Lo comprobé por mí
mismo. Hay cosas que no se deben de delegar. Los mercados están tranquilos.
Desde el de San Agustín al de la plaza de Lugo, pasando por el de las
Conchiñas, todo sigue siendo mercado. Y como hoy, lunes, hay grandes ofertas en
pescado podrido no me puedo resistir. Así al grito de compre, señora, compre. Pantis de Logroño que le llegan hasta el mismo…
com…pre, señora compre, me hice unos análisis y comprobé que, efectivamente,
todos los índices de tontería mantenían la expectativa de sus bondades. Tal
cual. Y es que, a la salida de los mercados, observé bandadas de gaviotas
picoteando desechos. El despojo de Ciudadanos
es el más solicitado entre los gaviotas, mientras que el aliño de berenjena
marca Podemos está muy descontento porque los gaviotas permanecen en las
direcciones generales, se hacen fuertes en las subsecretarías y ganan puestos
en los ministerios. Todo bien. Gaviotas que vuelan y en el pico llevan una
comisión. Más de lo mismo. La gaviota corrupta y pelotuda es la preferida. La
más demandada. Y yo tranquilo. Como siempre. Aplicando la norma básica: lo importante es tener salud y no llevar un
golpe. Es más, ahora que los saldos y ofertas bolivarianos están siendo
marcados para el despiece se sabe que ayer, justo ayer, al niño Errejón lo
dejaron entrar en una discoteca sin enseñar el carnet de identidad. Algo hemos
avanzado. La confluencia es lo que tiene. Hace mayores a los niños, y de
repente se dan cuenta de que tienen meado el pañal. Porque los berenjenas, qué
ricas, llevaban casi dos semanas anunciando el sorpasso y se han dado de bruces
con el frenasso. Otra cosa, pero por algo se empieza. Lo importante es
participar y hacer algún tipo de passo.
Además a nadie le cabe ninguna duda de algo. Gracias al Pp ciento tres personas
han encontrado empleo de calidad en este ínterin de legislatura. Todo un logro.
El pleno empleo está más cerca. En el Congreso van a entrar setenta y un nuevos
diputados de los Berenjenras y treintas y dos hijos de Coby Naranjito. Una
proeza, sin duda. La ministra de empleo da gracias a su virgen de cabecera.
Gracias Ahora se vende cuarto de Pablo y mitad de Iglesias. Errejón, Errejón,
Errejón, cantan las fans al tiempo que tiran bragas y sostenes. Y es que el
Errejón en salsa está de media temporada, y el Monedero tiene olor a revenido.
Sin embargo las pecantinas de las plazas, bien. Tranquilas, como yo. A lo suyo.
Bufandas de la selección de España, es un país, y mañana, si Piqué reincide en
sus peinetas, tendremos otra cosa de la que hablar e ir olvidando.
Sin duda vivimos en un
país divertido. Eso sí, la gente cada vez está más imposible. Las mechas y los
atusados de brillantina siguen siendo tendencia. O sea.
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