RATO, OTRO FELONITA.

Yo no sé si lo sabéis, pero lo de Rato va bien. Porque, ¿os acordáis de Rato, verdad? Sí, Rato, aquél tipiño del que el felonita Aznar dijo que había sido el más mangante de entre todos los mangantes que la economía española tuvo jamás de Ministro de la Mangancia. ¿Os acordáis ahora de quién os hablo? Pues eso, que lo sepáis, lo de Rato va bien. Muy bien. La estrategia procesal funciona. El tiempo pasa y los plazos se consuman. Funciona requetebién. Aunque siempre hay plan B, y si no se pasa el plazo se olvidan de un auto, de una providencia, de alguna diligencia. O sea, de algún papelorio. Tienen recursos. Así que, lo de Rato va viento en popa y no corta el mar si no vuela semejante malandrín. Va tan, pero que tan bien, que a Rato no lo espera en la pensión El Sopapo ni Dios. Joder, qué digo. ¿Dios? Perdón, disculpas que dicen los ateos o vete al carallo que decimos los agnósticos, ¿cómo va a ir Rato a la cárcel siendo lo que fue: semidiós, pariente del Dios de los Felonita, Aznar? Ni aunque fuera mangante, ni siendo un estafador de baja estofa y alta alcurnia, Rato iría a la cárcel. Porque, los amigos de los dioses semidioses son. Es sabido. ¿O acaso os creíais que Rato es igual que Ignacio González o el hermano de González o la hermana de González? No, Rato es Rato. Otro nivel, Maribel. Rato es un buen hijo, y como todo buen hijo mejoró la raza. ¡Yupi! Y si el padre era ladrón y estuvo en la cárcel, pues el hijo, no. ¿Os dais cuenta de la mejora? Un avance para el mono, un paso atrás para la humanidad. La famosa evolución de las especies versión Rato. El hijo mejora la plusmarca del padre; y si Franco, que era un cabrón, metió en la cárcel al padre, Mariano, que es un marinero, no tiene bemoles a hacer lo mismo con el hijo. Al fin y al cabo qué gana haciendo justicia, ¿qué le llamen justiciero? Eso no da dinero, y poderoso caballero es don dinero. Dame din y dime don. Además Rato sabe mucho. Sabe mangar, desfalcar, estafar, prevaricar. Y encima es plusmarquista mundial en lanzamiento de cohecho. Es un hecho. Ay, qué rico, un cohecho. Una evidencia, un frenesí. Pero como el mundo es sueño, y los sueños, sueños son, Rato no entrará en la cárcel porque los horarios no le van nada bien. Al fin y al cabo, ¿qué va a hacer Rato en la cárcel, dar por culo? Caray, para qué tanto gasto. Con lo bien que se le da hacerlo fuera. En fin, que la cosa está cantada. Rato no entra en el trullo ni por una apuesta, aunque te esfuerces más que un chino cagando. Que no, que no lo verán nuestros ojos. 

ESPAÑOLES, 007 HA MUERTO.

Yo, como buen espía, bueno ex espía, prometí guardar silencio y no comentar el tema. Pero, como soy de natural laretas, aún no había hecho la promesa y ya estaba incumpliéndola.
Palabrita del niño Jesús.
Y es que, hay cosas difíciles de resistir y no hablar de él, de 007, es más difícil y peligroso para la salud que dejar los bocadillos de panceta de repente.
No consigo salir del estado de shock. 007, Roger Moore, ha muerto. Y lo que es peor y denigrante, el hombre se murió de viejo.
Como es natural cuando los actuales dirigentes de la cosa esa del espionaje se enteraron quisieron poner la capilla ardiente en la entrada de la central. Pero, no pudo ser. La familia dijo que no, y por más que se les insistió, y que si patatín y que si patatán, no cedieron. Fue por eso que en vez de ataúd se puso un libro de condolencias a disposición del público en general y de los espías en particular.
Después de varios días pensando y de asistir a un cursillo sobre Cómo redactar sentidas necrológicas, todos escribimos algo.
Yo, sin ir más lejos, escribí: adiós. Como podéis comprobar el cursillo dio sus frutos. Sin embargo cuando leí lo que había escrito un tal Antonio Resines me emocioné.
Antonio Resines escribió: Adiós, maestro. Todo lo que sé lo aprendí de ti.
Ya os podéis imaginar lo que hice a continuación, fui a la Frikipedia y puse en la barra de búsquedas, ¿quién cojones es Antonio Resines? Inmediatamente salieron en la pantalla del ordenador 3.765.890 entradas. Había un Antonio Resines ornitólogo, otro Antonio Resines dentista e incluso encontré a diez parados que atendían por el nombre de Antonio Resines. Por supuesto los deseché a todos a la primera ojeada. No era ninguno de aquellos el Antonio Resines que yo buscaba. Estaba al borde de tirar la toalla cuando de repente lo encontré:
Antonio Resines, actor, 62 años y ex Presidente de la Academia de las Artes y de las Ciencias Cinematográfica de España  (olé).
Caí de la burra de repente, lo entendí todo, y dije una frase que quedará para la posteridad más postrera: es este, este es el Antonio Resines que buscaba.
Y es que es una triste verdad reconocerlo, pero es lo que hay y no está mal  además reconocerlo. A 007, o sea Roger Moore, no le llegaba el sueldo de espía a fin de mes, y como era un hombre guapo, inglés y de ojos azules, lo contrataron para que hiciera de sí mismo. Tenía experiencia en el ramo no en vano antes había sido Santo y uno de los Persuasores. Tuvo un gran éxito y creo escuela. Fue un gran actor y todo el mundo en general, y Antonio Resines en particular, llorará su falta.

