Cuando los hermanos
Tonetti llegaron al poder…
Disculpar vuelvo a
empezar, creo que me he equivocado. Cuando los socialistas llegaron al poder,
allá por el año 82, y los hermanos Tonetti se asomaron a la ventana del hotel
Palace, todo empezó a ser premonición.
Había gente, en aquella
época, muy preocupada por lo que los socialistas pudieran hacer. Tanto lo
estaban, que no era nada raro que te hablaran de expropiaciones, de que te iban
a sacar las “leiras” y de que las iban a repartir. Toda esta suerte de zarandajas,
como era previsible, quedó en agua de borrajas. No se privatizó nada.
Absolutamente nada. Con una excepción. Red Eléctrica Española (R.E.E). Fin de
las expropiaciones.
Más de treinta años han
tenido que pasar para que los españoles más avezados se dieran cuenta de que
una cosa es prometer y otra hacer.
Felipe González, por
aquellos tiempos, se escandalizaba de que los consejeros de las empresas
privadas se pudieran embolsar “un millón
de pesetas” por sentar sus reales almorranas en sillones de consejos de
administración. ¡Qué escándalo! ¡Es algo inadmisible! Qué desfachatez, qué
morro tienen los prebostes de este país. Un millón de pesetas por rascarse los
fandangos. Todo a cuerpo de rey. En la España del vuelva usted mañana hay
señores que cobran ingentes cantidades de dinero por rascarse los cataplines.
¡Esto es un sindiós!- afirmaba el locuaz sociata a todo aquel que lo quisiera
oír.
Después llegaron ellos
al poder, el Psoe, y el mundo cambió tanto que cualquiera diría que sigue
siendo el mismo. Cosas del camuflaje. Se expropió Red Eléctrica Española (es
que…), y acabose con la cuestión. Las almas bien pensantes, los de misa y todos
los que, en general, se la cogen con papel de fumar, quedaron contentos. Sí,
expropió Red Eléctrica Española, pero nada más… eh. Sis plau, este chico
promete. La cosa prometió tanto que incluso Jordi Pujol llamó por el teléfono
rojo y le dijo a su compañero de honorabilidades: “Ves por aquí cuando quieras, sis plau, y nos marcamos unas sardanas”. Obediente
Felipe declinó el verbo corromper en todas sus variantes.
Ahora, sin embargo, más
de treinta años después vemos el resultado de aquella gran nacionalización y
para lo que sirvió. Pues… llegada la hora de la jubilación de cargo in pectore
del conocido facha y mamalón que es Arsenio Fernández de Mesa, nado en Ferrol,
como su Caudillo, han encontrado que el camino al limbo de los sueños cumplidos
y de las carteras llenas, pasaba por nombrarlo consejero de algo, más que nada
para que no faltaran las lentejas en su mesa, y hete aquí las cosas que ya le
encontraron destino al señorito, ¡más quisiera el mamalón que ser señorito,
siendo como es caricato de zeñorito!, engominado de merdé. Lo han hecho consejo
de Red Eléctrica Española. La única empresa nacionalizada por los socialistas.
Eso sí, con todo el morro de don Mariano y siempre por la gracia de Dios. Una,
grande y libre. Ahora que lo sabemos todo, podemos decir, sin temor a caer en
el error que los hermanos Tonetti en vez de payasos eran videntes.
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