EL PICO DE LA LUZ.

Imaginaros que un día después de desayunar leéis en grandes titulares en el periódico: El pico de la luz ha alcanzado un nuevo máximo. Si vivierais en un país normal ni entenderías ni sabrías de qué iba la cosa. ¿El pico de la luz? ¿Qué es eso? Bueno, pues resulta que no vives ni en un país normal. Asúmelo. Vives en España, tierra de improvisaciones y patria de naciones diversas. Y es que este país es más tan raro que entre los cuarenta años de Franco y los cuarenta de pseudodemocracia en la que vivimos ha dado tiempo a que nuestro país se haya visto asolado por cien tornados, estilo fuerza Trump casposo, y que aquí nada sea normal por mucho que nos vendan anormalidad como normalidad.

El pico de la luz. ¡Tiene cojones la cosa! Hay que ver qué cosas inventan los oligarcas para seguir siendo oligarcas. El pico de la luz. Antes, o sea, anteayer, la cosa se solventaba en porque sí. ¿Por qué sube la luz? Porque sí. Y a tomar por culo, coño. A quién no le guste la explicación que se compre un molino de viento. ¡Habrase visto gente descreída! ¡Malandrines! ¡Populacho! Si nosotros, la vieja oligarquía de este país, decimos que es necesario subir la luz, la luz sube. ¡Faltaría más! La prueba de que tal fachenda siempre da buenos resultados, es que haga frío, viento, lluvia, calor o que gane el Real Madrid, la luz sube. ¿Cuál es la explicación? El pico de la luz. Los españoles para no tener frío tienen la insalubre costumbre de caer en ostentaciones tipo encender la calefacción. ¡Gastones! No aprendemos. Tendríamos que mirar para el amigo catalán, ese que va abriendo embajadas por el mundo mundial. Allí si tienen frío se arriman a la estufa, y si después de eso siguen teniendo frío, la encienden. Son prácticos, lo que los españoles no saben, ni siquiera barruntan, es como gente tan apañada está en bancarrota. ¿Acaso es por El pico de la luz? Cualquiera sabe. El caso es que por una cosa o por otra, los españoles estamos abocados a pasar frío, y ande yo caliente (dice Rajoy) y ríase la gente. Mariano Rajoy declina arreglar el desaguisado, y gracias al Pico de la luz, a los oligarcas, a Felipe González, a Josemari Aznar y a la pandilla gremial de hijos de puta que dominan el sarao de las eléctricas, los españoles tenemos que vivir atemorizados, cuando no acojonados, por El pico de la luz. ¡Tócate los…! El pico de la luz. Cousas veredes, amigo Sancho. En esta ínsula Barataria todo cuela, y a la primera. La luz sube porque no llueve. Moda año 2017. En el pasado fue: la lluvia sube porque no hace viento. La historia meteorológica es tan surtida como variada. Lo principal es mentir, lo secundario es el frío. ¡Vicio! ¿Quién puede alegar que tiene frío teniendo como tiene legiones de oligarcas dispuestos a ser quemados en la hoguera para darnos calor? ¿A qué esperamos? Y si no lo hacemos, porque no lo hacemos, no es porque no queramos hacerlo. Es porque estamos ocupados y preocupados. Y es que El pico de la luz entretiene mucho y da mucho de sí. A mí, sin ir más lejos, este año ya me dio tres veces por el culo y … Organización, coño, organización. 

¿LO DE TRUMP ES TERRORISMO?

