ESPAÑOLES, 007 HA MUERTO.

Yo, como buen espía, bueno ex espía, prometí guardar silencio y no comentar el tema. Pero, como soy de natural laretas, aún no había hecho la promesa y ya estaba incumpliéndola.
Palabrita del niño Jesús.
Y es que, hay cosas difíciles de resistir y no hablar de él, de 007, es más difícil y peligroso para la salud que dejar los bocadillos de panceta de repente.
No consigo salir del estado de shock. 007, Roger Moore, ha muerto. Y lo que es peor y denigrante, el hombre se murió de viejo.
Como es natural cuando los actuales dirigentes de la cosa esa del espionaje se enteraron quisieron poner la capilla ardiente en la entrada de la central. Pero, no pudo ser. La familia dijo que no, y por más que se les insistió, y que si patatín y que si patatán, no cedieron. Fue por eso que en vez de ataúd se puso un libro de condolencias a disposición del público en general y de los espías en particular.
Después de varios días pensando y de asistir a un cursillo sobre Cómo redactar sentidas necrológicas, todos escribimos algo.
Yo, sin ir más lejos, escribí: adiós. Como podéis comprobar el cursillo dio sus frutos. Sin embargo cuando leí lo que había escrito un tal Antonio Resines me emocioné.
Antonio Resines escribió: Adiós, maestro. Todo lo que sé lo aprendí de ti.
Ya os podéis imaginar lo que hice a continuación, fui a la Frikipedia y puse en la barra de búsquedas, ¿quién cojones es Antonio Resines? Inmediatamente salieron en la pantalla del ordenador 3.765.890 entradas. Había un Antonio Resines ornitólogo, otro Antonio Resines dentista e incluso encontré a diez parados que atendían por el nombre de Antonio Resines. Por supuesto los deseché a todos a la primera ojeada. No era ninguno de aquellos el Antonio Resines que yo buscaba. Estaba al borde de tirar la toalla cuando de repente lo encontré:
Antonio Resines, actor, 62 años y ex Presidente de la Academia de las Artes y de las Ciencias Cinematográfica de España  (olé).
Caí de la burra de repente, lo entendí todo, y dije una frase que quedará para la posteridad más postrera: es este, este es el Antonio Resines que buscaba.
Y es que es una triste verdad reconocerlo, pero es lo que hay y no está mal  además reconocerlo. A 007, o sea Roger Moore, no le llegaba el sueldo de espía a fin de mes, y como era un hombre guapo, inglés y de ojos azules, lo contrataron para que hiciera de sí mismo. Tenía experiencia en el ramo no en vano antes había sido Santo y uno de los Persuasores. Tuvo un gran éxito y creo escuela. Fue un gran actor y todo el mundo en general, y Antonio Resines en particular, llorará su falta.

La verdad es que yo no había estado tan afectado desde que se me murió el canario.

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