La verdad, no me entero
muy bien. Creo que es normal, es verano, ando por ahí. Entro, salgo y vuelvo a
entrar. Vida de playa, bermudas y zapatillas. Estoy relajado, más tranquilo que
Amancio y va y sucede.
Volviendo a casa
escucho en la radio unas declaraciones del actual alcalde de Vigo, Abel
Caballero; un tipo que, por cierto, ya fue ministro en el siglo pasado con
Felipe González y que anunció la llegada de la alta velocidad a Galicia en 1993
(casi acierta, aún están en ello), hablaba el buen (que no bueno) Abel no de no
sé qué a cuánto de no sé qué nada. Peroraba que había ido a la manifa que ayer
se celebró en Barcelona a expresar su solidaridad con la alcaldesa y con el
ramillete de concejales que por allí había.
Y claro, uno que está
relajado y ocupado en otros menesteres, nota como el croar de esta bancada de
batracios le sube la bilirrubina.
No es para menos,
estamos en verano y los cantantes de antes se han visto sustituido por la
pléyade de cantamañanas de ahora. Porque, Abel, si quieres solidarizarte con la
alcaldesa y con los munícipes, tampoco hace falta que te desplaces, hombre,
envía un watsap y asunto concluido. Ten en cuenta que también puedes hacer una
llamada gratuita, la oferta incluye video –llamada, y que incluso, puestos a
desesperar a los prójimos ajenos, puedes llamar por teléfono fijo o a cobro
revertido. Pero, ¿ir? Ay, no sé, no sé. Para mí que eres un poco gastón, además
de jeta y aprovechón.
Claro que, puestos en
estas circunstancias, lo que habría que preguntarse es: ¿cuántos Abeles
Caballeros fueron ayer a la manifa de Barcelona?
Creo que ante casos
así, casos que se podrían tipificar fácilmente como de Craso Morro, debería de
actuar Montoro, o al menos una sección especializada de acólitos de la Agencia
Tributaria, y reclamar a esta recua de batracios solidarios y en general a
todos los que viajan a portes debidos, la cantidad íntegra de lo invertido en
publicidad.
Porque, ¿a alguien le
importa que el alcalde de Vigo asista o no asista a una manifestación en
Barcelona? ¿Es realmente necesario semejante acto de autopropaganda?
Claro que, como estamos
en verano, y los asquerosos chiringuitos de playa están a la última en cuestión
de cagaleras, florecen las ladillas hasta alcanzar su máximo esplendor. Y es
por ello que, entre tanta poza y lodazal, los neutrinos se sienten obligados a
expresar sus ponzoñas y prueba de ello es que a tal fin utilizan el dinero de
los demás.
¿O es que acaso alguno
pagó el billete de su bolsillo o a alguno le dieron un bocata de chope y 200
pesetas de ayuda para la ida y la venida?
Va a ser que no, estos
jetas son más de alimentarse con caviar y muslitos de langosta. Menú solidario.
Tambièn fue Feijòo, el alcalde de Coruña, el de Santiago...Todos unidos en el buenismo y en la propaganda.
ResponderEliminar