EL MISAL.

Siempre había creído que el origen de alguna de mis “taras” se debía a mi incapacidad para distinguir algunas cosas, pero después hice memoria y quedé más aliviado.
Hablo de colores. Tengo verdadera incapacidad para distinguirlos. Es más, ni aún esforzándome o forzando el magín, alcanzo la comprensión necesaria, natural en las personas, para dilucidar qué color estoy viendo.
Si os creéis que sufro de daltonismo estáis equivocados. Simplemente no los sé y punto. Es más la tarea, para mí, se antoja titánica, porque por si no lo sabéis os diré que existen infinidad de colores. Así que, cómo para saberlos todos…
Hubo incluso un tiempo en el que estaba tan empecinado que incluso me negaba a distinguir entre blanco, azul, morado, rosa verde, rojo o negro. Bueno ser, ser, era capaz de distinguirlos, pero mentía con el mismo descaro con el que mienten los políticos profesionales y los bellacos ocasionales. Ya puestos a exagerar, pues… ¿Verde? Que te quiero verde. A más no llegaba para evitar disgustos innecesarios.
Vivir en la ignorancia sobre los colores me salía a cuenta. Me evitaba padecer incidentes.
¿Rojo? , me preguntaba mi madre. Y yo le respondía poniendo cara de imbécil perdido: ¿rojo? ¿Y cómo es el rojo, mamá? Es que… no sé, no caigo. ¿Tú crees que me pasa algo? Mi madre, en la mayoría de los casos sonreía, me alborotaba un poco el pelo y sentenciaba: Ayyyy, qué agudiño eres, mariqueiro.
Asunto resuelto con cierto éxito para mi alivio.
Sin embargo un día tuve una revelación. Empecé a saber el nombre de los colores y a distinguirlos. Sucedió de repente. Hay días que son un milagro. El verde se convirtió en verde, el blanco se mostró blanco, el morado cogió tonalidad morada, el rojo se convirtió en rojo, el rosa pasó a o sea rosa y el negro llegó a negro (para vuestra información os diré que ahora al Negro también le llaman De Color).
Pero, ¿qué había pasado para que se produjera el milagro de los colores?
Encontré un misal.
¡Qué hallazgo! Mis problemas quedaron resueltos, y por ende la zapatilla de mi madre pasó de cien kilómetros hora a cero en cero coma. Toda una mejoría.
Y todo gracias al misal. Allí, además de innumerables recortes de periódicos que hablaban de pedidas de mano, bodas, entierros y cosas muy sociales todas ellas, también venía detallado cuál el uso de los colores en las casullas.
El domingo volvió a ser un día de paz también para mí. Problema resuelto. Costó lo suyo, pero la perseverancia y el revolver cajones es lo que tiene, resuelve problemas.
Todos los domingos cuando llegaba a casa a la hora de comer mamá me hacía las mismas preguntas. ¿Fuiste a misa? Sí, mamá ¿De qué color llevaba la casulla hoy don Antonino, el cura? Las dos primeras veces ensayé la disculpa de los colores. Resultado, zapatilla. Uff, esto no funciona. Fue a partir de ahí cuando decidí escoger el daltonismo como opción. Mamá, no sé. ¿Es que no sabes que no distingo los colores? Efectivamente, mamá. Un drama. Yo creo que deberías llevarme al médico. El daltonismo no estaba muy estudiado, pese a ello mamá era una firme defensora de la “terapia de zapatilla” como forma de cura. Sin embargo cuando encontré el misal no sólo me curé de repente sino que además mi calidad de vida mejoró de forma ostensible.
Mamá, hoy el cura llevaba la casulla verde. Muy bien. Caricias y arrumacos. Fenomenal. Yo creo que mi madre incluso presumía delante de sus amigas de lo bueno que era su hijo. Normal, ¿no?
Amigas/os, ¿en casa tenéis un misal? No. Ayyyy, por favor, cómo sois. Eso me pasa por andar entre agnósticos y ateos.
Os voy a hacer un resumen:
Casulla blanca. A los curas muy pálidos no les favorece mucho, pero…Se usa en Pascua y Navidad.
Morado. No sólo es un color fetén, también ponerse así es gratifiante. Se usa en Adviento y Pascua. Igual que los antiácidos.
Verde. Después de Navidad hasta la Cuaresma y después de Pascua hasta Adviento. Es muy vistosa y de gran prestancia. Estiliza.
Rojo. Pasión, olé. Se utiliza en las fiestas de la Pasión del Señor.
Rosa. Los curitas, ya sabéis… siempre tan aficionados. Tercer domingo de Adviento.
Negro. Viernes Santo, entierros y misas de Requién. Bueno, yo soy más de ACDC pero sigo esperando a que saquen un nuevo disco desde el año 1.972. Paciencia.
Creo que después de esto también es conveniente echar un vistazo al diccionario, porque, no sé, pero tengo la impresión de que palabras como Adviento, y alguna que otra más pueden requerir consulta. Vosotros sabréis.
Porque a mí plin, fue encontrar el misal y dormir en… colchón de lana.




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