PSOE, UN PARTIDO DE CÍNICOS.

No hay día de Dios en que uno no escuche decir una y otra vez por parte de los voceros del Psoe que la culpa de los males de España la tiene por un lado Mariano Rajoy y por el otro Pablo Iglesias.
De lo de ellos, sin embargo, no dicen ni mú. Porque ellos, al parecer, no se sienten culpables de nada.
Es más, por no sentirse ni siquiera se sienten socialistas ni obreros.
Y es que la realidad nos dice que el Psoe, antes Partido Socialista Obrero Español, se ha quedado en Partido Español víctima de los recortes, y que Pedro Sánchez, en su papel de interino con ínfulas, pacta con la derecha radical y modernita que es Ciudadanos queriéndonos demostrar la cuadratura del círculo de su socialismo.
Porque, yo no sé si lo saben, pero el Psoe antes ya era un partido cínico marxista que un día abrazaba el republicanismo, y al siguiente le celebraba las gracias al Rey Emérito y después al Preparado, hasta acabar abrazando la fe verdadera que es la social democracia. Eso sí, después descubrieron el paso de la oca, y del tiro porque me toca, y alcanzaron el esperpento de un pacto con un partido de derechas, convencional y montado por La Caixa, con un líder antiguo manzanillo-administrativo de la entidad, que defiende sus bienes y haberes, y que atiende por el nombre de Albert, y se apellida Rivera.
También hay que resaltar que el gran gurú y profeta que es Felipe González, antiguo marxista y ahora oligarca de nuevo cuño, aplaude con las orejas toda esta deriva que coincide con la suya personal, y se muestra favorable a que el todavía mal llamado Psoe se alíe con quien haga falta para mantener el status quo de las celebridades que lo integran, y así todos juntos en amor y compañía compartir palomitas en la poltrona.
El caso, como siempre, es tocar los cojones. Cuestión ésta que, por cierto, a todos se les da de rechupete.
El caso es decir y no hacer. La cuestión es ser republicano y tolerar la Monarquía.
El caso es decir que se va a subir el salario mínimo y que la subida propuesta sea eso: mínima. La enjundia está en proponer un contrato único como eufemismo de despido libre El caso es tocar la gaita e hincharnos a todos el fol.
La guinda de tanto mear y no echar gota se ve en ese Psoe que sigue los pasos del Judas González, el fulanito que de socialista y de obrero, pasó a defensor y promotor de oligarcas y a degustar caviar iraní.
El asunto es echarle morro aunque se haya perdido el norte, porque saben que el camino hacia el dinero pasa por lo que pasa. Y el que tiene pase, pasa y el que no tiene pase, no pasa.




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