NO VOY A VOLVER A VOTAR.

No sé quién inventó la frase. Posiblemente fuera algún político profesional o tal vez algún gilipollas ocasional. A menudo ambas cosas coinciden. En todo caso la frase la hemos escuchados todos:
“Si no votas después no te quejes”.
Suele pasar que el que la dice, aparte de quedarse tan ancho/a y tan pancho/a, no ha pensado en lo que ha dicho/a. Simplemente da por bueno lo expresado/a y lo mangado/a. Claro que después cuando se va a rascar el culo acaba rascando las témporas.
Y es que la tontería está muy extendida.
Confundir derechos con obligaciones es frecuente.
El maestro de los despropósitos, y el primus inter pares de la cuestión es nuestro amado presidente Mariano Rajoy. Mariano tiene prisa por formar gobierno pero se va de vacaciones. Es urgente pero se va de fin de semana. Es necesario tener pero él está ocupado haciendo de Rodolfo Chiquilicuatre, entregado a la vergüenza ajena que es verlo andar.
O sea, siempre así. Historias del caminante descompasado de la Santa Compaña.
La gente confundida vota. Y como yo era uno de los confundidos también iba a votar.
Jamás voté por ningún partido que después llegara al poder. Debo ser un visionario. Y como no tengo antecedentes penales en cuestiones de voto he decidido recortar los viajes que hago hasta la urna electoral. Cosa de los ajustes. Así que a partir de ahora NO VOY A VOLVER A VOTAR. Total, ¿Para qué? Nunca gano.
Con el voto no dan tapa ni bocata de calamares, y el distrito electoral donde lo hago no me queda a mano. Por tanto, no voto. Con la gasofa que me ahorro me voy a comprar una segunda residencia o algo así. Me voy a hacer emprendedor y voy a montar un partido político que concurra a las elecciones con un lema muy sencillo y de fácil comprensión para toda la ciudadanía, ciudadanío. “Si nos votas te damos una patada en las témporas”.
Se acabó la retórica, llegó la perífrasis. Es momento de pasar a la acción y dar bofetadas onomatopéyicas al personal. Si no votas eres nuestro amigo y sino tú sabrás. Abogamos por un gobierno en diferido, y las ruedas de prensa las haremos a través de un holograma. Cada mes os preguntaremos, ¿estáis contentos, pandilla gilipollas, gilipollos? Y fin de nuestro programa electoral. Delegamos en Alemania, provincia de Merkel, siempre que a cambio nos conceda la Copa de Europa, la Supercopa y la bota de oro al portugués más Cristiano y más repelente que un niño Vicente. Se acabó la tontería. Lo importante es lo importante, lo principal lo principal y una taza una taza. ¿Lo tienes claro? Si votas eres un antisistema y si no votas una persona, persono, de pro. Tú sabrás, mamalón, mamalona. Tú decides.

Total…qué más da si da lo mismo. 

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