MALEDUCADOS/AS.

No es lo mismo que mal educados/as. No. Es más, maleducado/a puede serlo, habitualmente lo son, personas bien educadas. Porque no es lo mismo maleducado, que mal educado. De la misma forma que tampoco es lo mismo estar jodido que estar jodiendo. Cuestión de estilo y de tiempos verbales.

Ayer la maleducada Celia Villalobos, una que va al Congreso a jugar al Candy Crush ( o como cojones se escriba el invento ese), dijo: “que lleven limpias las rastas para evitar los piojos”.

Villalobos, esposa de Arriola, gran gurú del PP desde hace incontables años, es reincidente. Es una mujer habituada a llamar la atención. No llega al nivel de tontería de su compañera, y a la vez popular, Esperanza Aguirre, pero está dispuesta a seguir intentándolo.

A Celia, que está mayor, simplemente se le va la pinza. A Esperanza se le va la olla y a Celia la pinza. Ellas dos son los versos sueltos del PP. Son modernas en su casposidad, y resalás en lo suyo. Una tiene palacete y marido conde, y la otra tiene un Arriola en su vida.

Ayer Celia se sumó a esa caterva de mujeres machistas que para festejar la inauguración del Congreso, después de las largas vacaciones, colgaron en sus muros de facebook fotos de Hitler y Stalin con un bebé en brazos, junto a Carolina Bescansa con el suyo en el Congreso, y para terminar otra viñeta con una niña portando en un rifle, y al fondo varias mujeres guerrilleras.

Yo no sé que ven de anormal las mujeres en que otra mujer lleve a su niño al Congreso y lo amamante allí mismo. ¿Dónde está el problema? ¿Qué es lo que les molesta de la cuestión?

Porque a unas les molesta eso, a otros/as les molestan las personas que llevan rastas, y a ninguno parece molestarles los trincones, los delincuentes y los amorales que por allí pululan.

En fin… lo de siempre; mierda en bote. Gente de mierda.