Como todo el mundo sabe
lo que decía Confucio sobre echar un polvo no seré yo quien repita sus
palabras.
En vez de eso citaré a
Nostradamus quien a propósito del tema decía;
“Me he
quedado como si hubiera comido un pollo”.
Después, abrochándose
la bragueta, escribió cuatrocientas profecías más.
Sin embargo quinientos
años después, justo cuando Ada Colau cogió el bastón de mando del ayuntamiento
de Barcelona, empezaron a suceder sucedidos paranormales en una riera muy de
moda últimamente.
“Una
pareja, o sea dos, fue vista echando un polvo en el metro de Barcelona”.
Como internet todo lo
remedia, yo, que no estaba de cuerpo presente en el sucedido, fui, cliqué y vi.
Efectivamente, dos, o
sea, una pareja, llegaron allí y se pusieron a darle al fornicio vil.
La cosa está grabada, y
está siendo utilizada, según los Confucios y Nostradamus de la actual villa y
corte, por Ada Colau para hacer promoción de su ciudad.
Ya no se habla de Tossa
de Mar y de su playa donde, al parecer, se practicaba el amor libre con
nocturnidad, muchísima alevosía y rebozado de arena.
Ni siquiera se comenta
la supuesta felación que dicen que el Pedro Sánchez ése, del que todo el mundo
va diciendo que es idiota, por decir algo, practicó en el cuerpo serrano del
ciudadano Rivera.
No, ahora lo que se
lleva son los polvos de riesgo.
O sea, sea, igual que
nuestros gobernantes: te joden y ni te
besan en el metro.
¿Para qué?
El
asunto es ser feliz y no llevar un golpe.
Para todo lo demás
también podéis consultar las profecías de un tal Otegui o de un cual Marhuenda de quienes
también vienen diciendo que practican el desviacionismo nacionalista. O si sois
más prácticos, galaicos si tuvisteis suerte, rijosos y de los que todo se las suda un pollo,
también podéis acordaros de a quien votáis la próxima vez, porque… la jodienda nunca tuvo enmienda.
Aunque si sois más
devotos del aquí te pillo, aquí te mato,
os recomendaría volver a escuchar a los clásicos, y más concretamente
aquella canción que entonaban los payasos de la tele que fue Susanita tiene un ratón.
Esa sí que fue una premonición
y lo demás profecías.
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