Aznar, ese miserable.


Ojalá los españoles tuviéramos un Houston al que llamar en la hora de los problemas. Porque, efectivamente, los españoles tenemos problemas. Y los tenemos con cosas tan tontas como pueden ser los expresidentes. Porque si tonto es el que hace tonterías, ahí tenéis al señorito José Mari Aznar, que es tonto reincidente y expresidente, haciéndolas a destajo. Un caso digno de estudio. Y que conste que si escribo “digno de estudio” lo hago consciente de lo que estoy escribiendo; porque no va este buen hombre—adviértase ironía en este buen hombre— y en compañía de un tal Zoido, uno que antes fue juez, después alcalde de Sevilla y por último el Ministro del Interior más vago de la democracia, y se plantifica en un balcón para ver el paso de una procesión en la que, supuestamente, a la Virgen alguien había tenido los santos cojones de ponerle un fajín del generalísimo Franco.
¿Os lo podéis creer?
Pues, hay foto. La tontería está documentada,
Así que no tenéis que hacer un acto de fe ni nada parecido. Sólo tenéis que mirarla y procurar no echar la pota.
A título personal me daría por satisfecho si alguien viendo esa imagen cayera de la burra  y se diera cuenta de una vez por todas de que Aznar es un tipo miserable. Pero soy consciente de que eso no sucederá. Al contrario, Aznar es para muchos un ídolo, un referente, el guardián de las esencias del cenutrio patrio. Ese animal, el cenutrio, que ni siquiera después de 40 años está en peligro de extinción. Más bien al contrario, parece que cotiza al alza. A las pruebas me remito. Ahí tenéis a la derecha compitiendo en a ver quién dice la barbaridad más grande. Y si tres parecen ser los hijos de Aznar, los mismos tres se comportan como si fueran nietos políticos del abuelito Franco. Desde los más rancios a los autodenominados liberal progresistas todo el campo es orégano para este infame trío. Sus propuestas, obsoletas desde hace ya décadas, van desde lo arcaico a lo casposo pasando por lo delirante. 
En fin, si una desgracia para este país es ver a Aznar, un hombre que en justicia debería haber sido enjuiciado por presuntos crímenes de lesa humanidad por su lamentable actuación en la guerra de Irak, asistir a una procesión en la que alguien tiene la ocurrencia de ponerle a la Virgen un fajín del dictador Franco, encima tenemos que soportar las soflamas de los Hermanos Malasombra a todas horas.


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