DOS MACARRAS Y UNA PRINCESA.

Vladimir Putin compite con Barack Obama. ¿Quién es el más poderoso del mundo? En ello andan.
 En versión patria compiten en la lista de los más vendidos Arturo Pérez Reverte con Belén Esteban. Gana la Esteban. ¡Arriba España!
 Y como estas cosas frustran mucho, Vladimir y Pérez han decidido alzarse con el premio a “largón del año” como premio de consolación.
Dice el ruso: “perdonar a los terroristas es cosa de Dios, enviarlos con Él es cosa mía”.
Oye, y hay gente que aplaude.
Entonces el murciano picado pregunta a través de Twitter: ¿cuánto duraría un terrorista europeo en una mezquita?
 Después se pone en plan onda expansiva, y aclara que mientras miles de europeos se acojonan frente a un kalashnikov un puñado de musulmanes se abalanzarían sobre el terrorista.
Seguro, palabra de macarra.
La prueba la tenéis en las guerras sucedidas en la antigua Yugoslavia. Allí se masacraron musulmanes a porrillo, y mira que se abalanzaban, pero… nada. Los kalashnikov seguían vomitan balas.
Está claro, ¿no?
 La calidad de nuestros dirigentes es la que es. No le demos más vueltas, porque entonces, de tanto darle al magín, el Premio Nobel de la Paz lo gana el mulato Obama. Y claro, después pasa lo que pasa.
 Lo bueno es que gracias a intelectuales de prestigio, como Reverte o la Esteban, este mundo se está impregnando de una nueva ideología: el Macarrismo.
 Putin lo sabe. Es por ello que ha diseñado una nueva estrategia con la que pasmar aún más al mundo. Ha decidido contratar al sesentón Pérez Reverte, de su quinta, como Macarra de Cabecera. Lo va a enviar a la zona, y cuando a pecho descubierto haya liquidado a todos los malos, será el momento de poner a Belén Esteban como Princesa del Pueblo.


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