Antología del disparate.


Hábleme de Mahoma. Respuesta: Mahoma nació en la Meca a los cinco años.
Dígame algo de Quevedo. Respuesta: Quevedo era cojo, pero sólo de un pie.
Ponga un ejemplo de reptil. La serpiente Putón.
Estas respuestas y algunas miles más se podían leer en un libro publicado en 1973 por Luis Diez Jiménez y que llevaba el título de Antología del disparate.
Recuerdo haberme  reído mucho leyéndolo a pesar de que siempre eché en falta alguna contestación perpetrada por mí, o por alguno de mis primos, con ocasión de aquellos antológicos cates que cosechábamos. Escribíamos Juana la Tola o Felipe el Fermoso con gran familiaridad, y como buenos alquimistas transmutábamos a los Reyes Católicos en Rayos Catódicos porque nos salía de las gónadas. En fin…,  éramos tan creativos que no parábamos de suspender. Unos incomprendidos. Bueno, eso y que nos tenían rabia.
Aquel fue un libro célebre, se vendió una barbaridad y se reeditó un montón de veces. Sin embargo,  Antología del disparate había caído en el olvido. Nadie se acordaba ya de él, pero hete aquí que fue llegar Pablo Casado a la presidencia de ese partido sostenido por ocho millones de cenutrios para que doscientos chorizos vivan a cuerpo de Juan Carlos, y ponerse otra vez de moda dicho libro. Si antes todo el día era un procesionar de ladrones, ahora es un desfile de disparates. Tan es así, que Teodoro García Egea ha decidido recompensar con un  Perro Piloto o una Muñeca Chochona a quién diga la mayor barbaridad del día. La tómbola del PP no para de dar premios. En el ranking de premiados figura en cabeza el líder. Un portento. Si para una persona normal cada día tiene su afán, para Pablo Casado cada día tiene su afán y su tontería. Pero ayer, el liberal progresista, que es como se define el zagal, rompió la barrera  del sonido al alcanzar su tontería la estratosfera. Pues, no afirmó que iba a subir  el SMI a 850, cuando la infamia cotiza a 900. Se quedó tan campante. Acomodó la corbata, estiró los puños de la camisa y sonrió. En un momento, él solo, alteró las leyes de la física. Consiguió subir algo bajándolo. Acongojante. Así le ponían los salmones a Franco, Iker Jiménez. Y no sé, pero yo que no soy Einstein y él que tampoco, pero sí Máster a lo mejor tiene razón. En todo caso, Teodoro, Campeón Nacional de Lapo de Hueso de Aceituna, ya estaba presto a entregarle el Perro Piloto del día, cuando la aspirante a presidir no  sé qué de Madrid—¿será una corrala?—propuso que los fetos integraran la unidad familiar, y como es natural Teodoro se hizo la picha un lío y tuvo que tomar una decisión salomónica: Perro Piloto para el amado líder y Mucheca Chochona para la otra, la como se llame
Se sabe que ante tales muestras de  desbarre, Suárez Illana, Cayetana Álvarez de Toledo y la recua habitual de patriotas peperos velan sus armas y preparan sus mejores disparates. Prometen plantar cara. La bizarra Cayetana lo hará por las impías tierras de Cataluña y arrasará el campo al famoso grito Carmena esto no te lo perdono. Mientras que, el fallido duque de Suárez exhibirá su famosa cara de “estoy oliendo a pedo que te cagas” y hablará de abortos y de neandertales.
Y es que, Adolfo Illana cuando habla de su partido, habla con propiedad.

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