El mayor de los avances, la igualdad de oportunidades y la fraternidad para con los desfavorecidos están en riesgo de irse al garete gracias a la estupidez de un humano, inhumano, del género botarate y millonario. Y todo ello sucede después de que millones de cómplices activos, armados con una papeleta llamada voto, eligieran como líder al más tuerto entre los ciegos. Al disparate contribuyeron enérgicamente una señora de…, los servicios de información, contrainformación e intoxicación habituales, y la pandilla del cine que vive instalada en Babia viviendo confortablemente. El resultado lo padeceremos todos. Gracias a la ocurrencia que millones de obreros han tenido eligiendo como Presidente a un millonario, otros millones de gentes tendremos que sufrir el avance de la sinrazón. Todo muy cool y a la moda. EE.UU ha decidido sentar en la poltrona de la Casa Blanca a un señor que goza con sobredosis de dorado como ornamento. Han entronizado al disparate y el delirio amenaza con llegar a todos los lados. Los mercados bursátiles americanos están tan preocupados por esta amenaza con nombre y apellido, que para demostrarlo han batido todos los records de subidas habidas hasta ahora. El esposo de Melania, el señorito Trump amenaza a todo el mundo. Es un ejecutivo acostumbrado a imponer sus despropósitos y a conseguir que el glamour del dinero le baile el agua. Es un hortera de tomo y lomo. Se sabe por la hemorragia de dorados que se desprenden de sus daguerrotipos. Tiene torre propia y goza de tal flequillo que hasta Anasagasti se siente apabullado. Es un simple concienzudo. Es un hombre que sabe lo que hay que hacer y que como lo sabe, lo va a hacer. Este americano rubio, viejo, millonario y casado con un pongo llamado Melania, es el nuevo jefe del mundo mundial. Un auténtico anormal. El Estado de Derecho, siempre adaptable al gusto de los intérpretes que nos gobiernan, ha muerto. Ha llegado el Estado de la Sinrazón. La locura programada ya está aquí. Este ignorante funcional, este mangante profesional y este cara dura de solárium ha decidido, él solo, que el mundo necesita un ajuste duro. Los ricos no ganan suficiente dinero y los pobres están deseosos de ser explotados a conciencia. Ofrece trabajo a los de aquí y garantiza más miseria a los de allí. El discurso nacional economicista cala hondo en el elector. Y es que el elector medio, el que está jodido y al que todo el mundo ya ha tomado el pelo, ve en un viejo cabrón, millonario y rubio, racista y clasista, el hombre que lo liberará de sus cadenas. También hay que señalar, llegado a este punto, que al elector le importa un huevo el mundo mundial, le importan un pijo los derechos de los demás y las obligaciones que el Estado tenga para con sus ciudadanos. Al elector americano lo que le importa es tener trabajo y que las cosas que consumen se fabriquen mayoritariamente allí. Y eso es lo que les promete su nuevo presidente. Les promete que si son buenos y se portan bien, él se encargará personalmente de darles por el culo a todos. Claro, ante eso y viendo que la alternativa que ofrecen las estrellas de Hollywood, perorando plúmbeos discursos, con Meryl Streep como ariete, no es de extrañar que los millones de seguidores de la América profunda, la del Rifle y toda la cohorte de Descerebrados y Come Hamburguesas, voten a este desgraciado y descendiente de inmigrantes, que ahora aboga por cargarse a todos los emigrantes del Planeta Tierra. No sé, pero da la impresión de que este anormal sufre de complejo de Herodes y que lo que quiere es cargarse a la competencia. El problema es que para el nuevo sicópata electo la competencia parece ser todo aquello que no es americano. En fin, que Dios salve a América. Al menos que la salve de Trump. Claro que, si Dios se dedicara a estos menesteres no le quedaría tiempo para nada más. Y es que tendría tantísimo trabajo que ni siquiera siendo omnipresente, omnipotente y omnisciente daría abasto. 

EL MONDONGO DE LA MELANIA.

