Lo van a hacer otra
vez.
Van a volver a subir
los impuestos más injustos de todos los impuestos, los indirectos. Va a subir
el tabaco, el alcohol y la gasolina.
O sea, lo de siempre.
Hay que mantener la
orgía de gastos que se traen entre manos los dirigentes europeos y como el
mamarracho Trump, primus inter pares entre mamarrachos y mamalones, ha ganado
la presidencia de los EE.UU diciendo la seguridad de los europeos que se la
paguen los que viven en Europa o al menos que ayuden mucho más de lo ahora
ayudan, nuestros dirigentes han decidido empezar a hacer hucha para después
proceder después al dispendio por vía exprés.
Está claro que esta
pandilla de encorbatados y trajes chaqueta que nos desgobiernan deben vivir en
una burbuja.
Viven aislados de los
pueblos que administran, y protegidos por fuertes de medida de seguridad toman
decisiones que nos afectan a todos, contra todos.
Siguen salvando a los
prebostes, a los perniciosos y a los usureros que banqueros o financieros son.
Estas chusmas del sistema financiero se convierten en ladillas de los
ciudadanos cuando socializan sus pérdidas y con la ayuda de los gobiernos
consiguen esquilmarnos para mayor abundancia de sus plusvalías.
La imaginación entre
ellos brilla por su ausencia y no abordan, ni quieren abordar, salvo una rara
excepción en Europa, cuestiones que por sí mismas podrían coadyuvar al
mantenimiento actual del sistema de despropósitos instaurado, y al tiempo a
atender a la realidad diaria de millones de ciudadanos de todo el mundo.
Hablo
de la legalización de las drogas.
Porque, ¿cuánto dinero
podría aportar tal medida al crecimiento del PIB de cada país? Seguro que una
pasta gansa, un potosí. ¿Se lo iban a gastar todo en metralletas y bombas de
racimo? Pero como nunca hacen lo que tienen que hacer, porque siempre encuentran
una disculpa para no hacerlo, penalizan al pequeño camello y miran benignamente
para otro lado con el consumidor al tiempo que amparan todos los paraísos
fiscales a los que llegan los miles y miles de millones procedentes del tráfico
de drogas que jamás tributarán impuesto alguno.
Ilegal porque ellos lo
dicen, y supuestamente para beneficio de nuestra salud porque como no hay
dinero y se tienen que recortar servicios básicos sanitarios, lo mejor es no
estar gordo, no beber y no fumarse un truja aunque pueda ser terapéutico además
de banal. Eso sí, si te bebes un par de botellas de coñac o de whisky no pasa
nada. Es social, y como más vale que estemos socializados y que no se no nos
vea demasiado el pelo de la dehesa, para conseguirlo lo mejor, más rápido y
eficaz es que el ciudadano, ciudadana, cordero o cordera goce de su libertad y
que se emborrache a su libre albedrío.
Faltaría más. Adónde
vamos a parar. ¡Viva el vino! Ten en cuenta que si te drogas con vino eres guay
aunque no llegues a chachi, y que si lo haces con Ponche Español un auténtico
patriota, pero que si te fumas un cigarrito de María eres un desgraciado que se
droga porque tienes mucho vicio.
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