Si algo hay que llene
la boca de un político es la palabra democracia. Es decirla y se engolan. De
bolsillo para adentro sin embargo sabemos que a la hora de la verdad lo que les
pone cachondos es el tema comisiones, sobresueldos y demás corruptelas.
Dónde va a parar.
Pero hoy no voy a
hablar de comisiones, corruptelas, sobresueldos y demás componendas con las que
se adornan.
Hoy voy a hablar de lo
que parece significar la palabra democracia para ellos.
Lo primero que
constato, como buen observador que soy, es que la democracia alguno se cree que
la inventó él. Es que si no, no se entiende.
Voy a hablar de
Albert(o) Rivera. Ya sabéis, Alberto el demócrata más demócrata entre todos los
demócratas. El que quiere regenerar España haciendo, básicamente, lo mismo que
hicieron hasta ahora los otros. Sí, ese. El campeón de debates, el líder de Ciudadanos, que a día de hoy sigue
siendo un partido, el que propone el Contrato Único como remedio de todos los
males, y la supresión del Senado y de las Diputaciones para ir abriendo boca.
El mismo que dice que no va a pactar con el Pp y al día siguiente otro señorito
de la formación dice lo contrario. El que ni siquiera es novio de Arrimadas
aunque lo anden. Bueno, pues va Albert(o), y diu:
O sea, vosotros los del
Pp queréis gobernar, ¿no? Pues…. ¿sabéis lo que tenéis que hacer? No, le
contestan los peperos. Dinos, sabio Albert(o), ¿qué tenemos que hacer? A ver,
sabéis aquel que diu sácame a ése y ponme a otro. Y los peperitos, locuaces
ellos, responden. Oh, Albert(o) qué majo eres, qué ideas más buenas tienes.
Pero, mira hombre, ¿tú te has dado cuenta que nuestro amado líder ha sacado
ciento treinta y dos (132) escaños más que tú? ¿Cómo, que no aceptáis? Pues,
nada. Ahí os quedáis. Joderos. (Bueno, esto último es una licencia que se toma
el autor que es un lenguaraz). Fin de la
historia. Están pensando en sacar la película. Albert(o) abandona la casa de
sus primos todo cabreado. Despechado por no ser invitado al convite del
Gobierno por el primo Rajoy se empieza a guasapear con Pedro Sánchez, el marido
de Begoña. Con él todo es más fácil. Están de acuerdo en muchas cosas. El Psoe
propone derogar la llamada Ley Mordaza, la Reforma Laboral, laminar el Senado,
invitar a putas a todos los diputados de las Diputaciones y después disolverlos
e incrementar el Salario Mínimo un uno (1) por ciento para que los trabajadores
más pobres pueden cambiar de chapero,
porque Rajoy es un abusón. Chachi. Hablan y todo lo que proponía el Psoe queda
en agua de borrajas. ¡Tararí! Contento y satisfecho escribe en el grupo de
guasá que tiene con su mamá. Al fin he encontrado novia, mother. Es modernito. ¿Cuándo
te arrejuntas, hijo? No sé. Cuando sea Vicepresidente te llamo desde el Ministerio
que hay tarifa plana. Formaliza pareja de hecho con Pedro, y cuando llega la
noche de bodas, Pedro Sánchez, sufre el mal del piloto, no se le levanta.
¡Cagondiola! Esto no era lo previsto. Disculpa, Albert(o), es que es mi primera
vez. Por cierto ¿tú sabías que Begoña es directora general en una ETT (Empresa
de Trabajos Timo) y que hay plazas libres de teleoperador, diez horas y
cuatrocientos (400) pavos de sueldo? ¿Te apuntas? A esa ronda invito yo.
Y así acabó la cosa.
Dos tíos que se autoproclaman demócratas compitiendo a ver quién dice y hace la
mayor de las estupideces. Todo por la Patria. España primero y después la
Marca.
Del zorro, claro.
Pero como estos dos
aunque parezcan tontos no lo son, ¿qué hacen? Al mismo tiempo que mantenían sus
contubernios se trataban de ligar al de la coleta. Seguramente confundidos, a
otros les pasa o pasaba a las cuatro de la madrugada. Sé de casos. ¿Oye, mi
amol, y tú que hases? Aquí estoy, practicando la socialdemocracia, versión mí capa un sayo. ¡No jodas, qué bueno! ¿Qué,
hablamos? No, contigo no. Me dijo mi papá que no hable con extraños. Me lo
tiene muy prohibido. Vale, te enseño la puntita. ¡Caray! ¡Qué dientes tan
largos tienes! Vale, yo me pido la Vice, el CNI, la tele que ahí hay mucho
carca y me quedo con el scalextric y la pistola de fulminantes. No puede ser, Pablito,
hay que repartir los regalos entre todos los amiguitos. Entonces no juego. Se
enfurruñó, agarró la pelota y se fue. ¡A la mierda! ¿Errejón, dónde estás? Ven
que quiero discutir. Trae gominolas.
Y entonces, en los momentos
difíciles, emerge él, el líder. Tranquilos ya estoy aquí. Puedo prometer y
prometo que voy a gobernar. No habrá terceras elecciones. Pablito eres tonto.
Copia cien veces esto que te escribí:
No lo Boy a Bolber Aser. Tú,
Albert(ito), corre para casa que te caneo, y tú Pedrito, si tú el alto, no te
escondas, ven para aquí que Susanita te está buscando. Te va a dar una colleja
y te va a dejar sin recreo de por vida. Por bobo. Te lo tienes merecido, mamalón.
Claro. Normal. Y es que
nuestros líderes más democráticos parecen no tener ni puta idea, y disculpar la
campechanía, de lo que significa el
palabro democracia.
Yo sólo sé que
democracia no es eso que practican, porque lo que hacen tiene otro nombre:
hacer el gilipollas y después poner disculpas. Algo muy nuestro, muy español.
Para mí que entienden
las cosas al revés. ¿Y si se lo decimos con indirectas, qué?
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