos y Ciudadanos, nuestra democracia avanzaría porque han acertado,
así ha sido:
Nuestra
democracia de calidad ha pasado del paleolítico al neolítico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario