FINAL DE LA COPA DE MERKEL.

Un librepensador ayer dijo:
 El Real Madrí ayer ganó su onceava copa de Europa.
O sea, mal. Como siempre.
El diletante no atendía por el nombre de Sergio ni siquiera por el apellido Ramos, quien contento con tener domingo propio y lectura suficiente en su cuerpo, ahora está pensando, es un decir, internarse en una clínica para tratarse su adicción a las peluquerías.
Messi ayer no jugó, está ocupado con un nuevo monopoly de nombre Panamá.
En su lugar pusieron a un portugués muy romano que atiende por el nombre de Cristiano y que no estuvo ni católico ni marrano. Estuvo. O sea, fue porque es verdad, también lo llevaron. Se despeinó en el minuto uno y sufrió calambres en su cuerpo bruñido de laca y solárium.
El Atlético de Madrid como siempre, gracias. O sea, un pupas.
Primero fallan un penalti, premonición de lo venidero, después el árbitro, al que también podéis distinguir porque de los veintitrés tíos que hay en el campo es el único que va de negro y tiene como misión tocar el pito a los otros, le regala un gol al gran castor que es Florentino. Y así hasta el descanso. En ese momento, Simeone, el muy Cholo, en el vestuario, apela a la épica que hay en sus jugadores y para motivarlos les lee el Cantar de mío Cid:
Ya cabalgan aprisa,   ya aflojan las riendas.
Al salir de San Siro,   tuvieron la corneja diestra,
y entrando en Madrí ,   tuviéronla siniestra.
El Cholo se encogió de hombros   y meneó la cabeza:
«¡Albricias, don Cerezo Gil,   que si ahora nos destierran
con muy gran honra   tornaremos a Castiella!»
Los jugadores salieron muy motivados. Tanto que empataron. Llegaron a la prórroga y el Cholo, que aún tenía dos cambios, guardó baza hasta el último momento. Sprint final. Órdago a la grande y subidas de gemelos por doquier. No pudo ser. Penaltis. La última de las suertes. El descabello del fútbol. La injusticia habitual. Cholo, Cid, usa un ardid. Enaltece a su público. Aplausos, vítores y nerviosismo en las gradas. Poste, otra vez. Cristiano encara, Cristiano chuta y Cristiano transforma.
Y así, queridos niños y niñas, se escribe la historia: sonrisas y lágrimas
Tuvieron que pasar los siglos para comprobar que hay cristianos que incluso estando muertos se adjudican batallas.
PD. Por cierto, también se comenta que hoy tienen día libre para ir a la pelu.
Cristina Cifuentes Style. Experta en lamidas de vaca, dígame.
¡Marchando una de canapiés!


DIMES Y DIRETES.

Hace unos años, seis o siete, el pariente político de un amigo, una garganta profunda digna de crédito, nos contaba a mi amigo y a mí, que en una ciudad cuyo nombre voy a obviar, un partido político, supuestamente de izquierdas y con implantación nacional financió a otro partido mucho más a la derecha con la cantidad de un millón de euros.
La cosa se antojaba inverosímil. Un rumor más. Sin embargo la garganta profunda aseguraba, juraba y perjuraba que la cosa era cierta. Incluso aportaba detalles. El millón de euros no salió del bolsillo del partido financiador ni de ningún particular, el dinero había salido del ayuntamiento en el que gobernaban en ese momento, y donde querían seguir haciéndolo.
El objetivo, como es de suponer, era arañar votos y enmarañar el ambiente.
El millón de euros no sirvió siquiera para que el partido, localista, casposo y más o menos de nueva creación, sacara los votos suficientes como para tener un concejal. Sin embargo la operación fue un éxito al decir de sus promotores. Se consiguió lo principal: arañar unos pocos miles de votos. Pese a ello el partido al que se quería ganar con malas artes obtuvo el sillón de la alcaldía con mayoría absoluta, por primera y última vez, y tapó el supuesto desvío de fondos aplicando la regla hoy por ti, mañana por mí.
Ni mi amigo ni yo supimos jamás si tal revelación era cierta. Es más, jamás le oí hablar a nadie de la cuestión mentada. Y si la cantidad, un millón de euros, nos pareció difícil de detraer de un ayuntamiento mediano, ahora viendo los casos de otras ciudades en las que se paga un millón y medio de euros por lo que cuesta seiscientos-setecientos, la cosa ya no parece tan rara.
Quién sabe.
Viene todo esto a cuento de que todos los partidos políticos hablan y critican la financiación de Podemos sin ofrecer datos de la propia.
A Podemos los financió Venezuela, dicen. Y ante tal afirmación, que usan como acusación, aún estando pendiente de confirmación, habría que añadirle una pregunta: ¿y si eso se demostrara como cierto, es ilegal, es ilícito o qué es?
Los que acusan a Podemos de ser financiados por Venezuela hablan de que recibieron del país caribeño siete millones de euros.
Lo cual lleva a otra pregunta, ¿si un partido político recibe un millón de euros, con ese dinero hace una campaña electoral local por todo lo alto y no obtiene ni un solo concejal, y los de Podemos con siete millones de euros montan un partido nacional y obtienen sesenta y nueve diputados, tengo que pensar que los de Podemos son muy listos y los otros muy tontos?
Pues no. Son todos listos. Muy pero que muy listos. Tan listos que los presuntos demócratas, llenos del añejo que dan cuarenta años, sufren alucinaciones y ven siempre la paja en el ojo ajeno y no ven la viga del propio.


PUERTAS GIRATORIAS JUDICIALES.

Todo el mundo habla de las famosas puertas giratorias, y todo el mundo se sorprende de que cambia chaquetas de reconocido prestigio acepten tratos y reciban componendas de los oligarcas del mundo empresarial. Ahí están nombres tan conocidos, y de tanto prestigio, como Felipe González, el abuelete porreta de la política y el felón Aznar destacando entre muchísimos otros.
Pero, hay más. Muchos más.
Y de nuevo nos encontramos ante la paradoja española: todo el mundo protesta pero nadie hace nada para impedirlo.
Pero el fenómeno se extiende a prácticamente todos los ámbitos. Y si para muestra sirve un botón, hoy voy a hablar de algo que poca gente hace: de las puertas giratorias en el mundo judicial.
Dice Antonio Pérez Henaress, periodista y conocido por el nombre de “Chani” que él está a favor de que los magistrados que se dediquen a la política después no tengan derecho de retorno al mundo judicial porque después se producen “dislates” de difícil justificación.
Chani es de derechas. No creo que eso sea discutible. Y por una vez, y sin que sirva de precedente, he de decir que estoy totalmente de acuerdo con él.
Para mí, “Chani” acierta al decir lo que dice. Yo también soy partidario de impedir el uso y el abuso de las puertas giratorias. Siempre y en todos los casos. Y los jueces, en este caso, no pueden ni deben ser la excepción que cumpla la regla.
Porque después pasa lo que pasa.
¿Y qué pasa?
Pues pasa que muchas instrucciones nacen viciadas, por exceso o por defecto, por el simple hecho de que ser juzgadas o instruidas por magistrados que dejaron atrás su tan cacareada “independencia” al aceptar un puesto en la Administración al servicio de un partido político concreto.
Sin embargo volvemos a encontrarnos ante otra de esas cuestiones en la que ningún partido político parece querer entrar. Porque, entran en lo obvio; y tratan de regular, eso dicen porque después tampoco lo hacen, lo más sangrante y perentorio, pero no en el fondo de la cuestión.
Y la cuestión, como bien defiende “Chani”, el único al que le he oído posicionarse en contra de tal práctica, es que un juez o un magistrado, a menudo es tentado a integrarse en el mundo de la política y que una vez acabado su tiempo como “ejecutivo contratado” regresa a la carrera judicial. Y, aunque es cierto que la Justicia tiene sus propios recursos de recusación, tampoco es menos cierto que este hecho causa infinitos problemas, retrasos injustificados y dislates sin fin.
Así vemos que en la Audiencia Nacional, en el Tribunal Constitucional e incluso el Tribunal Supremo, ejercen magistrados que antes sirvieron al ejecutivo, y que ahora por mor y gracias a esa puerta giratoria que es la Justicia, sientan jurisprudencia sobre temas en los que estarían mejor calladitos por aquello de la tan cacareada independencia judicial, el supuesto apoliticismo de sus miembros y porque no se puede ni se debe ser juez y parte a la vez.
Eso sí, ningún partido político lleva en su programa ninguna propuesta para poner fin a tal práctica.
Ninguno.
Todo lo contrario, todos ellos presentan a alguien.
Siempre hay alguien dispuesto a presentarse, con la necesaria voluntad de servicio, y dispuesto a poner el culo o las témporas o... lo que haga falta.
Total, ¡qué más da! ¿Qué tienen que perder?
Siempre están a tiempo de volver a vestirse de “puñetitas”.






¿CÓMO SE FINANCIAN LOS PARTIDOS POLÍTICOS?

1.      Mediante el dinero del estado Español, en función del número de escaños obtenidos y de los votos.
2.      Mediante donaciones.
3.      Mediante las cuotas de los afiliados.
4.      Recientemente Podemos ha inventado una forma de financiarse pidiendo dinero prestado a sus simpatizantes a interés del 0 % y devolviéndolo cuando recibe el dinero del Estado por votos recibidos. Todo lo hace a través de su página web, lo llaman microcréditos.
5.      Mediante créditos con los bancos.

Uno de los problemas que tenemos en España, y no es menor, lo causa la financiación de los partidos políticos. Más concretamente la que, más arriba, aparece como segunda modalidad: las donaciones.
Esta modalidad, la donación, se nutre de las aportaciones que los empresarios amigos hacen al partido de su conveniencia. Y lo que hasta ahí podría ser soportable y comprensible se agrava porque, como es natural, el empresario amigo no aporta dinero por nada. A cambio desde el partido se ofrece a los generosos donantes contratos y componendas surtidas que, a menudo infladas e incluso escandalosamente muy infladas, reportan comisiones que después se parten y reparten entre ellos, generando dinero negro con el que pagan campañas electorales, reformas de sedes, francachelas y sobres a repartir.
Una vez identificado el problema, y sabiendo que las donaciones se usan de forma espuria en muchas ocasiones, nuestros dirigentes deberían de actuar y tomar cartas en el asunto para resolver ese problema.
Ninguno lo hace.
Nadie dice nada.
Todos hablan de la financiación de los demás y de las malas prácticas ajenas pero nadie habla de las propias.
Todos están calladitos con el tema de las donaciones.
¿Vosotros sabéis de algún partido político que haya propuesto eliminar el epígrafe donaciones?
Yo, tampoco.
 Muerto el perro muera la rabia, ¿no?
Pues no, nadie quiere matar al perro. Todos prefieren seguir con la rabia.
Claro que el problema también podría ser solventado de otra manera.
Hay una institución llamada Tribunal de Cuentas encargada de auditar esas cosas. El problema es que el Tribunal de Cuentas se usa como adorno, de que sus integrantes provienen de los partidos políticos y de que actúan con tal parsimonia que cuando se enteran de algo, el algo acaba de prescribir. ¡Qué casualidad!
Y así no hay manera.
El Tribunal de Cuentas está de adorno y para dar cobijo, además de buenos sueldos, a unas personas que auditarán las cuentas del 2016, con suerte, en el 2020.
O sea, como siempre y como en todo: celeridad máxima.






DE POR QUÉ NO VOY A VOTAR A PP NI A PSOE.

Por una razón muy sencilla, porque ambos ya han gobernado.
Y si no os habéis dado cuenta, que muchos todavía parece que no, la corrupción política, personal y económica de los políticos empieza una vez que han alcanzado el poder. El que no tiene poder, y por tanto no puede tomar decisión alguna, es imposible que se corrompa.
Ahora, sin embargo, estamos de enhorabuena porque al disponer de más opciones también tenemos más oportunidades para intentar cambiar las cosas.
Por un lado está Ciudadanos y por el otro Podemos.
Ciudadanos es un partido nuevo, de derechas y con apariencia razonable.
Representan los intereses de las grandes empresas del Ibex 35 que, dirigidas por ejecutivos, y amparadas por la legislación vigente, deslocalizan la producción y operan desde paraísos fiscales. Esto provoca que el Estado sufra una merma importantísima de ingresos que, por lo que se ve, al sensato Rajoy no parece preocuparle
Pero que los empresarios hagan lo que hacen es lícito, es legal e incluso normal. Buscan el beneficio, como tiene que ser en cualquier buen empresario que se precie, y si el Estado es tan amable que consiente la merma de ingresos fiscales, miel sobre hojuelas.  
También propone Ciudadanos una medida-ocurrencia liberal como es el Contrato Único que, de facto, es un cuasi despido libre. Según ellos la población demanda mucho ser dada por el culo.
Para mí que algo no cuadra en la bondad de la política económica que propone Ciudadanos, pero…
 Podemos, es un partido populista, de izquierdas y que está demostrando tener cintura, porque ellos parece que van a ser capaces de conseguir la unión de prácticamente toda la izquierda.
El Psoe se excluye de este pacto de izquierda porque hace tiempo que declinó de su responsabilidad para con el socialismo y la izquierda en general, y que decidió, al igual que el Pp, seguir defendiendo lo indefendible a cuenta, eso sí, del bolsillo del ciudadano que es el que siempre acaba pagando los “saraos” que nos montan.
Por tanto, y al igual que la vez anterior, yo, votaré por lo nuevo, y después si fuera creyente me pondría a rezar para que lo nuevo no sea igual o parecido a lo viejo. Porque visto lo visto, el que se fíe de toda esta tropa es que le falta un tornillo, un hervor o las dos cosas a la vez.


.


DE LOS QUE SE DICEN PROFESIONALES DEL PERIODISMO.

Yo lo tengo claro los líderes de opinión del periodismo son capaces de aguantar carros y carretas de algunos políticos a los que entrevistan a la búsqueda de la noticia, y aunque lo que voy a contar no es más que un hecho puntual, el caso es que el “asunto” ocurre muy a menudo, por parte de todos y que ningún profesional parece querer ponerle fin a tanta desfachatez.
El otro día en el programa Al Rojo Vivo, de La Sexta, esa cadena de rojos para que la que colaboran ilustres fachas como Marhuenda que, aunque no lo parezca trabaja para la misma casa editorial que es Planeta, el presentador, Ferreras, entrevistó a través de video conferencia a Óscar López, portavoz del Psoe en el Senado. Le dijo que le respondiera con un sí o un no si él estaba de acuerdo con la decisión tomada sobre las esteladas. Óscar López lejos de contestar sí o no largó una larga parrafada y se salió por la tangente. Ferreras insistió, Óscar sonrió y volvió a marcarse unas peteneras. Se despidieron amablemente, Ferreras le agradeció su colaboración y fin.
Y digo yo, ¿eso es periodismo?
O sea, ¿invitar a alguien a hacer una entrevista y consentir que el entrevistado no conteste lo que le preguntas es hacer periodismo?
Para mí que no, pero…
El suceso es habitual. Lo han soportado todos los grandes popes del periodismo. Unos con entereza, otros con fastidio, pero todos aguantan a estos invitados que les toman el pelo a ellos y de paso a todos los que ven sus programas.
Creo que como ciudadanos deberíamos exigir a los profesionales del periodismo una actuación más contundente en este tipo de casos. Así resolverían esas situaciones bochornosas de tomadura de pelo.
La cosa se antoja fácil. A un entrevistado se le hace una pregunta cerrada, una pregunta que se responde con un simple sí o un no y si se explaya, y no contesta, se le corta y se le expulsa. Que le vayan a tomar el pelo a sus madres.
En vez de eso, tragan. Todos tragan, incluso aunque el invitado no sea más que un imbécil de reconocido prestigio como es Óscar López.
Viendo estas cosas no es de extrañar que después los, soldados del periodismo, sean enviados a cubrir las comparecencias de prensa que hacía el Presidente Rajoy a través de un plasma.
O sea, otra variante del periodismo, éste versión original Cospedal: en diferido.


PUNKARRA ES MUCHO PUNKARRA.

Creo que mi amigo Punkarra lleva razón cuando dice que a veces me expreso mal. Y es que a veces quiero decir una cosa para decir la contraria y acabo diciendo la de en medio. Me defiendo como puedo de la crítica, pero reconozco que en la mayoría de las ocasiones lleva razón.
Punkarra es mucho Punkarra. El tío es un fenómeno aun sin darse cuenta e importancia.
Somos amigos desde la infancia, y aunque nuestras vidas y circunstancias son muy diferentes la amistad que hay entre ambos es tan fuerte que no sabría explicarla ni medio bien.
Es pescador y amigo de lo sencillo. Su vida es cómo él quiere. Se quedó huérfano casi siendo un niño, heredó unas “leiras”, las vendió y con el dinero se compró una “gamela”. Como es un tipo trabajador y concienzudo la cosa le fue bien. Lo que vende siempre es lo mejor. Su clientela le es absolutamente fiel porque sabe que el pescado o el marisco que él vende siempre es el mejor en calidad y precio, aun sin ser barato. Con el tiempo se compró una lancha a motor de cinco metros y contrató como ayudante a un primo suyo que perdió el ojo derecho en un absurdo accidente doméstico. En los noventa invirtió unas perrillas en un par de locales comerciales. Tuvo suerte, los alquiló y hasta hoy. Mejor dicho hasta ayer.
Porque ayer Punkarra protagonizó el único episodio violento de su vida.
Resulta que Punkarra, uno de mis mejores amigos y sin duda el más querido, es de derechas.
Sí, de derechas. Pero cuando digo derechas no digo de la derechona de Rajoy, digo del fascio de Franco.
Es así. No hay nada que hacer. Y aunque pueda resultar paradójico que un facha y un rojo sean amigos, la verdad es que somos muy, muy amigos, como ya había escrito anteriormente.
Yo le llamo facha cabrón y él a mí rojo maricón y no pasa nada. ¿Qué es lo que tiene que pasar? Eso: nada.
Los amigos son cuestión de química. Vamos, aunque de química tampoco sé mucho si me sacas de SO4H2. Ácido sulfúrico. Lo que sí sé es que Punkarra es más que mi amigo, es mi hermano. Él no tiene hermanos de sangre y yo tampoco. Pero los dos somos hermanos porque hicimos un juramento indio siendo niños. Y además, a él le gusta pescar, y a mí la merluza.
Cosas.
Pero ayer, porque a eso iba a contar lo de ayer, Punkarra se pasó. Eso al menos dicen algunos por el pueblo adelante.
Uno de los locales lo tiene arrendado al Puskas, el proxeneta local.
Cuando hicieron el contrato de arrendamiento Punkarra le hizo escribir a Manolito el de la gestoría una serie de cláusulas de obligado cumplimiento.
Primera y transcribo textual: el local se llamará Polo Club. Así, porque sí  porque me sale del tirirí. Segunda: todas las noches, al cierre del local, tiene que sonar el himno de la Legión. Venga o no venga a cuento. Honor a la cabra hispánica. Y, tercera y la más importante, el local tiene que estar presidido por un retrato de María Jesús y su acordeón (especifica el tamaño). Si Puskas incumple alguna parte del contrato que se vaya preparando.
Pues bien, Puskas, un hombre fornido y con el tic de guiñar el ojo derecho y decir a todo O.K, aceptó todo de buen grado y a la primera. Pero ayer se puso emprendedor y descolgó el cuadro de María Jesús y su acordeón, y lo sustituyó por otro de su ídolo al que él llama Ché de Guevara.
Enterado Punkarra de la noticia por el correveidile que es Andresito el sacristán, quién había visto la jugada mientras estaba de visita, Punkarra se presentó en el local y exigió una reparación en forma de restitución inmediata. Puskas se puso bravo, y Pukarra dijo apcalíptico: bueno, tú sabrás.
Me dicen que el fiero Puskas ha puesto un cartel en el Polo Club que dice: Vendo bocadillo por no poder atenderlo.


DEEP WEB.

-          Oíste, Tiraboleiro, la historia de ayer fue increíble, pero… sinceramente, está muy mal escrita.
-          Y eso, ¿a qué te refieres, amigo Punkarra?
-          Hombre, digo yo, que si escribes sobre un toro que sale a la plaza, torea a su presunto Matador, le corta las orejas, el rabo y le dan una vuelta al ruedo, al  son del mítico pasodoble “Anda y que se joda”, lo mínimo que puedes hacer es decirnos es cómo se llamaba el toro, y de paso también cómo se llamaba el torero-macaco. Vamos, digo yo.
-          Lo siento, Punkarra. Cosa de las prisas. Pero, si es de tú gusto te lo aclaro.
-          Bó, déjalo. Me aburro.
Y para demostrar que el aburrimiento se demuestra bostezando me dedicó una hermosa visión de su glotis.
Sin embargo, Punkarra, tenía algo en mente, se le notaba.
-          ¿Tú oíste hablar alguna vez de eso que llaman Deep Web?
-          ¿Internet oscuro?
-          Sí, eso. Acabo de descubrir cómo se puede navegar por ahí.
-          No jodas, cuenta, cuenta.
-          Pues verás. Tienes que poner en la barra del buscador que utilices las palabras Deep Weeb, no hace falta que distingas entre mayúsculas y minúsculas, después doble barra+guión bajo, otros dos puntos seguidos de la palabra ABRACADABRA en mayúsculas, te sale un enlace que te preguntará ¿quieres entrar en el mundo oscuro? Le das a Cancelar haciendo doble clic, eso es importante, no te olvides. Una vez hecho verás que se te aparece una cachonda muy neumática en la pantalla, le pasas el ratón por el pezón izquierdo, ella abre la boca y dice hazme lo que quieras, te saldrá un spoiler de un colutorio que recomiendan para después de las felaciones, escribes, la puta que os parió, minúsculas, dos veces, haces un doble intro y una ración de espaguetis a la boloñesa, añades cuarto y mitad de tomates en rama, añades boletus de primitiva, albahaca al gusto, sofríes, salpimientas y añades un poco de polvos pica pica, haces una foto del papeo, la subes al Facebook, sección necrológicas, esperas diez minutos sin respirar y cuando te estés empezando a poner morado te cagas en Montoro una docena de veces, rezas un Padrenuestro y cinco Avemarías, y verás que después de mantener pulsadas las teclas Ctrl+Alt+Esc, el ordenata te hace una pirula mayúscula que minimizas, en eso momento debes mantener la tranquilidad porque te amenaza con hacerte una paralela, pero al poco cambia de idea, la pantalla se queda oscura y suena una canción de Julio Iglesias, ey, no vayas diciendo por ahí... A partir de ahí, aparte de apaciguar tú mala leche,  lo único que tienes que hacer es darle un par de toques en el lado derecho al aparato mágico, ojo es muy importante que sea justo en el derecho, sino la lías parda, y finalmente verás aparecer en la pantalla a una docena de guarrillas que te dicen: Bienvenido, Landrú, te vamos a enseñar el tururú. Y ya llegaste, ya estás ahí, eres uno de los iniciados.
-          ¿Y para qué sirve ir ahí? Pregunté por seguir la corriente. Costumbre ancestral, por cierto.
-          Hombre, qué cosas tienes, ¿para qué a ser? ¿Es que tú no oíste nunca decir aquello de que la curiosidad mató al gato? Pues… eso, ¿tú no eres un poco gato o qué?
-          No sé…quizá, tal vez. Viví en Madrid, ¿eso ayuda?
-          ¿Qué te diga sólo una cosa? Pues… qué te diría… ¿tú no eras aquel que decía que quería hacer una bomba atómica, por ejemplo?
-          Claro, siempre fue mi ilusión. Se la pedía a mi madre todos los años por mi cumpleaños, pero como ella siempre se enfadaba conmigo el día anterior, la cosa nunca se materializó.
-          Pues que sepas que si vas a la Deep Web encontrarás todo lo necesario para hacer una bomba atómica casera. Bueno, algunas cosas las tienes que encargar a una ferretería coreana que está muy bien surtida, pero en un par de días te las hacen llegar a casa y ya puedes empezar a arreglar el mundo.
O sea, por ejemplo. Y a partir de ahí lo que quieras.



ANDA Y QUE SE JODA.

El mandón le había dicho:
Una vez que tú madre te destete, a los ocho o nueve meses, y cuando alcances la madurez sexual que se producirá a los dieciséis, te separarán de tus compañeras hembras y vivirás con los machos. En ese momento tienes que tener mucho cuidado, y hacer lo posible para que tus compañeros no crean que eres tímido o débil, porque si así sucediere te darán por culo sin desmayo. Después vivirás plácidamente unos años, y finalmente terminarás en un sitio ovalado al que acudirán muchísimas personas. Allí serás torturado y después muerto. Los hombres a eso le llaman arte.
Y efectivamente así fue.
Gracias a su indómito carácter logró zafarse de los machos, hasta que una buena tarde en la que estaba echando la siesta en la campiña llegó un señor, lo montó en un camión, y en compañía de otros seis, y con una recua de señoritas de compañía, lo trasladaron a un sitio pequeño donde quedaron todos encerrados.
Preguntó, ¿dónde estamos? ¿Este sitio no será ese lugar al que los humanos llaman Guantánamo, verdad?  
Los demás se callaron. Ninguno sabía en donde se encontraban ni que hacían allí.
Pasó la noche y el día amaneció soleado. Cuando el reloj decía que era por la tarde, un señor muy amable abrió una puerta y él, de repente, vio el ovalado del que le había hablado el mandón, y a un montón de gente que se denominaban a sí mismos personas gritando enfervorecidos.
Estaba confundido. ¿Qué hacía allí? ¿Qué era lo que esperaba toda aquella marabunta que él hiciera?
De repente lo vio.
Algo que no sabía cómo identificar, ¿hombre o mujer?, estaba delante de él.
Fuera lo que fuera aquello, y aun siendo lo que fuera, vestía como un macaco y se comportaba como un mequetrefe.
En una mano llevaba una tela roja, y debajo se adivinaba que escondía algo.
Lo citó, acudió, y sin más preámbulos se puso a pasarle la tela por el morro.
La gente chillaba.
Olé, creo que decían.
El macaco, o lo que fuere, al que sólo quería meterle un asta por donde los mansos apacientan a los bravos, daba volteretas en su entorno.
De repente sonaron unos clarines, se abrió una puerta y vio como salía una cosa gorda montada en un caballo y con una lanza enorme.
Joder, se la clavó hasta el corvejón. ¡Hijo de puta! Chilló. Turró con todas sus fuerzas, y los presentes gritaron ayyy, cuando el fofo caballista mordió el albero.
Después salieron unos de la pandilla del macaco, y lo aguijonearon
Se rebeló lleno de odio.
 En ese momento fue rodeado por más mequetrefes, se supone que amigos del macaco y del gordo, y con maniobras de despiste lo llevaron a otro lado.
Pero, ¿qué cojones pinto yo aquí? Chillaba como un loco.
Ni caso. Todo el mundo parecía que lo estaba pasando bien viendo como aquél imbécil lo torturaba.
Se acordó del mandón. Había sido un tipo de mucho cuidado hasta que un día otro chulito lo desafió.
El mandón perdió el envite y pasó a ser un abochornado de por vida.
Su carácter se agrió y se volvió irascible.
Igual que el otro ahora.
Estaba cabreado. Muy, pero que muy enfadado. Por eso en el momento en que el macaco vestido de watio se descuidó le metió un asta por el ojete del culo. Lo volteó, y todo el público asistente volvió a chillar ayyy.
Para celebrar tanto éxito, y tanto arte, los asistentes de tamaña tontería orearon sus pañuelos.
Después cuatro monosabios lo cogieron en volandas, le dieron una vuelta al ruedo, y para rematar la faena al macaco le cortaron las dos orejas y el rabo mientras sonaba el famoso pasodoble “Anda y que se joda”.
Y, vuelta a la dehesa.




EL TATUAJE.

No son pocas las personas que en su fuero interno esconden un deseo  e Hipólito García no era una excepción. Porque Hipólito, a quién todo el mundo, y durante toda su vida, había llamado Hipo, tenía un capricho que había permanecido largo tiempo aparcado en el fondo de su memoria.
Po esa razón un buen día se dirigió a un establecimiento muy alabado por su higiene, y renombrado por la calidad artística de sus trabajos, y se puso en manos del afamado grabador chino Cho Cho Lin.
Toda la vida había querido lucir un hermoso tatuaje. Lo había pensado bien, y al fin se había decidido. Le pidió al maestro tatuador que le hiciera uno bien hermoso, pequeño pero visible, para lucir en la parte izquierda de su cuello. Apenas una frase de tres palabras en alfabeto mandarín. Algo que, por increíble que parezca, estaba muy de moda entre la gente de su edad.
La frase elegida por Hipo, después de múltiples reflexiones consigo mismo, fue la siguiente: “te quiero mamá”.
Cho Cho Lin hizo un trabajo magnífico tal y como tenía por costumbre. Una hora después Hipo ya estaba en la calle luciendo la hermosa frase que había elegido como compañera de su vida. Un homenaje a su madre recientemente fallecida, y con la que siempre había estado extraordinariamente unido.
Se sentía bien. Se miraba al espejo continuamente. Se deleitaba viendo la frase y gozaba con ella. Era muy feliz.
 Desde que Cho Cho Lin había escrito 我的屁股 la vida le sonreía. Todo le salía a pedir de boca.
Por eso no le extrañó que los capitostes de su empresa un día le convocaran a consultas, y que le ofrecieran un destino dorado.
China era el sueño de todos los ejecutivos de la empresa para la que trabajaba. Sueldo duplicado, alta calidad de vida, gastos pagos, golf y todo tipo de prebendas.
Hipo que era un hombre decidido y soltero no se lo pensó dos veces. Estaba ante la oportunidad de su vida.
Aun no habían pasado ni quince días cuando ya estaba instalado en la capital china en un hermoso apartamento con vistas al rascacielos de enfrente. Cortesía de la Compañía.
Sólo había una cosa que no entendía. Desde el mismo instante en que había descendido por la escalerilla del avión empezó a notar las miradas de la gente. Miraban para su cuello y sonreían sin disimulo. Las chinitas lo hacían tapándose la boca con la mano y echando gorgojos de risa, y algunos hombres le mostraban la lengua y la deslizaban por los labios.
Un buen día, harto ya de la cuestión, se dirigió resuelto a su jefe, otro español de Mondoñedo, patria de Cunqueiro, quién al igual que él tampoco tenía ni repajolera idea de chino, pero que dominaba a la perfección el dialecto de la “retranca”.
 Se lo preguntó abiertamente: ¿oye, qué pasa con los chinos que me sacan la lengua a todas horas?
 El de Monforte lo miró de arriba abajo, y le contestó: ¿es que no ves la tele? Están echando a todas horas el anuncio del chico Martini, y los chinos son como los monitos de repetición. Ahora copian, ahora imitan. No le des más vueltas, cosas de los chinos o efectos secundarios del chop suey, vete tú a saber.
Por unos días Hipo aparcó el malestar y creyó a pies juntillas la explicación que le había dado su señorito, pero como el fenómeno continuaba, incluso después de terminada la dichosa campaña publicitaria, Hipo dedujo que algo raro ocurría que a él se le escapaba.
Se plantó ante su secretaria, una hermosa políglota taiwanesa, y le preguntó: por favor, Glo Tsu, dime ¿por qué los chinos me sacan la lengua?
Glo Tsu sonrió y le contestó: es por su tatuaje en el cuello.
 Bien bonito que es, contestó Hipo, dice “mamá te quiero”
Glo se echó a reír y le dijo: “disculpe, don Hipo, pero el tattoo no dice eso” ¿Cómo, y qué dice entonces?
El tattoo dice: “dame por culo”.





CAMPAÑA: VAMOS A CONTAR MENTIRAS.

Dicen las estadísticas, esas que a veces aciertan y las más no, que las próximas elecciones generales se saldarán con un resultado similar a las anteriores. Y es que seis meses después de haberse celebrado una consulta, los mismos políticos que fueron incapaces de alcanzar algún tipo de acuerdo, vuelven con la matraca de las soflamas mendaces.
Lo preocupante es que a esta gente, a los políticos, no hay Dios ni cristiano que los entienda, porque si esta caterva de mendaces y trincones se hubieran comportado, o al menos aparentado comportarse de una forma más o menos normal, y más o menos sensata, habrían no sólo llegado a un acuerdo, sino que además nos liberarían de celebrar continuamente la fiesta de la democracia. Orgía para ellos, pesadez y gasto para nosotros que somos los paganinis de todos los eventos.
En vez de eso, para llevar la contraria y seguir tocando la gaita al personal, convocan elecciones con el único fin de demostrarnos que a su incapacidad son capaces de aunar su morro, mientras mirado al tendido afirman que España va muy bien pese a contar con cinco millones de parados en plantilla, y con miles de niños en severo riesgo de exclusión. Para después rematar la jugada diciendo que España necesita regenerarse, y abordar un cambio de rumbo político, cambio éste que nunca llega, y que para entretenerse mientras esperan se entregan a la distracción que supone robar dinero público con amaños, componendas y off-shores de malos pagadores.
Porque si tenemos que esperar que sea el Pp el partido que haga los cambios vamos aviados. Sentémonos. Aunque si esperamos que sea el Psoe y sus socios Ciudadanos los que aborden la cuestión estamos mal de la chaveta.
Pese a ello las estadísticas dicen que el Pp volverá a ganar las elecciones, que el Psoe cada vez está más cerca de su propio entierro, que Ciudadanos crece y que la alianza entre Izquierda Unida y Podemos puede ser el detonante que haga saltar por los aires todo lo anterior, resetear la vida pública y formatear el Cuerpo de Corruptos que lleva anidando cuarenta años en nido Estado. Quizá.
Pero las estadísticas se equivocarán. Como siempre.
Ganarán los peperos. Seguirá imperando la política conocida como la del sinsentido común, afluente de Rajoy. Susanita se comerá al ratoncito Pérez que es  Sánchez, lo pondrá de ilustre florero en algún lado para que no incordie y le encargará un bonito óleo que colgará de alguna pared, al tiempo que verá como los Ciudadanos volverán a insistir en sus ocurrencias, en sus contratos únicos y en marear la perdiz que es decir que son de centro y liberales, cuando son más aznaristas que el propio Aznar, y que trabajan al servicio del capital de la mano de un menda economista que es tan original y emprendedor que en un copiando y un pegando el programa económico de FAES tiene la desfachatez de decir que arregla los problemas.
Lo de Podemos e Izquierda Unida es muy alentador. Ojalá. En el Psoe ya se sienten fagocitados, y sus barones desfilan al igual que la Santa Compaña por las televisiones bramando sus miserias y mostrando disidencias.
Y aun así, y después de todo lo que ha pasado en ese circo de medio pelo que es el Congreso, y en esas instituciones y empresas estatales que han sido desfalcadas de forma sistemática, el ciudadano medio, el pensionista, el parado y el meapilas desvariado, seguirá diciendo: Oye, estos de Podemos son iguales que los otros. Tú dales tiempo.
No sé. Puede ser. Tal vez o quizá o quizás, lo que prefiráis, pero vosotros seguir así, gente. Seguir votando por ladrones y por corruptos. Porque vivís instalados en la creencia de aquello que reza: más vale malo conocido que bueno por conocer.
Así que ya sabéis, votar a favor de los ricos, de los que representan a los muy ricos, al fin y al cabo es posible que vosotros también lo seáis, y tengáis que velar porque vuestra hipoteca, y el recibo del BMW no caiga en malas manos.

Porque… mira que si os expropian. A lo mejor quedáis en la ruina. 

PSOE, UN PARTIDO DE CÍNICOS.

No hay día de Dios en que uno no escuche decir una y otra vez por parte de los voceros del Psoe que la culpa de los males de España la tiene por un lado Mariano Rajoy y por el otro Pablo Iglesias.
De lo de ellos, sin embargo, no dicen ni mú. Porque ellos, al parecer, no se sienten culpables de nada.
Es más, por no sentirse ni siquiera se sienten socialistas ni obreros.
Y es que la realidad nos dice que el Psoe, antes Partido Socialista Obrero Español, se ha quedado en Partido Español víctima de los recortes, y que Pedro Sánchez, en su papel de interino con ínfulas, pacta con la derecha radical y modernita que es Ciudadanos queriéndonos demostrar la cuadratura del círculo de su socialismo.
Porque, yo no sé si lo saben, pero el Psoe antes ya era un partido cínico marxista que un día abrazaba el republicanismo, y al siguiente le celebraba las gracias al Rey Emérito y después al Preparado, hasta acabar abrazando la fe verdadera que es la social democracia. Eso sí, después descubrieron el paso de la oca, y del tiro porque me toca, y alcanzaron el esperpento de un pacto con un partido de derechas, convencional y montado por La Caixa, con un líder antiguo manzanillo-administrativo de la entidad, que defiende sus bienes y haberes, y que atiende por el nombre de Albert, y se apellida Rivera.
También hay que resaltar que el gran gurú y profeta que es Felipe González, antiguo marxista y ahora oligarca de nuevo cuño, aplaude con las orejas toda esta deriva que coincide con la suya personal, y se muestra favorable a que el todavía mal llamado Psoe se alíe con quien haga falta para mantener el status quo de las celebridades que lo integran, y así todos juntos en amor y compañía compartir palomitas en la poltrona.
El caso, como siempre, es tocar los cojones. Cuestión ésta que, por cierto, a todos se les da de rechupete.
El caso es decir y no hacer. La cuestión es ser republicano y tolerar la Monarquía.
El caso es decir que se va a subir el salario mínimo y que la subida propuesta sea eso: mínima. La enjundia está en proponer un contrato único como eufemismo de despido libre El caso es tocar la gaita e hincharnos a todos el fol.
La guinda de tanto mear y no echar gota se ve en ese Psoe que sigue los pasos del Judas González, el fulanito que de socialista y de obrero, pasó a defensor y promotor de oligarcas y a degustar caviar iraní.
El asunto es echarle morro aunque se haya perdido el norte, porque saben que el camino hacia el dinero pasa por lo que pasa. Y el que tiene pase, pasa y el que no tiene pase, no pasa.




TTIP (La gran putada).

El mecanismo ya se ha puesto en marcha. Goza de grandes adalides. Entre ellos, además de todos los piratas del Ibex 35, también están el Pp, Psoe y Ciudadanos. Los dos primeros votaron a favor en Bruselas, capital de todos los chorizos.
Se trata de la nueva ignominia, la que pretende ser definitiva.
Estoy hablando de la hecatombe que están pergeñando entre EEUU y la UE. Estoy escribiendo sobre el TTIP (Tratado Comercial de Libre Comercio).
Porque están empeñados en hacer un mundo más inseguro, y en el que la empresa esté por encima del ciudadano. Se trata de dar salida al stock productivo de EEUU. Se trata de hacernos comer mierda, de poner en valor (cursilada que no dice nada y que es muy utilizada por los políticos) aquel viejo dicho anarquista de “señor/a coma mierda, un millón de moscas no se pueden equivocar”.
Porque eso, entre otras lindezas, es de lo que se trata.
Las normas europeas son más restrictivas en cultivos transgénicos o en el uso de hormonas de crecimiento, los suplementos alimenticios o la aplicación masiva de antibióticos en el ganado, como también lo son en la privacidad de los datos, las explotaciones de hidrocarburos con la técnica del fracking o cuestiones laborales. (El País).
Traduciendo: Se trata de privatización, pérdida de soberanía y despido libre.
Por supuesto no lo hacen de forma burda. Utilizan un lenguaje sofisticado, técnico, economicista y legalista, pero el objetivo del texto no deja lugar a dudas.
EEUU tiene que colocar al mundo los excedentes que produce en materia de cultivos transgénicos, también quiere expandir aún más el terremoto del fracking, y para conseguirlo no se  para en barras y estrellas. Sus aliados europeos, con Merkelita a la cabeza, dirán a todo que si, y como siempre, tratarán de salvar los muebles hablando del crecimiento económico, y del aumento del empleo que se derivará de tal acuerdo. Lo harán. Y será mentira, como siempre. Porque el tal crecimiento que predicen se basa en premisas falsas, y aún en el mejor de los casos sería tan insignificante, que el costo en inseguridad, en pérdida de soberanía, y en poner de rodillas a toda Europa para beneficio de los especuladores. Aparte dejo lo bochornoso y lo catastrófico por obvio.
Lo nunca visto. Pasen y vean. El show de los horrores ya está aquí. Y si no lo impedimos los ciudadanos este circo viene para quedarse. El Pp y el Psoe (estarán orgullosos), como ya he escrito, ya han secundado la moción, pretensión o imposición de EEUU.
Los actuales gobernantes aplauden con las orejas. Sí, bwana.
Después se quejaran del crecimiento de unos desharrapados con coletas y con otra visión de las cosas.
La miopía os hará grandes. Mientras tanto nosotros, los habitantes de este mundo, haremos de cobayas para que unos centenares de hijos de puta se tiren a la bartola al sol en algún yate.
¡Hay qué joderse!


EL DESAPARECIDO OPÚSCULO SINDABLE (Segunda parte).

Cuenta el afamado viajero y antropólogo que fue Edward Sindable que cuando recibió el encargo de encontrar al doctor Windsor, perdido en el continente africano, lo primero que tuvo que hacer antes de aceptar el encargo fue superar su fobia a los viajes.
Después preparó minuciosamente la aventura.
Iba a viajar a una zona hasta ese momento ignota, sobre la que corrían rumores de que los aborígenes practicaban de día el canibalismo y el monoteísmo, mientras que por las noches se entregaban al mohín y al contubernio desaforado.
La cosa, como Sindable probó posteriormente, se trataba de un infundio más que algunos gobernantes habían expandido entre los habitantes más pánfilos, crédulos e ignorantes.
Sindable a propósito de aquel viaje dejó un opúsculo escrito de su puño y letra que entregó a la editorial 1:500 con el encargo explícito de que se publicara cuando él hubiera fallecido.
Porque allí, buscando al doctor Windsor, el viajero, africanista y xenófobo conocido que fue Sindable, topó de bruces con la hasta ese momento desconocida nación de los Trocontrongo.
Estando en ese sitio, y después de recorrer el perímetro de la nación descubierta, Sindable constató que en la nación de los Trocontrongo vivía la tribu de los Trocontrongo.
Esta Conclusión fue considerada como asaz sagaz en su tiempo. Y aunque la cosa le llevó su tiempo, si diéramos pábulo a sus mecenas, el trabajo de campo, adornado con cartografía muy precisa, y que publicó la editorial 1: 500 originalmente, resultó ser un éxito editorial sin precedentes posteriormente.
El librito apareció publicado bajo el título Savannah Shadows, pero cuando los anglosajones vendieron los derechos a los hispanos, ésta tribu le cambio el nombre y el opúsculo pasó a llevar el nombre más explícito de Los Trocontrongos.
Pese a ser un éxito mundial, si lo buscáis debéis de saber que el facsímil actualmente está descatalogado. También os informo de que si ponéis en la barra de cualquier buscador el nombre de Edward Sindable no os va a aparecer nada. Aunque eso sí, es conveniente que sepáis que esto no fue siempre así, porque hasta hace bien poco Edward Sindable tenía página en Wikipedia.
Ante lo cual, y a poco que reflexionéis, concluiréis que algo raro hay en todo este asunto.
CONTINUARÁ.
¿Doctor Windsor, supongo? Preguntó Edward Sindable al primer hombre blanco que se encontró.
El doctor Windsor, que en ese momento se encontraba siendo cocido en una enorme vasija de barro, ni se dignó a contestar.
Dos horas después, con la digestión hecha, Sindable, se bañó en el río.
Pero, ¿qué había pasado?
Lo cierto es que Sindable no dice nada de nada en su opúsculo del doctor Windsor por no considerarlo objeto de su estudio si exceptuamos ese encuentro gastronómico casual.
Sin embargo escribe que la nación de los Trocontrongo limita al norte con la sima Parrochita, al sur con el valle de Huesos Windsor, mientras que al este hasta un ciego puede ver los monumentales cerros Chochologo, y al oeste la mina de oro de la princesa Trocontrongo.
Y se explaya sobre la forma de vida de la tribu de los Trocontrongos con rigor cáustico.
(Transcripción extractada)
Los Trocontrongos son, al igual que sus primos sus primos los bonobos, un pueblo entregado a la lujuria, amantes de practicar su gentilicio. Allí todo es permitido. Hombres con hombres, mujeres con mujeres, hombres con mujeres, mujeres con hombres, ancianos con niños, niños con ancianos, y todo tipo de variantes más. Son felices. Están ocupados. Disfrutan de la vida. Celebran elecciones cada cuatro años para elegir al mandamás de la tribu, y el elegido o elegida tiene que estar dispuesto/a y presto a atender cualquier urgencia sexual que le plantee un vecino.
El plato más tradicional es la paella de explorador que acompañan de un espléndido licor de bayas salvajes.
A los dieciséis años obtienen la mayoría de edad, y el Estado les proporciona choza, vasija para ir a recoger agua al río y un cepillo de dientes reciclado, tal y como recoge su Constitución Oral.
Para celebrar tan magno acontecimiento hacen una fiesta a la que están invitados todos los miembros de la tribu, y el cantautor local les deleita entonando el bello tema Te doy una canción y digo Trocontrongo. Un gran éxito por aquellos pagos.
A estas alturas es de imaginar que os estaréis haciendo una pregunta:
¿Y qué hizo Sindable para no acabar en la olla como el doctor Windsor?
Edward Sindable, posteriormente Sir Sindable, era un hombre resolutivo. Fue por eso que llevó, como mejores amigos en su aventura, un viejo Cetme con varias cajas de munición, y un par de toneladas de dinamita.
Por eso cuando estuvo a punto de sufrir un mal encuentro, el incidente, que de conato no pasó, se saldó con la muerte repentina de veinticuatro Trocontrongos, y la voladura descontrolada de la periferia de la aldea a causa de su impericia en el manejo de argumentos.