“Deje
usted de mentir, ahora me toca a mí”—le dijo en un momento
dado Rivera a Sánchez— Un poco más adelante Rivera espetó a Sánchez esa frase
solía decirle a Iglesias en los debates—“Cálmese,
señor Sánchez. No se ponga nervioso”. Y, la verdad, no me extraña. Que tú
seas alto, guapo y Presidente, y que aun así tengas que ver y escuchar como el
liberal Rivera se hace el guay, cuando ni a chachi llega, debe ser para que te
entren ganas de darle cuando menos un soplamocos a la remanguillé. ¡Qué cansino!
Afortunadamente lo del soplamocos y mandar a la mierda a un rival todavía no
está en boga, que si no todos se
andarían enviando al mismo sitio y practicando el soplamocos como forma de
realzar lo absurdo de algunos argumentos. Aun así, démosles tiempo. A todo se llegará, porque ¡hay
que ver cómo está el patio en la derecha con la llegada de su primos del
pueblo, los ultras! Dos líderes jóvenes proclamándose liberal progresistas y
absolutamente contagiados, y trastornados, por la vuelta a las políticas
franquistas que proponen sus primos ultras. Como dice algún futuro votante de
Vox: la Democracia a España la trajo
Franco. Esta cosa tan increíble y tan indecente se puede escuchar y ver
todos los días en esta Antología del Disparate en la que España está instalada.
También quería comentar
lo de Casado.
Hoy los periódicos de
su cuerda le dan como ganador del segundo debate. La verdad, desconozco que
tipo de droga utilizan para sus alucinaciones estos periodistas, quizá la de no
perder el empleo y escribir lo que el señorito demande… quizá. Lo que sí sé,
porque lo vi, es que el zagal que es Pablo Casado aparte de listo salió
vidente. ¡Qué majo es este míster! Ayer cuando hablaba de economía lo hacía con
tanta propiedad y tal desparpajo que la verdad es que no se entiende como el
mundo ha podido sobrevivir hasta ahora sin la presencia de un hombre tan
clarividente. Para que os hagáis una
idea: Casado está tan seguro de lo que da resultado en la economía como Aznar
lo estaba de que en Irak había armas de destrucción masiva a tutiplén.
En definitiva, y si
hiciéramos caso de Casado y de Rivera, España debería dar las gracias y
proceder al repique de castañuelas por contar con líderes así porque gracias a
ellos los españoles vamos a retroceder un siglo.
Y es que, el Método
Abascal, Santiago y cierra España, lo han comprado Rivera y Pablo Casado; y lo
peor de todo es que dicho Método es todavía peor que aquel otro que tuvo un
ministro de Franco llamado López Rodó y que pasó a la historia como Plan de Desarrollo de López Rodó.
Ante tal cantidad de
tonterías sobrevenidas conviene recordar cómo se cachondeaban los de La
Codorniz, los graciosos de la época, en tan solo tres viñetas de los planes del
ministro López Rodó:
En la primera viñeta se
ve veía como un burro, al que llamaban López, empezaba a ascender una montaña;
en la segunda se veía que el burro López tropezaba con una piedra y en la
tercera se veía caer al burro López al tiempo que se leía: El burro de López rodó.
REVISTA CENSURADA.
La nueva versión de
aquella película hoy en día está protagonizada por esos tres canta mañanas que
atienden por Casado, Rivera y Abascal; y como los imbéciles habituales opten
por la reincidencia todos los españoles estaremos en riesgo de ser de nuevo
censurados.
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