80,69 € de morro.


Por lo que cuentan hoy los periódicos, Queipo de Llano ganó ayer las elecciones en Andalucía. Para  celebrarlo, el general Queipo y carnicero de Llano, hizo unas breves declaraciones en las que dijo que de eso de ser exhumado de la basílica de la Macarena nada de nada. Sus palabras concretas fueron: “Nanay del Paraguay. Que me llamen para presidir gobierno”. Se sabe que el castellano Casado y que el catalán Rivera ya han contestado al bueno de Queipo de Llano y en exclamando: “Sí bwna” pusieron sus culos y también las témporas a disposición del finado caballero. Ese general, quien aun siendo carnicero, fue enterrado en sagrado.
Liberados, pues, de oprobios y después de 40 años de ausencia, el cortijo regresa a las manos de los señoritos.
Los que van a ser expropiados lloran la pérdida del momio por las esquinas, y sin siquiera admitir ninguna de las tropelías ni mentiras cometidas en los últimos tiempos aúllan cual si ratas fueran llegada la hora de abandonar el barco.
Declaraba Susanita, conocida popularmente por Gusanita o por Mula Francis (dependiendo de los territorios), que sólo tenía una cuenta muy vulgar y muy corriente con un saldo de 80,69 €. Palabrita de niña Gusanita, te alabamos dedo de Griñan, dedo a su vez de Chaves. Aunque, después, en la letra pequeña también aparecía una vivienda de 14.212 € de valor catastral y 30.000 € más en un depósito bancario. Posteriormente remató la jugada y declaró otro inmueble de 5.274€ y un crédito hipotecario al 50% por valor de 89.014€.
Muy poco si hubiera que creerla, pero como tampoco hay motivo para tamaño dispendio de creencias, lo mejor es pasar página a estas historias para no dormir a las que los políticos nos tienen acostumbrados.
Además, después nos enteramos de que éste, aquél o el de  más allá o bien ya descubrieron las bondades de la ingeniería fiscal, de los testaferros y de las compañías opacas radicadas en paraísos fiscales o simplemente siguen tirando de parientes, primos y cuñados como han hecho los mangantes toda la vida.
El caso es que, después de 40 años, el PSOE ha sido expulsado a patadas en el culo. La teta que tanto han exprimido cambia de propietarios. Nuevos felones se hacen cargo de la mancebía. Y aunque, lo más probable, es que ninguno de ellos tenga el morro que tenía Gusanita  (Descanse en Paz), tendremos que ver otra vez como los nuevos Queipos de Llanos cabalgan con el pelo engominado luciendo los ricitos de señorito y llevándonos al trote al año 39 del pasado siglo. Tienen prisa, se les nota. Están de enhorabuena estos auto declarados patriotas, al fin lo han conseguido: 100 años de retraso son el objetivo. Los adalides que lo harán posible ya están aquí. Viven entre nosotros. Como viene siendo habitual se alimentan de poltronas.
También está más que comprobado que las ratas y las gaviotas gustan de comer mierda. ¡Qué os aproveche! Porque hoy más que nunca acordaros de aquello que decíamos los de la tribu de los ácratas: “Señora, señor: coma mierda. Un millón de moscas no se pueden equivocar”. Bueno, un millón o más.


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