La verdad es que yo no había estado tan afectado desde que se me murió el canario.

ELOGIO DEL IMBÉCIL.

Somos muchos los que cuando hablamos o escribimos de él le dedicamos toda suerte de improperios. Entre ellos el de imbécil y el de tonto del culo suelen ser de los más socorridos. Y sin embargo, y si lo pensamos bien, yo diría que estamos equivocados.
Hablo de Rajoy, ¿y por qué he escrito lo anterior? Pues, lo escribo porque hoy caído del caballo (¡menuda leche!) y he visto la luz.
Para empezar voy a aceptar imbécil y tonto del culo como animal de compañía. Bien. Puede ser que Rajoy sea ambas cosas. La verdad es que se esfuerza. Pero, ¿si Rajoy es imbécil y tonto del culo, qué adjetivos calificativos usamos para definir a los que hacen oposición? Porque llamarles listos se antoja exagerado y denominarlos estrategas es mear fuera del tiesto.
Y es que, Rajoy, el imbécil y el tonto del culo para muchos de nosotros, es el primer imbécil en la historia de la imbecilidad que, sin hacer nada y dejando a los demás que lo hagan y lo digan todo, se ha proclamado Presidente del Gobierno.
Por la gracia de sí mismo, y gracias a la agudeza de los demás, Rajoy es presidente. Y los demás miran, miramos para él. Vemos que sigue a lo suyo, y que sin hacer, ni merecer nada, está ahí. Presidente del Gobierno, reitero del verbo repetir. No es un cualquiera. Ni siquiera nosotros mismos, criticones y listos como somos, alcanzamos tal grado. Él, sin embargo, sí. El imbécil y el tonto del culo es presidente; nosotros, no. Los listos y estrategas de la oposición no son capaces ni ponerse de acuerdo a la hora de ir a mear. Es un hecho. Aunque, eso sí, una vez que vienen de hacerse sus pajillas por esos urinarios de Dios, no les queda tiempo ni de guardarse la chorra. Y para demostrar la empatía y las ganas de agradar al personal, se dedican a hacer oposición meando hacia el público en general, y diciendo las cosas que decimos todos: Rajoy es imbécil y tonto del culo. En fin, para eso…
Ante lo cual os pregunto, ¿y quién es el presidente del gobierno, Rajoy o los que lo critican y ni siquiera son capaces de ponerse de acuerdo en echarlo?
No sé, para mí que el kilo de imbécil en esta España plagada de patriotas suizos cotiza al alza, y que el Congreso se ha convertido en un Centro de Día.
Y es que: el caballo es un animal, un animal es un bruto, bruto mató a César, César no hizo nada, el que nada no se ahoga, el que no se ahoga flota, una flota es una escuadra y una escuadra es un triángulo.
O sea y traducido, especialización del diputado español: juegos de palabras, crucigramas y sudokus. (Los/as más avezados/as prefieren el Candy crush).

Rajoy será un imbécil y un tonto del culo, será. Pero por mucho que nos digan los que  le hacen oposición que ellos son un champú anticaspa, lo cierto es que cada día hay más grasa.

NAZIS, PAPANATAS Y TONTOS DEL CULO.

