Foto sacada de Google
No me vais a creer,
seguro, pero, ¿si os digo que no tengo ni idea de que es lo que está sucediendo
en Venezuela, me creéis? Pues eso, no tengo ni idea. Y soy de natural curioso,
muy curioso. Pero, nada, no me entero de nada. Para mí que tengo algún tipo de
incapacidad. Es más, lo voy a decir: me declaro incapaz. O sea, más. Incapaz al
cien por cien para entender algo de lo que pase allí. Aunque, también he de
manifestar que mi falta de interés es notorio. Lo que pase en Venezuela me
interesa, retóricamente escribo, tanto como lo que pasa en Birmania de Arriba.
Así que, si ahora mismo os asomáis a la nada, ahí me veréis. ¡Hola, qué tal!
Totalmente desinteresado. Estas cosas del mundanal ruido no van conmigo. Demasiada
gente hay ya ocupada en la cuestión. Tampoco es cuestión de entrometerse.
Sabiondos suficientes tiene la madre iglesia. Pues, no sé si os habéis dado
cuenta, pero en este país si no estás al cabo de la calle de lo que pasa en
Venezuela, no eres nadie. Estás desinformado. Peor, eres un desharrapado
cultural, un descamisado de la política. Y si no, llevarme la contraria. ¿O no
lo veis? Porque yo sí que lo veo. Veo veo. Veo como los de la derecha, o sea,
los más proclives a hablar del tema, hablan de lo suyo y como los de
izquierdas, ¿pero, hay de eso?, imitan la cantinela, y hablan lo mismo, pero al
revés. O sea, no entiendo nada. ¿En los supermercados hay escasez o abundancia?
¿En las calles hay libertad o represión? ¿En Venezuela hay petróleo o hay
árabes? ¿O es que acaso Venezuela es un país caribeño donde hay petróleo y
donde los mandamases se comportan como si fueran árabes? Ay, yo no sé, brother.
Numerao, numerao, viva la numeración. Tú
sabrás. A mí me importa un quintal de yemas de huevo la cuestión. Además,
¿Venezuela es un país o una entelequia? Y abundando en la abundancia,
¿Venezuela es ese país en el que al presidente le hablan los pajaritos? Ay, yo
que voy a saber, mi amol. Sobre este tema, Venezuela, sólo sé que no se nada.
No, no entendáis que me hago el listo haciéndome un Sócrates, no. Es que no
entiendo nada. No entiendo lo que pasa allí y tampoco entiendo la preocupación
que tienen algunos de aquí con lo que sucede allí. ¿El contagio es por ósmosis
o algo así? ¿O, tal vez, la cosa, como es contagiosa, se propaga primero entre
los más gilipollas hasta alcanzar su pico plasmático y amenazar epidemia? Sin
distingos. Porque, si algo tienen en común tanto tirios como troyanos es su
preocupación por Venezuela. Y digo yo, y que conste que lo digo sin ánimo
alguno de molestar, ¿si tanto les preocupa Venezuela, la libertad de Venezuela
y lo que haya o deje de haber en los estantes de los supermercados de
Venezuela, por qué no les envían un óbolo a los habitantes de Venezuela, o sea,
a los de allí, a los venezolanos y se dejan de dar la lata a todos los que no
somos venezolanos? Porque, no me toméis por insensible, pero bastante tengo yo
con lo que tengo, como para preocuparme encima de todo el pueblo venezolano.
Porque, así en conjunto, no me va nada bien: demasiada gente de la que
preocuparse. Además, puestos a preocuparse, también tendrían que preocuparse
por lo que pasa aquí. Digo yo. Porque aquí la cota de puteo ya hace tiempo que
alcanzó el pico plasmático y ahí sigue, dando la murga. Pero, nada: como la
gente está contenta con lo que pasa aquí, protesta por lo que dicen que pasa
allí. Porque, ¿os puedo hacer una pregunta? Bien, vale, otra. ¿Vosotros estáis
contentos con la España de mierda que le estamos dejando a nuestros hijos, a vosotros
os parece bien que nuestros hijos estén viviendo ya peor que nosotros, os
parece bien que el político que gobierne, el de turno, te tome el pelo, que
prácticamente te sodomice, mientras él goza de todo cuanto privilegio se le
pueda pasar por la cabeza, de verdad que pasando las cosas que pasan aquí te
preocupa lo de Venezuela? Desconocido/a, ¿tú crees que eres normal? No sé, para
mí que el asunto Venezuela se os está yendo de las manos, pero… vosotros
sabréis. Sarna con gusto dicen que no pica.
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