Ayer finalizó la cuenta atrás. Llegó el día de la hecatombe. Trump tomó posesión. Y mientras millones de, ¿personas?, veían el dramón por la tele, en España miles de hombres ponían en la barra del buscador de google las palabras mágicas: Melania Trun en pelotas.
Cuestión de prioridades.
Y es que aquí el españolito medio sabe que no importa lo imbécil que sea el Presidente. Lo que importa de verdad es que su esposa, su Melania, aparezca en porretas en internet. Porque, si así sucede, estamos a tiempo de comprobar cómo avanzan los tiempos y hasta donde han llegado las modernidades. Además, ¿alguien se imagina a la esposa de Mariano Rajoy en pelotas? ¿Y a Ana Botella qué? ¿No estarías dispuesto a poner como Presidente a Mariano, a Josemari, al Zapatero o al coloso Felipe con tal de ver el mondongo a sus señoras? No. ¿Seguro? Porque tengo que deciros una cosa en la que a lo mejor no caísteis. Puede ser verdad que seáis proclives a la castidad y a la santidad, pero es mi deber y mi obligación recordaros que Mariano, Josemari, Zapatero y Felipe ya han sido presidentes. Gracias a vosotros, a vuestros votos. Y que sin embargo sus esposas, sus respectivas o sus coadyuvantes jamás enseñaron ni un pelo de la dehesa. Así que, ¿qué me decís, majetes? Los hacéis presidentes a cambio de nada. Y ahora permitirme que os haga otra pregunta, ¿qué opináis de la urna electoral de Melania? ¿Os parece florida, deforestada? ¿Caerías en la perífrasis más profunda con ella? ¿Te dejarías seducir por el hombre con nombre de pato después de haberle visto el floripondio a su propia? No sé. El caso es que, todos los perifollos del periodismo y todos los asusta niños del mundo mundial, dicen lo mismo: Trump es muy malo. Es populista, ultranacionalista, proteccionista, infantil, simple y en general es lo peor de lo peor. Es un niño rico que ha comprado el juguete de la presidencia. Es un hombre que amenaza con los Juegos Reunidos Trump y con hacer muros alrededor del perímetro mexicano. Es un xenófobo y un auténtico cabrón que tiene a su disposición el botón nuclear. Pues bien, este botarate es el nuevo presidente de los Estados Unidos de América. Alguien que viene a demostrar lo que todos los españoles ya sabíamos: que se puede salir de Guatemala para ir a Guatepeor. Porque si allí vienen de ser gobernados por ilustres presidentes de la talla de George Bush, un intelectual de categoría donde los haya, y aquí en España venimos del Josemari Aznar, del ínclito Zapatero y gozamos con el visionario Rajoy, al menos Trump puede enseñar la pelambrera del parrús de la Melania.
¡Menuda diferencia!
Por tanto, habrá que presuponer, una vez examinada con detenimiento la circunstancia, que el escarabajo pelotero Trump puesto en la duda de apretar el botón nuclear optará por pulsar el guisantito del amor de la Melania. La cosa parece entretenida y digna de mejor fundamento.


¿POR QUÉ NO ENTRA EN LA CÁRCEL NINGUNO DE LOS PUJOLES?

¿Quién no se ha hecho esa pregunta alguna vez? ¿Por qué? ¿Alguien lo sabe? Yo no lo sé, pero casi que puedo intuir a que están esperando. ¿Sabéis a qué? A que se muera Jordi. Sí, el que fue Honorable. El President untable. El fromagerie como le llaman por las Andorras. Él, el que pasó de Molt Honorable a Molt Untable por la gracia del 3%. El marido de Marta. La Ferrusola. La madre coraje que consiguió traer a todos sus hijos a este valle de lágrimas con un millón (cuando menos) de euros debajo del brazo. Jordi, muérete. Sis plau. ¿Qué te apuestas a que una vez muerto empieza el desfile? Pero ya no lo verás, Jordi. Es lo malo de morirse: no te enteras de nada. Ni siquiera eres consciente de que eres un mangante, un felón, un cabrón que con sus votos, ahora independentistas, ayudaste a sostener a Felipe González y al gran Josemari Aznar. Otro par de vainas. Uno presunto cómplice asesinos (es un decir), y el otro felón a cada rato. Una auténtica paradoja. Ya ves. Y ahora tú partido y tú seguís diciendo lo mismo. Esto es un complot judeo-masónico de las fuerzas oscuras del mal para que Cataluña no consiga su independencia. Media vuelta y olé. Las feligresas te tiran barretinas en vez de bragas. Olé. Es Jordi. Jordi Pujol. Un delincuente con pedigrí. Música de pasodoble. Porque pocas personas hay en España que puedan presumir de no haber pisado la cárcel pese a sus múltiples merecimientos. Pocas. Tú, Botín, Felipe, Aznar, Rato… pocas. Al Rey ni lo cuento porque siendo como es inimputable por nada de lo que haga, ¿cómo va a ir a la cárcel? No se le puede juzgar. Aunque te mate, aunque te viole, aunque se ponga maleducado y te saque la lengua. Tiene bula regia. Vía Constitución del 78. Ese aquelarre. Los otros oficialmente no. No tienen. Pero sí. También tienen bula. Una no escrita. Si eres Presidente o ex Presidente o ex… ¿llega hasta vicepresidente la cosa? no vas a la cárcel. Hagas lo que hagas. Antecedentes. Repito: Felipe, Aznar, Rato. ¿Están en la cárcel? ¿Se les espera? Va a ser que no. Tienen bula, reitero. Canonjías del cargo. Se siente. España es una democracia imperfecta. Siempre pagan justos por pecadores. Aquí si un ministro miente, miente por el bien común. No miente porque quiera mentir. No. Ni de coña. Lo hace por España. ¡Viva España! Esa España llena de hijos de puta. Del Rey para abajo todos nadan en un lodazal. Y si no quieres caldo, toma: dos tazas. Lo dice claro el Presidente del Tribunal Supremo. Tercera autoridad del país, cuando dice: “nosotros tenemos deficiencias organizativas, de nuestro sistema legal”. (Dixit). Lo dice él. España tiene unas leyes obsoletas y el político-calamidad de turno que nos gobierna en cada etapa nunca encuentra el momento de legislar para los tiempos actuales. Entre dictadura y democracia 80 años lleva la casa sin ser barrida. Claro. Normal. ¡No vaya a ser qué…! En fin, que se les ve el plumero. Algunos por lo menos parece que sí. Que ven el plumero ajeno. Pero otros, otros… en fin, ocho millones de jubilados bailando la yenka y el kasachof. ¡Ay, cuanto echo de menos a Franco! ¡Ay, qué país éste! Está lleno de rojos de mierda, y así no puede ser. Adónde vamos a parar. Menos mal que tenemos a Mariano Rajoy para devolvernos a los felices años 60. La Yenka y el Kasachof vuelven. Vamos todos al guateque. Tocamos teta, seguro. Y no como ahora, esas nuevas generaciones que ni saben lo que quieren. Fijaros en nosotros. Nosotros somos unos auténticos chupapollas. Profesionales. A ver si aprendéis, panda de aficionados. No sabéis ni poneros las rodilleras.