Esta es la versión actualizada del cuento del mamarracho integral, del tonto que además es malo, del cretino, del imbécil, del estúpido, del mamalón…Esta es la triste historia del tonto de baba de toda la vida. Este es el nuevo estereotipo/a al que responde, y para que sea más fácil su identificación ahí va una breve descripción del susodicho, del tonto de los cojones. O sea, de los ovarios. Seamos paritarios, no escatimemos en adjetivos, estos tontos/as se merecen todos mis esfuerzos. Además, la cosa amenaza epidemia: las hay para dar, y los hay para tomar. Pero siempre con un denominador común, tontos. ¡Tontos de cojones!
Son muchas las personas, bondadosas y bienintencionadas ellas, que protestan a voz en grito cuando se produce alguna salvajada terrorista en Europa. Las hay que siendo como son, solidarias, ponen crespones negros en sus muros de Facebook e incluso las más echadas para adelante prefieren las oraciones a la virgen.
Ofrecen consuelo al que sufre y al afectado por la sinrazón terrorista.
Sin embargo, algunas de esas personas aun siendo como son capaces de lo mejor, también son capaces de lo peor.
También se confirma que muchos no siendo ciegos parecen tuertos. Porque sólo ven con el ojo de mirar lo de aquí. El ojo de mirar lo de allí lo tienen más cegato que el ojo del culo.  
Y siento hablar de lo obvio, porque obvio es que tal cosa sucede, pero es que hay gentes, que no personas, capaces de sacar de sus casillas a cualquiera.
Hay gente que entiende la bondad, la solidaridad y la piedad sólo en una dirección. Y la verdad es que la cosa resulta  triste.  Que después de 2017 años datados de historia las cosas estén donde estaban, y las estupideces y los sectarismos sigan siendo el pan de todos los días, es una triste pena.
Para muestra un botón.
Cualquier día de estos, lees un periódico, escuchas la radio o ves la televisión, y siempre sucede lo mismo: sectarismo y camarillas.
Sí pero no. A lo mejor, quizá, tal vez y vuelva usted mañana. ¿Qué quiere qué? ¿Honestidad, rigor, transparencia? Pero qué cosas se le ocurren a usted. Vivimos en Europa. Un solar. Aquí estamos bien, y tenemos el deber de protegernos como primera norma. Protegernos entre nosotros. Todo para los de aquí y nada para los de allí. Así, de entrada. Después ya veremos. Acogemos a un par de docenas de desgraciados, lo publicitamos convenientemente y emitimos todo el mondongo en horario de máxima audiencia. Siente a un pobre a la mesa. Las conciencias se aquilatan, las disquisiciones menguan y el Pisuerga pasa por Valladolid. Las cosas como son. Todos contentos.
Y ahora me pregunto, os pregunto, una cosa: ¿la política que sigue la Unión Europea, y que los ciudadanos respaldamos no revelándonos, es o no es nazi?
Sí, he escrito nazi. ¿Os acordáis de quiénes eran los nazis? Efectivamente, eran aquellos cabrones que lucían esvásticas y que en aras de una raza superior, la aria, se dedicaron a darle matarile a todo el mundo. Sí, nazis. Aquellos.
¿Los dirigentes europeos que se niegan a socorrer a los necesitados que huyen de conflictos bélicos son nazis? Sí, he preguntado si son nazis porque no lo sé. Porque, ¿no es de nazis ir adónde no te ha llamado ni Dios, bombardear a diestro y siniestro y después silbar y mirar para otro lado? ¿Sí o no, lo es o no lo es? Porque, ¿condenar a muerte a personas para llenar la despensa o porque supuestamente tienen armas químicas o porque son una dictadura y hay que iluminarles por el camino de la verdad, no es una cosa propia de nazis? Sí, es de nazis. Sólo los nazis defienden que el fin justifica los medios. Bueno, los nazis y los demócratas europeos.
Así que ya sabéis, que sí, que está muy bien lo que hacéis, lo de las oraciones, lo de los crespones y las demás caralladitas con las que decoráis vuestros muros de Facebook, pero, hatajo de buenas personas,  ¿Os acordáis de aquel refrán que decía a Dios rogando y con el mazo dando?
Pues eso, ¿sabíais que a eso se le llama ser nazi? Pues sí, y además también sois una pandilla de papanatas y unos  tonto del culo.
Sois lo que se dice un compendio, vamos.



UN PAR DE IDIOTAS A LA FUGA.

Algunos dinosaurios del Psoe, los de menos cerebro y los que están en vías de extinción, están demostrando su talante democrático al negarse a aceptar el resultado de las votaciones que eligieron a Pedro Sánchez.
Este par de dos destacó por tener la iniciativa de las ostras, el uno; y por la querencia al patadón en la puerta el otro. Y sí antes ya no aceptaban el pasado, ni cualquier crítica hacia sus actos, ahora tampoco aceptan el presente.
¿Y cuál es la manera en qué expresan su disconformidad los díscolos del chichinabo? Pues uno, Corcuera, yéndose haciendo lo mejor que sabe hacer, dando una patada en la puerta; y el otro, Leguina, vertiendo por el pozo negro que tiene por boca toda suerte de improperios y tonterías.
Son así, son unos intelectuales del desparpajo y de la idiotez. De toda la vida. El uno pasará a la historia como el ministro del patadón en la puerta, y al otro lo recordamos por ser el peor presidente de la comunidad de Madrid en toda su corta historia hasta que llegó Aguirre y la cólera de Dios se instaló en la capital.
Y si el primero llegó a ministro por la gracia de Felipe y gracias al cupo de enchufes vascos, del otro su mayor mérito consistía en haber estado haciendo no sé qué en el gobierno de Allende. (¿Limpiaba los ceniceros?)
O sea, que se les nota el talante.
Tan es así, que hoy el BOE de Felipe González, El País, difunde unas declaraciones del ex más ex de entre todos los ex en las que con todo cinismo del mundo dice: “Hay que apoyar a Sánchez. Es lo que quiere la mayoría”.
Si rectificar es de sabios, Felipe está demostrando que es un gran sabio, ¿o es un gran cínico? Obvio es que más bien lo segundo. De todas formas hay que aplaudir la iniciativa. Y añadir otro matiz: que conste que la rectificación no empezó ahora.
Felipe, dicen los que saben, antes del domingo ya se había arrepentido de apoyar explícitamente a Susana Díaz. Y si bien no dijo aquello de qué error, qué inmenso error, algo dijo. Eso sí, no se sabe muy bien lo que dijo. Sólo se sabe que sus propagandistas dicen que algo dijo. Conste en acta, o sea, post.
Tanto debió decir que incluso se retiró de la campaña que acabó eligiendo a Sánchez, y por eso en el último mitin traca de Sevilla sólo apareció Alfonso Guerra al lado de la candidata Susana. El hermano de Guerra, el pobre Juan sin Tierra, excusó su presencia.
Dicho todo lo anterior, también hay que señalar que a Pedro e incluso a Sánchez, la marcha de este par de dos le importa un bledo. Porque, perder, lo que se dice perder, no pierde nada.
Corcuera se ha convertido en un profesional del desbarre y Leguina siempre tuvo el interés que tienen las ostras.
Por tanto, siento decirlo, pero al Psoe le irá mejor sin este par lechuguinos. Porque a estas alturas del partido todos sabemos dos verdades absolutas:
Primera, de la boca de los telepredicadores sólo sale arenga de obispo, y segunda las ostras no tienen ni de lejos el interés de las almejas.
Así que, por la sombra. Par de dos.



LA REACCIÓN DE EL PAÍS A LO DE SÁNCHEZ.

