Populismo para las amebas.


Hay días que te levantas tarareando una canción y otros menos afortunados en los que recuerdas una frase:
“La historia se repite dos veces, primero como tragedia, y luego como farsa”.
Si tuviera tiempo para perderlo en más tonterías de las habituales, me preocuparía; pero como no es así prefiero imaginarme que sólo estoy ante un signo más de estos nuevos tiempos de modernidad en los que parecemos instalados. Además, la frase quizá os suene todavía más exagerada cuando sepáis quién fue el autor: Karl Marx.  
Los tiempos no son propicios para el autor de la mentada frase, máxime si tenemos en cuenta que los libres y supuestos pensadores extremistas de ambos lados (extrema derecha y extrema izquierda) parecen haber encontrado acceso directo a las mentes de los ciudadanos-amebas con los que convivimos y se han adueñado de su voto.
40  años de tragedia después los españoles mendigan otra taza de drama y los políticos, amables ellos, a cambio les ofrecen dos tazas a ver si revientan con el empacho. A los que no queremos taza de tragedia nos ofrecen un embudo, y si te lo tragas bien y  sí no, también. Nuevas formas de modernidad encubren los trajes a medida de la caspa habitual. Las sinergias de la derecha, uniendo a carpetovetónicos con liberales y a caduco-trasnochados con nacionalistas unigénitos y grandes de España ha encontrado un filón en el votante cañí que, desesperado por su falta de neuronas e impelido por su odio ancestral a lo diferente, y encima animal reprimido donde los haya, amenaza con devolvernos a la caverna en la que vivimos sumidos otrora durante 40 años.
El populismo vuelve por sus fueros. La derecha, la de centro, la casual y la extrema aúnan sus voces frente a esos chicos malos que gobiernan por decreto amparados por los  juanes sin tierra nacionalistas y por revolucionarios siempre dispuestos a soñar con  tomar el cielo al asalto.
Todo muy teatral y vergonzoso, la verdad.
Leer que el receptor de óbolos en forma de Máster y enchufes varios, licenciado prodigioso y lenguaraz profesional de atril, profetizar que el día que llegue a presidente la primera decisión que tomará será aplicar  un 155 de amplio espectro a Cataluña, tiene el mismo valor profético que recordar a Karl Marx y la frase antes mentada.
Así que, entre los que quieren tomar el cielo al asalto y los que quieren llevarnos de un salto de nuevo al infierno, prefiero a los plusmarquistas mundiales de salto en vallas: el auténtico héroe de nuestro mundo.
A su lado, los nacionalistas palidecen, y los extremistas y los revolucionarios de toda laya y siempre de ocasión bailan la conga.

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