TÚ ASPECTO A LOS 60 AÑOS.

Después de leer este titular, y cuando me disponía a clicar sobre la noticia para satisfacer mi curiosidad y ver qué aspecto tendré a los 60 años, caí en la cuenta: cáspita, pero si cumplo sesenta el próximo año.
¡Buff, qué agobio!, lo reconozco.
Lo pienso y me agobio. No mucho, es verdad, porque soy uno de esos tipos incapaces de agobiarse en demasía, pero algo sí. Habrá que trabajar lo inevitable, sirva como reflexión.
Así que, teniendo cada vez más presente, que la velocidad del tiempo parece ser equivalente a la de la luz, he decidido esperar al próximo año a ver qué aspecto tengo.
Posiblemente siga peor, que no igual; y más posiblemente, siga parecido y espero que no peor. En todo caso, entelequias e idiosincrasias al margen, espero que el carpe diem que es mi vida siga inalterado y ajeno de esas apps ingratas que quieren hacer ver lo obvio.
En todo caso, lo que sería de mí interés, me gustaría que algún genio loco de esos de Silicon Valley (es un sitio, dicen) inventara y pusiera en el mercado una app que mostrara el aspecto que tendría el atrevido consumidor a los 100 años.
Aunque, eso sí, apostaría (no va más) por el todos calvos, aun sabiendo que la banca siempre gana.



 



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