Me preguntaba yo, ¿y qué estarán pensando los del periódico El País de la reelección de Pedro Sánchez? Para salir de dudas fui a la edición digital de dicho medio de comunicación y vi lo siguiente: “Cataluña declarará de inmediato la independencia si no hay referéndum”.  
Olé, la versión chascarrillo del grupo PRISA recoge con su precisión habitual lo que pasa en España. Primero hablamos de la nada como entelequia y después de la mierda como objetivo.
Bien, Cebrián. O.k profesionales del medio. Estáis a medio paso de periodistas fundamentales en cualquier democracia, estáis casi rozando el rigor de Marhuenda y el verismo de Inda.
Olé, sois estupendos.
El País, un periódico que nació con la democracia está demostrando que está viejo. Muy, muy viejo. Y lo que es peor, está obsoleto. Desde que tiró por la vía de las equivocaciones no para de despeñarse.
Porque, aquella mañana en la que decidieron apoyar sin fisuras a Susana Díaz, y que se se pusieron del lado de los oligarcas del Psoe, fue una mañana nefasta para todos los socialistas.
Por una vez ni nadaron ni guardaron la ropa. Y no era la primera vez que tal cosa sucedía, porque desde ese mismo periódico se intentó, en tiempos, lanzar la figura del repelente niño Vicente que era Alberto Gallardón como hombre de derechas pero con talante de izquierdas y a todos nos entraron arcadas. Tal entelequia casa ahora con la operación Cifuentes, y el empeñarse en hacernos creer que la Cifu es una víctima más de este sistema injusto en el que vivimos.
¿Sí, en serio? ¿A eso le llamáis periodismo?
Bien, pues lo cierto es que ganó Pedro Sánchez y que Cataluña se declarará independiente si no le hacen un referéndum. Por ese orden.
¿Y ahora qué, qué más? ¿Cejaréis en el acoso y derribo o redoblaréis la apuesta?
Estoy deseando ver vuestra reacción. Claro que siendo, como sois, capaces de pactar con tirios y troyanos, y estando como está vuestra propia supervivencia empresarial en juego, es de suponer que no haréis el loco y que os conformaréis con seguir haciendo lo que últimamente hacéis: el gilipollas y dar pena.

Y es que, vosotros mismos os la habéis metido doblada. Así que, a disfrutar. Con suerte llegáis al orgasmo, panolis.

SARNA CON GUSTO NO PICA.

Hay periodistas tan arrogantes y pagados de sí mismos que se creen el papel que la sociedad les atribuye, y que creen que son ellos los encargados de decirle al público lo que deben de ver, escuchar y comprar. Estos pánfilos se creen que son ellos los creadores de opinión y los inductores al buen gusto.
Y aunque pudiera ser, lo cierto es que no es así.
Porque son los empresarios de la comunicación los que se encargan del asunto, y ser periodista no es lo mismo que ser empresario.
El periodista es un asalariado. Alguien que pone sus conocimientos, argumentos y pluma a las órdenes de quién le contrate. Después, y si el contrato vale la pena, el periodista hará cábalas en torno a eso que es la credibilidad, la honorabilidad y la honradez, y decidirá en que cajón guarda su ética y sus ganas de cambiar el mundo. Lo primero es trabajar y después comer pasteles.
Pero para hacer lo primero, para trabajar, lo primero que tiene que hacer el periodista de turno es mostrarle al señorito/a que lo contrate su lealtad, su aptitud y su título universitario.
Para conseguir el objetivo vela armas, apunta y dispara a todo aquello que sabe o supone que incomoda al mandamás. Así vemos como periodistas, adjetivados de insignes, hacen auténticos papelones, protagonizan y avalan auténticas mamarrachadas, cuando no libelos. E incluso, alguno muy icónico y muy mayor, salta como una fiera a la hora de defender a su empresa de las hordas de malandrines que la ponen en solfa. (Hablo de Gabilondo y su cerrada defensa del grupo Prisa a propósito de un supuesto ataque de Podemos)
Así, sin más, los periodistas presumen de libertad, aun teniendo como tienen todos bozal y correa a juego. Pero como hacen de maceteros en tertulias de diferentes pelajes, en busca de la pluralidad informativa y del tanto por ciento de participación en la tarta audiovisual, se creen los reyes del mambo.
¡Puafffffff…!
Es un hecho. Por eso y gracias a eso, esa política informativa plural y mentirosa, que esconde la verdad de las cosas para ofrecer mentiras como sucedáneo, está tan en boga.
Los imbéciles paniaguados, al parecer, disparan los índices de audiencia.
Si sale Marhuenda o Inda en televisión sube el pan. Los de izquierdas flipan con este tipo de periodismo cuervo y filibustero. Se dejan seducir, y por salir en la tele son capaces hasta de aplaudir con las orejas la ocurrencia. Sí, Ferreras. Amén, Pastor. Los de derechas aplauden tales iniciativas encantados, y los empresarios de comunicación pierden dinero con gusto porque saben que les compensaran por otro lado, porque en toda parte roen los castores.
Porque aquí  no se trata de informar. Aquí de lo que se trata es de tener una plataforma lo suficientemente potente para usar de ariete en el combate y como cambalache en el negocio.
Y si no me creéis mirar para el tal Florentino, para Villar Mir y para toda la caterva de empresarios-mangantes que asolan este país, y preguntaros: ¿por qué no están en la cárcel todos estos hijos de la mangancia? ¿Por los periódicos, gracias a los periódicos, por qué?
Claro que si no nos importa que nos roben a mansalva, tampoco nos va a importar que nos engañen. Total que más da. Parece que damos por supuesto que siempre habrá alguien dispuesto a ser ladrón. Y como los ladrones saben que siempre habrá periodistas que los defiendan, pues… la pescadilla se muerde la cola.
Marca España, lo de siempre.


