REMANDO HACIA CARMEN BALCELLS.

Desertor del Arado está llegando al final. Tiene fecha de demolición. Una vez alcanzados los 300 post el que escribe abandonará estos quehaceres. El que escribe se da por satisfecho y pondrá música a otra banda sonora. Renovarse o morir.
Cambiaré de escenario y posiblemente vuelva al surrealismo del principio. Creí que había mejorado con el tiempo, pero tengo dudas, siempre dudando.
Al principio, los post de los Juegos Olímpicos, además de ser larguísimos los escribía en clave surrealista. Vivía instalado ahí. Luego llegaron las ínfulas. Demasiados escritos de índole política, de opinión, personales, y acabó yéndose de las manos y Narciso pasó a ser el centro de atención. Esto ha sido un surtido de galletas. Pastas que acompañan a un té. Partidas de canasta con un chupito de chinchón, qué rico; y… me aburro. De todas formas están a tiempo de hacerme una oferta que no pueda rechazar; a ver quién tiene el valor.
Verán a la única persona que deseo conocer dentro del mundo editorial, y miren que hay donde elegir, es a una a la que no tengo acceso, y que me temo que nunca tendré.
Me importan un higo los escritores, los tertulianos, los best sellers, los que se lo tienen montado y apalancado, los profesionales de la escritura, del periodismo, los de la contra información. A todos: ¡que os den!
A quién quiero conocer, la única persona que centra mi interés es una mujer. Se llama Carmen Balcells.
Carmen, llama.
Si llamas te escribo una novela y hasta soy capaz de regalártela, o de firmar un contrato contigo. Tú eliges. Necesito látigo y disciplina. Necesito conocerte antes de enamorarme de la recua de mujeres que hay doblando la esquina.
Los demás estáis de clac, por mí podéis sacar todo el dedo que queráis. No tenéis importancia. Os leo, os sigo un poco por distracción. Debe ser como aquello de practicar el remo. ¿Para qué remas? Para distraerte, para que pase el tiempo. Por el placer de ver la brisa en tus ojos.
Lo dicho. El día que escriba el “coloutro” número 300 me las piro. Ya está bien de tanto Desertor, hombre. A dar la lata a otro lado.

Total, para el caso que me hacen…

No hay comentarios:

Publicar un comentario