Tal principio afirma
que:
Las
personas que realizan bien su trabajo son promocionadas a puestos de mayor
responsabilidad hasta llegar a un puesto en que no pueden formular ni siquiera
los objetivos de su trabajo, y alcanzan su máximo nivel de incompetencia.
A propósito de esto el
otro día todos pudimos ver con nuestros ojos y escuchar con nuestros oídos la
esperpéntica contestación de la flamante ministra de Defensa que es Cospedal.
Le pregunta el portavoz
adjunto de ERC, el diputado Rufián, a la ministra en el Congreso:
En
un Estado con 750.000 familias sin ingresos, 800.000 personas sin asistencia
sanitaria, con un 32% de pobreza infantil, con 5000.000 desahucios en los
últimos seis años, con 13 millones de pobres, piensa reducir un gasto militar
que entre cifras reales y camufladas alcanza los 175.000 millones de euros.
Cospedal agarra el
micrófono y contesta:
La
respuesta es breve y sencilla: NO.
A lo que Rufián dice:
Ahora
salga a la calle y dígale a la gente que coma balas y que duerma en tanques.
Ante tamaño
despropósito es evidente hacerse la siguiente pregunta: ¿está afectada la señora Cospedal por el Principio de Peter?
Sinceramente, creo que
no y añado un matiz.
Cospedal no está
afectada ahora, lleva afectada años, porque la señora ministra antes ya había
dado pruebas fehacientes de haber alcanzado su máximo nivel de incompetencia
cuando le preguntó, siendo senadora, a la entonces ministra Chacón algo
totalmente sin fundamento:
¿El
Gobierno pretende vender el aeropuerto de Ciudad Real a EE.UU para que lo use
como base militar?
A lo que entonces
ministra respondió:
“Después de 22 meses en esta Cámara, sin haber abierto nunca la boca,
¿no le parece que su pregunta tenía que haber tenido como mínimo un poquito de
fundamento?
Pero como fundamento y
perejil están en todas las salsas, después protagonizó en directo el bochornoso
episodio del diferido hablando de
Bárcenas y tratando de explicar lo inexplicable.
Matices aparte, sin
embargo estoy firmemente convencido que no sólo es Cospedal la afectada por el
Principio de Peter, porque si Cospedal lo está, ¿hasta qué punto está afectado
el Presidente del Gobierno que la nombra?
Eso sí que es grave.
Además, ¿en este país
en el que se gastan 170.000 millones de euros en defensa, no existen militares
profesionales suficientemente cualificados dignos de ser premiados con la
titularidad del ministerio?
Pues no, se ve que no.
Aquí la misión de
dirigir al ejército se la encomiendan a la señorita Pepis, la reina del
diferido.