¿QUIÉN ES MÁS TONTO DE LOS DOS...,

Chabelita o Rajoy?
Hoy el juego de las comparaciones llega hasta este par de dos. Se trata de decidir de forma supuestamente razonada quién es más tonto o más listo de los dos.
Chabelita, fue una niña adoptada por una una gitana que se dedicaba ora al cante, ora al mangue, y que aprendió desde su más tierna infancia a vivir sin dar palo al agua.
Rajoy, hijo de padres payos y muy bien colocados, es un tipo que se dedica ora al cante, ora al plasma, y ciudadano que dice vivir trabajando arreo como un cabrón. 
Chabelita no trabaja porque el mundo la hizo así. Total, para ganar la mierda que gana Rajoy con una tarde le sobra.
Rajoy, como decía, trabaja a arreo por un mísero sueldo y por un paupérrimo sobresueldo pone el culo, y pese a haber estudiado una carrera, a haber ganado una oposición y a tener plaza de Registrador de la Propiedad del Estado, prefiere sacrificarse y ganar una mierda haciendo algo que no sabe hacer en vez de ganar una pasta gansa haciendo lo que se supone que sabe hacer.
Es por eso que Chabelita, siendo como es el máximo exponente de la Ley del Mínimo Esfuerzo, tiene que estar bien pagada. Por fuerza. No pegar palo al agua y facturar por dejarse retratar en lugares idílicos, es muy duro.
Rajoy, al contrario, se esfuerza más que un estreñido. Se sacrifica por España, y como es totalmente…., al menos eso es lo que dicen los imbéciles que le hacen oposición, trabaja de Presidente del Gobierno, recibiendo palos a mansalva, en vez de hacerlo de Registrador de la Propiedad donde ganaría muchísimo más y donde además podría tener más vacaciones que la mismísima Chabelita.
Para hacer un análisis real no os olvidéis de tener en cuenta la realidad paralela, porque los tertulianos de Tele 5 asegura que:
Chabelita es lista. Nivel, lista de cojones.
Por contra algunos tertulianos de La Sexta y de Cuatro, aseguran que Rajoy, pese a su puesto, a sus estudios y a sus oposiciones, es tonto. Nivel, tonto de cojones.
O sea, y para que lo tengamos claro: Chabelita gana una pasta rascándose el sobaco, mientras que a Rajoy lo que mejor que se le da es cobrar sobresueldos de constructores.
Aunque también hay quien dice ver alguna coincidencia:
Chabelita, salvo abrirse de piernas…, no sabe hacer nada. A Rajoy le pasa lo mismo, se abre de piernas y jode a todo quisqui que no sea abogado del estado.
Así que:
Esta chica, feílla, chaparrarrita y nini porque le da la gana, vive dabuten benvenuten sin pegar sello; mientras que el otro, el Presidente del Gobierno, para ganar la mierda que gana, comparado con la otra, tiene que hacer el papelón de su vida y joder al personal sin ton ni son.
Conclusión:
En fin… ¿Vosotros quien creéis que es más imbécil, Rajoy, Chabelita o yo por hacer la comparación?
Los que votáis por mí debéis de saber dos cosas, la primera es que os agradezco la agudeza y la segunda es que a mí, al igual que a los otros dos, también me importa un huevo vuestra opinión.


MADURO, FELIPE VI Y PSOE.

Casi puedo escuchar su tono de soflama y el arrastrar de la última palabra, cuando Maduro cuando le dice a Felipe VI: “ponga orden en el racismo y el fascismo de la derecha española”.
El dirigente caribeño, líder de una de las naciones más ricas del mundo y en la que sólo viven bien unos pocos, no parece saber que a Felipe VI, en España, más que nada lo tenemos de adorno.
Es un “pongo” la mayoría de las veces, y un adorno caro siempre.
También lo tenemos para estrechar manos, leer discursos y enviarlo de vez en cuando a misa de doce a que lo retraten a él y a su familia.
Otra cosa es lo de su mujer, claro. Su esposa, aparte de mujer y de asturiana, también es una roja de boutique; y entre elegir un buen colegio para sus hijas y tratar de llevarse bien con sus cuñadas, se le va el día. Por eso, como buena subversiva, reclama para sí y los suyos, findes por Europa adelante en los que tener ocasión de lucir modelitos marca España y lánguidos cagarrutos.
Por tanto, Maduro, como sé que estás demasiado ocupado para enterarte de algo, hoy me dirijo a ti para aclararte lo del Psoe, lo de Campechano y todo aquello que sea menester.
No te asustes, lo sé. Es un lío de cojones, pero alguien tendrá que esforzarse un poco y tratar de explicarlo, de explicártelo.
A ver si te enteras, hombre.
Verás, en España existe un partido, Psoe, que tiene un problema con el liderazgo. Tenían a uno y los mandamases del partido lo echaron de jefe porque no daba el perfil. Sin embargo, estos mismos mandamases creen que el perfil ideal lo da otra persona. Pero para rematar el cuento y hacer la historia creíble se presenta otro. La cosa se convierte en un trampantojo. Miras y parece democracia, pero…. El lío de trileros está montado.
El defenestrado, Pedro Sánchez, sale lenguaraz y empieza a repetir ripios por aquí y por allá. Que por mayo era por mayo, cuando hace la calor, cuando canta la calandria y entran los campos en flor. El romance del prisionero. Y así se pasa todo el día, declamando. El argumento, aunque cierto, resulta cansino.
Por otra parte, está ella, la elegida de los dioses. Susana Díaz, presidenta de la comunidad autónoma de Andalucía, donde el mayor logro es estar igual que cuando empezó la democracia, de últimos. Primeros en paro y primeros en todo lo malo en que se puede ser primero. Ella, sin embargo, dice tener la solución a todos los males del mundo mundial, incluidos los del Psoe, y estar dispuesta a sacrificarse y a ser primero secretaria general, y después presidenta por el bien de los españoles. Recurre a la épica, y ayudada por ese cantante de juglería con museo propio que es Felipe González, le recuerda a Pedro Sánchez: “ni siquiera Felipe González confía ya en ti”. Ozú con el pedazo de argumento. Sólo faltó un Viva España, y un olé sentido para darle mayor convicción al asunto.
Y entonces, entre el medio de estos dos, surge el tercero en discordia. El pelotari vasco. Serio, sensato y repartiendo mandobles y tics en una sola dirección: en el careto estúpido y anodino de Pedro, quien lejos de revelarse y contestar con un “tú también, Bruto” optó por contestar las preguntas de parvulitos que el otro lanzaba.
Como es natural, y después de escuchar el sesudo debate del que la mitad de la prensa da por ganadora a Susana Díaz y la otra mitad a Patxi López, leer lo de Maduro casi que no desentona.
Es más, incluso diría que si Maduro fuera español también estaría luchando por alzarse con la secretaría general del Psoe. Porque, si a su nivel más que sobrado, unimos su gracejo caribeño y ese arte que tiene para no enterarse de nada, está a la altura de cualquier Susana de la vida, del ínclito Patxi e incluso del mismísimo Pedro.
Porque, para mí, que estos tres no se han enterado de nada y de que están en el mundo porque en el mundo hay de todo.
Incluidos todos los imbéciles mentados en este post.


ESPAÑA DE LOS CAÍDOS.

Que uno de los síntomas de dictador es la megalomanía creo que no lo discute nadie.  Ni siquiera los gallegos proclives como somos a la entelequia que es el “depende” dudamos de que lo anterior sea cierto.
Máxime después de tener que soportar la decisión del “demócrata” Fraga con respecto a “su” Ciudad de la Cultura Mangue y Despiporre, y de asistir a la magia potagia del dineral gastado.
Todo sea por no contrariar a don Manuel, y para beneficiar a unos cuantos y al partido.
El Señor de los Tirantes, Manolo, aprendió todo lo que tenía que aprender de su maestro y mentor. Un general superlativo, de voz aflautada y que antes que don Fraga también tuvo una idea colosal y magnífica: hacer de España un valle de caídos.
Dicho y hecho, ¿porque, quién es el chulo que le discuta las órdenes a alguien tan lleno de razón?
Como nadie nace con vocación de fusilado el engendro se perpetró. Desplazaron hasta allí a cuadrillas de presos para hacer el trabajo y ahorrar en jornales, y después expoliaron tumbas como zombis hambrientos.
Se acabó la tontería:
Si Mao, un colega asiático de la época, tenía un monumento que se podía ver desde el espacio (La gran muralla), él (don Caudillo) iba a tener la cruz más grande del universo a la vista del mundo y para asombro de las nuevas generaciones de patriotas.
El cine, en aquel tiempo un servicio de propaganda del megalómano, que servía de bálsamo para olvidarse de lo visto antes en el NODO, sirvió como arma propagandística del proyecto.
Toni Leblanc se hizo astronauta, y en su primer viaje al exterior, y desde el perineo de La Tierra, observó una gigantesca cruz.
Era la cruz del Valle de los Caídos. Orgullo de España. Símbolo de modernidad y de cultura. La primera cruz del mundo mundial en salir en todos los gps que en este mundo hay. Lo saben todos los turistas espaciales. Vas allí, al espacio exterior, y lo primero que te enseñan los tour operadores es la cruz del valle de los caídos. Después mencionan la muralla que cierra el frondoso valle.
Pero como las películas en aquella época siempre tenían un final feliz, Franco se murió. La gente estaba muy afligida, el presidente de turno lloró y la ciudadanía desfiló en manada para darle su postrero adiós.
Aunque, todo hay que decirlo, se sabe que hubo gente mala que celebró tan infausta ocasión bebiendo cava del barato como si la cosa fuera motivo para practicar el despendole.
Como no podía ser de otra manera, los nuevos dirigentes, demócratas ellos, aceptaron la imposición de enterrar al general superlativo en el único valle del mundo con cruz incorporada.
Así, y gracias a la sumisión de los 100.000 hijos del gran julandrón, cuarenta y pico años después todavía seguimos hablando de la tontería.
Y ya está bien de tanto delegar, coño.

A Franco, a José Antonio, a quién sea, que lo entierre su familia, si quieren.

COCINEROS DE ATAPUERCA.