Por cierto, acordaros de lo que iba esto. Es que… después me he liado. El día que el Jordi muera, el Jordi Pujol claro, empezaran a pasar cosas. Mientras tanto conformaros con lo de Granados. Y vais que chutáis. Que tenéis mucho vicio. ¿Qué es eso de andar pidiendo todo el día que vaya gente a la cárcel? Eso no está bien. Acordaros de las familias de los corruptos, de sus madres, de sus padres y de sus hijos. ¿De qué van a vivir? Por favor, ser indulgentes. Menos mal que tenemos a Mariano Rajoy para pensar y velar por ellos, que si no… si fuera por vosotros… ¡gastones! ¿Qué queréis, gastar dinero en hacer más cárceles? Es que… no pensáis. Por cierto, ¿la misa de 12 sigue empezando a las 12? Sííí... Pues marcho que tengo que marchar. 

CARTA A LOS MARCIANOS.

La verdad es que a mí por parecerme bien me parece bien casi todo. Esa es la verdad. Creo que con las cosas me pasa como con las comidas. Me gustan todas. Unas más, otras menos, pero la que no me gusta nada es una auténtica excepción. Pues lo mismo me pasa con los inventos o con las ganas de saber que tiene la gente. Me parece bien. La curiosidad es un estado a conservar. Pero…
Claro que, la verdad, es que yo, puestos a preferir, preferiría otras cosas. Me gustaría que los investigadores, los Estados y todos los ricachos del mundo, así en general, invirtieran dinero en lo importante y en lo principal. Y lo importante, para mí, no es enviar patrullas científicas a buscar piedrecitas a la Luna o a sitios de las afueras. Ni siquiera me motiva que las traigan de Marte, de Venus o del puticlub de la esquina, Osa Mayor. No, yo lo que quiero, incluso me parecería bien, es que se invierta dinero en lo principal y que lo secundario lo dejaran para más adelante.
Quiero que descubra, ya lo he reclamado en otra ocasión, la casa auto-limpiable. Ese sí que sería un avance. Le das a un botón y la mierda desaparece. Señora, caballero, dígale adiós a las engorrosas y fatigosas tareas del hogar. Cómprese una casa con sistema auto-limpiable de serie y será feliz. Con precios para todos los públicos. Y con programas que van desde el Hard-Mocho, para situaciones duras, al Piano-Escoba para días de “refresquito” y se acabó.
Eso sí que sería un avance efectivo. Un gran paso para el hombre y un gran salto para la humanidad. Lo demás… la cosa del espacio y demás mamandurria, al lado de lo anterior, no pasa de mandanga de la mala. Al menos yo lo veo así. Cuestión de prioridades.
Solventada una cuestión vayamos a otra. Posiblemente más importante todavía que la anterior y mucho menos demandada.
¿A vosotros nos os parece extraño que a estas alturas de la película los investigadores del mundo mundial todavía no hayan encontrado o fabricado un material que garantice la temperatura de las casas? El ladrillo, cemento, hormigón, lo que sea, térmico graduable.
Porque inventar, inventar, se inventa de todo. Pero, cosas prácticas… cosas que realmente sirvan para algo… No sé. Lo que nos ahorraríamos en calefacción, lo que dejaríamos de contaminar. Creo que deberíamos, deberían (los inventores), perseverar un poco más.
Os imagináis una casa hecha con un material que garantice una temperatura ideal todos los días del año. A gusto de cada consumidor. Quiero una casa de veinte grados, con un grado de sesenta por ciento de humedad y orientada al sur. Añades la función auto-limpiable, y que todo te sea dado a un precio razonable. A cambio renuncio a toda la inversión billonaria que hacen los Estados en cuestiones espaciales. Sólo dejaría una sonda que enviara un mensaje allende los espacios dirigido a todo cuanto alienígena sintonice ese dial y que dijera:
Si venís en son de paz, venir. Y ahora disculpar si no vamos nosotros. Estamos ocupados inventado cosas. ¡Hala, vengaciao!


LA TRADICIÓN DE DAR POR CULO.

La tradición grecorromana en cuestión de sexo no distinguía entre homosexualidad y heterosexualidad. Distinguía entre actividad y pasividad.
