Ayer tomé una decisión
extraña: primero leería argumentos y los comentarios de los periodistas y después
vería el debate de RTVE. Por lo tanto, hoy me levanté dispuesto a hacer los
deberes. Y lo primero que llamó mi atención fue lo de siempre, que la
interpretación de lo que sucedió ayer depende del color que tenga el
intérprete. Si el intérprete es de derechas, rama friqui, léase Eduardo Inda,
lo primero que lees en su panfleto digital es: HAN PASADO 222 DÍAS… Y LA DEMANDA DE SÁNCHEZ SIGUE SIN LLEGAR.
Después, abajo, Inda tiene a bien informar que Rivera estuvo brillante y Casado
presidenciable. Mascullando un “se veía devenir” abrí La Razón en
versión digital. Misión: explorar esa mente malsana que es Marhuenda. Y lo
primero que llama mi atención es el siguiente titular: Control de datos: las mentiras y verdades del debate de RTVE. Lo
abro y para mí sorpresa el dato es apabullante: el gran mentiroso de ayer fue PABLO CASADO. Eso sí, quizá para
compensar, un poco más abajo hay un titular de un columnista que anuncia su
producto diciendo: Casado, y el
verdadero arte de decir la verdad con una sonrisa. Una vez constatado el
hecho de que verdad y mentira pueden ser la misma cosa, según La Razón, hago
votos para que la nueva remesa de antipsicóticos llegue pronto a la redacción
de ese periódico. Deben ser los efectos secundarios de sufrir a Marhuenda como
director. Tratando de recuperarme acudo a ver que dicen los de El País. Allí
también encuentro una sección de Verificación/
Mentiras y medias verdades. Y por
si no me había quedado claro antes vuelvo a leer, aquí mejor argumentado, que Pablo Casado fue el gran ganador de
ayer en cuanto a vamos a contar mentiras.
Es más, las dice con tal naturalidad, tan sonriente y tan a menudo que aun sin
haberlo visto ya me doy por engañado. Y para terminar esta somera ronda de
interpretaciones me desplazo un poco a la izquierda de El País y recalo en
eldiario. es. Allí tratan de hacer un ejercicio de imparcialidad y
titulan: El primer debate reafirma los
dos bloques y Rivera gana terreno a Casado. O sea, ni chicha ni limoná. O
lo que es lo mismo: ejemplo de cuando el periodismo se agarra la pilila con
papel de fumar. Y ahora, después de este escueto vistazo a la prensa, y cuando
llevo diez minutos vistos del debate, os
comunico una cosa: acabo de apagar la tablet. No sigo, renuncio. El
argumentario de estos debates me está recordando
aquellos role play que practicábamos los vendedores de la Industria
Farmacéutica cuando preparábamos una nueva campaña. Había algunos que se
aprendían hasta las comas de la Visita Tipo de memoria. La única diferencia es que mientras
nosotros, los vendedores profesionales, nos movíamos atendiendo a exprimir
cualquier ventaja-beneficio que
tuviéramos, los políticos profesionales, y vendedores de gangas y ocasiones, utilizan
la exageración-mentira como arma
arrojadiza y como argumento de ventas. Por cierto, tengo entendido que en La
Junta Electoral ya han recibido la remesa de jamones ibéricos que les han
enviado los de Vox. Bueno, a lo mejor esto último es un fake. Aunque, favor con
favor se paga.
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