Sinceramente, a mí lo que opinen los cocineros sobre legislación laboral me la trae floja. Parto de la base de que todo el mundo tiene derecho a tener la opinión que le dé la gana. Incluso incumpliendo la legislación vigente. Mientras sólo sea opinión y privada...
…Por lo tanto que los cocineros defiendan la figura del becario o del staiger, como dicen ellos, me parece tan legítimo como que a mí me importen un huevo sus opiniones más allá de la receta del escabeche (es un poner).
¿Por qué? Porque zapatero a tus zapatos. Traducido. A los fogones.
Cada uno puede tener derecho a opinar lo que le salga del culo.
A partir de ahí, y si contratan becarios o staigers o a gilipollas que trabajen gratis, también tienen razón y derecho a hacerlo. Derecho, porque parece ser que estas conductas están consentidas y admitidas en el Estatuto de los Trabajadores.
Por tanto, si ellos tienen derecho a aprovecharse de las circunstancias laborales que los gobiernos democráticos toleran, los demás también tenemos derecho a protestar e incluso a poner el grito en el cielo, y a pedir que tales cosas no sucedan.
Y es que yo, que soy suficientemente mayor, recuerdo otras épocas y otros tiempos, cuando el mandamás era un general superlativo apellidado Franco, y el servicio doméstico (por ejemplo) trabajaba prácticamente por la comida y un poquito de ropa con la que abrigarse, mientras los señoritos de patacón se entretenían paseando sus miserias y presumiendo de la mucama que habían traído de la aldea.
Viendo estas cosas cualquiera pensaría que cuarenta años de democracia no han servido para nada.
Porque los mismos señoritos siguen defendiendo las mismas chorradas, con los mismos argumentos y por los mismos cuatro patacones.
¿A vosotros todo esto no os huele a rancio?



EN TODAS PARTES CUECEN HABAS.

Yo, como nunca he vivido en otro país, no sé qué es normal y qué es anormal en otros sitios. En este, tampoco. Otra cosa es que lo intuyas, pero saber, saber… no lo sé. Yo creo que no, que hablo, que hablamos por referencias.
Porque hoy, sin ir más lejos, cuando empecé a leer la prensa autodenominada seria creí que estaba alucinando.
Me asaltó una foto del presidente de los Estados Unidos de América del Norte, un tal Donal Trump.
Viéndola me pregunté a mí mismo (puedo prometer y prometo que un día de estos voy al psiquiatra), ¿y éste fulano a quién me recuerda?
Y caí en la cuenta: coño, pero si es Naranjito.
¿Os acordáis de Naranjito? Sí, Naranjito, aquel que trabajó de mascota en el mundial de fútbol España 82. Aquel mundial que recordareis por la cagada de Cardeñosa y en el que descubrimos que Hulk era vasco, aunque allí le llamábamos Arconada que es más de andar por casa.
Pues eso, Donald es un clon de Naranjito. Y como decía uno que era de Villalba (Lugo): y punto.
Pero siguiendo con las peripecias, y siendo como soy culto de lo mío, me fijé en otra foto que aparecía al lado.  En ella aparecía radiante y feliz el presidente, ¿o es Zar? De todos los rusos.
Con ustedes, señoras y señores, don Vladimir, conocido mundialmente por su apellido: Putin.
Vladimir Putin, quien al casarse convierte a su señora en señora Putina.
¿Y sabíais que Putin también tiene un clon? Pues sí, no iba a ser menos. Lo podéis ver y comprobar en cualquier libro de Historia del Arte.
Yo lo veo todos los días porque, como soy tan culto de lo mío, tengo una lámina de él enmarcada en mi casa: El matrimonio Arnolfini.
Igualito. Tanto que incluso hay quien sostiene que todas las figuras masculinas que pinta Van Eick en realidad son Putin.
Desde luego el parecido es asombroso.
Pero estaba yo pensando en lo raros que somos aquí, y la atención que prestamos a cosas en sí mismas insufribles, como pueden ser Sálvame o el programa donde Las Campos enseñan el pelo de la dehesa, cuando de repente reparé en otra foto.
Estaba en el medio de la de Donald y de la de Putin.
El redactor había escrito un pie en el que advertía, esta foto puede herir la sensibilidad. A continuación, y entrando ya en materia se explayaba: foto de Kin Kardashian sin Photoshop.
¡Impresionante!
Lo cual me hizo reflexionar y pensar (y dale Juana): yo creo que los que dicen que España es un país raro y lleno de gente de mierda, que gana una pasta gansa por hacer el gilipollas, no leen los periódicos ni miran los santitos, porque…

Y si queréis me contradecís. ¡Faltaría más! Qué carallo, a esta ronda invito yo.



YO ENTRÉ EN EL CESID (PILAR URBANO).