Así, por ejemplo, no estaba mal visto que un dominante sodomizara a uno de sus esclavos. Sin embargo un pasivo que se hiciera sodomizar por un esclavo cometía un acto de infamia. En castigo no podía participar en política ni tener derechos ciudadanos.
Pero como los tiempos avanzan que es una barbaridad, ahora las cosas han cambiado sustancialmente.
Ahora está bien visto todo. Está bien visto que el patricio de por culo al plebeyo. Como siempre indicaron los manuales de buena urbanidad y costumbres. Pero también está bien visto, y además muy extendido, que el plebeyo se la chupe agradecido al muy patricio.
Cousas veredes.
Para los que venimos de la Democracia Orgánica, aquella entelequia franquista nacida de la pesadilla del exageradísimo general, llegar a la Democracia Participativa es todo un avance. Avances en la semántica. Ahora si votas tienes derecho a ser dado y a corresponder con fellatios e irrumatios en la medida de tus posibles. Mientras que si no votas, según nos hacen saber los expertos en recibir subvenciones, no tienes derecho ni a quejarte. Estás en riesgo de exclusión antropológica, y condenado a no salir en la estadística. Porque, posiblemente, eres un rebelde sin causa, un protestón sin motivo y un inadaptado visceral.
¿Qué haces? ¿Por qué eres así? Reflexiona y sal de tu estupor. Aún estás a tiempo de caer del caballo, ver la luz y encontrar el camino de la redención. Amén. Anímate y vota. Sé cómo todo el mundo. Come turrón, toca la zambomba y quéjate de la Navidad. Pon a parir a la sociedad de consumo, y ya de paso, para aliviar tu mente crítica,  sube unas fotos a tú muro del Facebook de las papatorias engullidas y de los presentes recibidos. Recuerda, lo importante es participar y dejar constancia de que eres gilipollas. ¡Ánimo! La competencia es encarnizada. No cejes en el empeño.
Anímate, recuerda que los patricios actuales ya no usan togas, aunque alguno queda repleto de chapas, enjundias y títulos trasnochados. El de Hijo de Puta es un título muy heredado. Algunos hay con varios siglos de experiencia. También los hay titulados en “puñetitas”. Especializados en fastidiar siempre a los mismos. Ley en mano, eso sí. Que no parezca una ocurrencia. Pero lo más novísimo y más actual es ser gobernado por un ejército de funcionarios de élite. Altamente capacitados en dar por culo. Los/as mejores de su promoción ponen sus cerebros y el reverso de la mano a la orden del mejor postor. Aceptan óbolos y fruslerías del cacique habitual, del pasivo vacacionado del agotador trabajo que es la vacación perpetua, y en general de todo aquel que vive de administrar la herencia al sol que más calienta. Son los Abogados del Estado. La nueva casta dominante. Los que en tropel nos desgobiernan. Son los mejores y los que más saben. Los superdotados en dar por culo al Cuerpo de Plebeyos del Estado. Al ciudadano, al parado y al ama/o de casa. E incluso para más inri, y para mayor gloria y satisfacción de… vaya usted a saber quién (algunos hay que nombran en este caso al Ibex 35 como opción), los cumparsitas y milongueros, sacan, mire usted, otro partido, marca blanca y que parezca otro accidente, hecho a su imagen y semejanza y que se llama a sí mismo por el engolado sustantivo y plural que es Ciudadanos, y que aspira a lo mismo: a patricio y a marrano.
Y es que, estudiar tanto, ser tan preclaro, primus inter pares entre los más inteligentes y preparados, y después echarte en brazos del primer hijo de la gran puta que pase armado de poder y dinero, está a la orden del día. Y si no me creéis, que tampoco es necesario, mirar para el Pp. Allí campan y moran los Abogados del Estado. Son tan expertos y saben tanto que si tienes algún problema, y si gozas de suficientes enjundias, son capaces hasta de crearte doctrina propia (célebre fue el caso denominado doctrina Botín). Trabajan a favor de obra para que siempre ganen los mismos.
Estar atentos al próximo caso: la infanta. Acordaros del dogma de fe: “La Justicia es igual para todos”.
Eso sí, Justicia versión un globo, dos globos, tres globos.  
Ya lo decía el chiste. ¡Le voy a poner una multa! Eso, ponga, ponga. Póngamela muy gorda.



