Imagino que en el particular
Juego de Tronos que el Psoe se trae entre manos, se alzará con el Trono de
Hierro Susana Díaz.
Al fin y al cabo, ella
pertenece a la familia de los Targaryen y siendo como es incombustible al fuego
y estando rodeada de los mejores dragones del reino, Felipe, Zapatero, Guerra,
Bono y algún que otro cuadrúpedo infiltrado, que de todo hay en el bando de los
Targaryen, y en teniendo además el arma definitiva que es el fuego valyrio de
los argumentos espurios, es de suponer que en el Trono de Hierro sentará sus
reales, la más pedorra entre todos los pedorros, que a liderar el partido se
presentan.
Y es que después de
derrocar a un Lannister, traicionado y acuchillado por los suyos, Luena,
Hernando y Pachi, que murió chillando el lema de su casa con la voz que ponen
los gorrinos al ser capados, y gritando a voz en cuello el lema de su casa “los
Lannister siempre pagamos nuestras deudas”, Pedro Sánchez se convirtió en sor
Citroen y amenazó con recorrer España echando el mal de ojo que dejan los
cenizos al pasar. Lo malo es que no tenía parné para echarle gasofa a la
carroza y algunas provincias se libraron de la epidemia.
Sin embargo, el hombre
del norte, Pachi, el representante de la casa Stark, y antes conocido por Jon
Nieve, luchador vasco, pelotari y jugador polivalente, que lo mismo vale para
un roto que para un descosido, traidor de Lannister y maniobra de diversión
puesta por los dragones con cerebro que sirven a la más Targaryen de las
Susanas, aunque realmente a quien sirvan los muy bichitos sea a sus intereses,
a sus felonías y a sus mierdas escondidas bajo las alfombras.
En esta película, de
argumento ñoño y previsible, disputan estos tres furúnculos la primacía al
Trono de Hierro del Psoe. Que, ocupado como está, en estos momentos, momentáneos,
discutiendo cuánto tiempo hay que dejar a remojo las fabes, necesita de un
líder creíble y no de Susana, amén y alharacas para mi potorro.
Sin embargo dicen los
que saben, y los interesados en decir, que Susana se crece con el remojo,
mientras que a Pachi y a Pedro Sánchez, les mengua la pilila.
Y tan crecida está la
ínclita Susana, que en pleno desbarre argumenta con haber ganado unas elecciones
en una tierra en la que siempre ganan los de su casa. Tal obviedad, y tamaña
simpleza, le incita a sacar uña y a presumir a troche y moche. Mientras, sus
palmeros le ríen las ocurrencias y celebran sus gracietas: ¡Ozú, qué arte tiene
la condená!
Lo que nadie dice, a
saber por qué, es que Andalucía sigue ocupando en este Juego de Tronos, el
mismo puesto que tenía al principio de la Timocracia ésta en la que
sobrevivimos (de los últimos), y que inaugurar cosas, leer discursos, estrechar
manos y besar niños es lo que hacen todos, y que mangar o hacerse la distraída
también. Y si no que se lo pregunten a Esperanza Aguirre, una de Madrid, y otra
que no entera de nada, pero que después lo sabe todo.
O sea que, ¿no querías
caldo? Pues, toma Susana.
Lo malo es que también
están eligiendo la banda sonora del próximo Psoe, y parece que se inclinan por
la misa de réquiem de Mozart.
Ellos sabrán, entre
ilustrados anda el juego.
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