Hicimos un brainstorming porque los espías somos políglotas. Prueba de ello es que 002 tiene cuatro esposas.
Unos querían contratar una empresa de comunicación, otros eran más partidarios de hacer unas vallas y los más gastones optaban por una campaña publicitaria en la tele.
Aunque pueda parecer paradójico con el oficio la misión publicidad acababa de ser puesta en marcha.
Afortunadamente tenemos jefes para imponer su criterio y evitar que hagamos el gilipollas. Ellos asumen todos los sonrojos.
Nuestros jefes se decidieron por contratar a un escritor. Uno que perpetrara un libro
Pero, ¿quién daba el perfil para un encargo tan delicado?
Tiene que ser un profesional que escriba a favor de obra. Pío y casto, que pertenezca a una de nuestras sectas. Resumiendo, tiene que ser alguien a quien podamos contralar y manejar a nuestro antojo. Pero también tiene que aportar credibilidad sobrada y mucha experiencia. Y lo más importante de todo, alguien que se deje sin dejarse.
Después de mucho pensar dieron con el nombre:
Pilar Urbano.
Pilar es una profesional acreditada, ¿quién lo duda? Intachable e irreprochable en lo suyo. Y lo más importante, amiga de sus amigos e independiente a más no poder.
Dicho y hecho: contratada. Después la llamaron, ella dijo sí y se acordó el precio. Quedó encantada, y nosotros lo mismo. Mucho gusto.
Pero se suscitó otro problema. ¿Quién la guía y quién le enseña las instalaciones?
Después de tres reuniones de subsecretarios se descartó recurrir a los Efebos que tenemos en plantilla. Ella no tiene esas debilidades. Fue después de un consejo de ministros que repararon en mí. Tuvieron en cuenta mis sobradas dotes para la estrategia y la improvisación.
Si os preguntáis, ¿aparte de eso qué más méritos aportaba? Os respondería que, efectivamente: no estoy en la sección Efebos. Pero si digo que soy el más preparado no exagero lo más mínimo. Además, y aunque parezca una paradoja, siendo 006 fui número 1 de mi promoción. Y eso siempre se debe tener en cuenta. Vamos, digo yo. Y si a todo lo anterior, que no es moco de pavo, le unes mi destreza en el manejo del arma más  disuasoria que hay sobre la Tierra, entenderéis la elección.
 Porque, para que lo sepáis, soy experto en nivel delirio.
Aquella mañana me puse traje y corbata a juego para enseñarle La Casa.
Previamente me había cepillado los dientes con esmero, y ensayado sonrisas a tutiplén delante del espejo.
Llevaba preparadas un sinfín de frases hechas y de contestaciones tipo. Y había hecho roll play toda la noche en la sección Ninfómanas; y después de repetir hasta la extenuación, alcancé la excelencia.
Para llevarla a terreno propicio la cité a la hora del ángelus. La ocurrencia se reveló como un acierto. Cuando llegó fuimos a la capilla a rezar un rosario para empezar bien el día, y después de cinco genuflexiones y siete padrenuestros dio comienzo la misión propiamente dicha.
Se lo enseñé todo.
Ella miraba asombrada.
En la sala de vídeo flipó con la flexibilidad de Bárbara, y en la de audio se le quedó la boca abierta viendo al muy Campechano practicar el griego en la intimidad.
Clásicos de La Casa.
Me miraba incrédula, y en ese momento, creyendo que me había despistado, fue cuando empezó a hacerme preguntas comprometidas:
Que si a qué hora salía, que si cuál era mi nombre en clave y que si… En fin, esto no lo cuento.
En ese momento fui consciente de que tenía que emplear el arma disuasoria en la que soy experto nivel delirio:
Me encogí de hombros.


YO HE VISTO COSAS QUE NO CREERÍAS.

De la novela, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, salió la excelsa película que es Blade Runner.
En ella se enmarcan frases memorables de la categoría de la que da título a este post: “yo he visto cosas que no creerías”.
Viene ello a cuento de la estúpida realidad de nuestro país. Nación ésta en la que, gente que se dice bien intencionada, y que es calificada de preparada por ojo de buen cubero, dice trabajar con denuedo en favor de todos los públicos. Y aun pudiendo ser verdad, también es cierto que tal vez sea mentira.
En todo caso, lo mejor siempre son las interpretaciones que cada uno hace a propósito de que el Pisuerga pase por Valladolid.
Los amigos del régimen. Los que sin cobrar nada defienden a los rufianes que nos gobiernan de los Rufianes que los acosan. Los que dicen una cosa y argumentan la contraria. Los que a Dios rogando y con el mazo dando. Los pijus obsoletus, los yonquis de los “regalos” de La Razón, de las homilías Inda y todos los que añoran limpiarse el culo con papel Elefante.
Y, a mí, que ya estoy curado de espantos, estos prójimos me sumen en un estado próximo a la mueca y al arqueo de ceja. Tanto que a veces hasta se hace difícil dar crédito a lo que lees. Claro que después viendo de quién vienen las frases te acuerdas de la mítica ya mencionada, y con cambiar el visto cosas por el leído cosas, tienes una película de política-ficción.
Decía uno en un Estado de Facebook a propósito del antes cantante y ahora político (¿o es al revés?) que es Lluis Llach: “Este miserable y ignorante que se viste como un pordiosero…”
Creerme, el que lo escribe es un hombre preparado (y no es un fallo, que un fallo lo tiene cualquiera). Preparado tanto o más que un vulgar presidente del gobierno. Y aún sin llegar a ser abogado del estado, que eso ya debe ser lo más en idiosincrasia, no le va a la zaga a ningún ministro en cuanto a títulos.
Incluso si os fijáis bien en la frase, en la enjundia y prosopopeya, podría estar a la altura de cualquier CEO de este país (los he conocido así de finoli-deformados en esas school harward de los cojones).
Son gente, creo que ya lo he dicho antes, sobradamente preparada, licenciados en lo suyo y doctorados en lo ajeno.
Pues bien, esta pandilla de Preparados y de Campechanos, los que dirigen este país, y a los que todavía sobra tiempo para darnos lecciones de ética, no darían la talla ni para trabajar de limpiabotas en un país normal.
El problema es que, ¿dónde encuentras un país normal? ¿Y dónde encuentras a gente interesada en la ética? Porque, normal, lo que se dice anormal si hay, y si ético fuera lo mismo que estético, a porrillo.
Menos mal que en mí rescate acude otra frase de la misma peli que explica mejor la cuestión:
“Nunca he visto una tortuga, pero le comprendo a usted”.