ESPAÑA Y EL GATO DE SCHRÖDINGER.

No sé exactamente en qué estaba pensando el físico Edwin Schrödinger cuando concibió su experimento imaginario. Y como no lo sé, no puedo decir que en España por más que yo crea que era en eso en lo que pensaba el austríaco de apellido casi impronunciable.
El experimento imaginario es el siguiente:
Un gato está encerrado en una caja que contiene, además del animal, un átomo radiactivo, un contador Geiger y una ampolla de cianuro cuyo contenido cae en un cubo con ácido cada vez que el contador Geiger detecta la emisión de partículas radiactivas. Si se emite la partícula, el detector romperá la ampolla y el gato morirá. Si no se emite, la ampolla seguirá intacta y el gato vivirá. 
La probabilidad de que el gato permanezca con vida es del 50%. Solo abriendo la caja averiguaríamos qué le ha ocurrido al gato, pero mientras tanto este estaría "vivo y muerto a la vez". Es una forma de expresar un concepto fundamental de la física cuántica: la dualidad onda-partícula, que hace, por ejemplo, que el electrón sea partícula y onda a la vez hasta que lo observamos. 
Pues no sé por qué, pero a mí lo que sucede en este país, en España, me recuerda al pobre gato de Schrödinger.
Porque, ¿acaso alguien le preguntó al gato si se quería meter en una caja y hacer experimento alguno? No. Por supuesto que no. A los animales no hace falta preguntarles nada porque nada van a responder. ¿Correcto? ¿Sí? ¿Y por qué entonces les da tanto miedo preguntarnos a nosotros? ¿Quizá sea porque somos personas y no gatos, por tanto imprevisibles, o tal vez es que vivimos encerrados en una caja llamada España y que tenemos un gobierno geiger soltando cianuro?
Bueno, no sé. Depende siempre de lo que pende. O sea.
Lo que sí es cierto, lo sabemos con certeza gracias a Schrödinger, y a su sufrido gato es que, al menos, tenemos el 50% de posibilidades de estar vivos.
Claro que, a lo peor, estamos todos muertos, la posibilidad es de un 50%, y los del gobierno no son más que unos fantasmas catódicos. Y como tanto monta, monta tanto, el caso es seguir dando cianuro a la población.
Mientras tanto quedamos a la espera. ¿Quién será el chulo o chula que se atreverá a abrir la caja?