En honor a la verdad
tengo que decirlo: yo me reí mucho. Pero, mucho, mucho. Me reí tanto que
incluso decir que me reí muchísimo no sería exagerado, sólo aumentativo. O sea.
Me reí. ¡Qué le voy a hacer! Mejor dicho, ¿qué queríais que hiciera? ¿No
reírme? No, no estaría bien. Creo, porque si una cosa te hace gracia te ríes,
¿no? Lo malo, he de reconocerlo, es que no me reí de una cosa, me reí de una
persona. Y, no, no es lo mismo. Por eso, ahora que lo pienso, no sé, ¿habré
hecho bien en reírme tanto? Al fin y al cabo me reí de ella. De una que parece
persona y es gente. Y no sé, tengo que preguntar, que pensará de esto el cura
que me confiesa. Porque, yo me confieso. No os riais. No seáis como yo: un tío
que se ríe de las personas. Eso no está bien. Aunque, matizo. Yo no me río de
la gente, me río de alguna gente. Es distinto, y distinto, os lo recuerdo,
quiere decir que es diferente. Dices distinto y estás diciendo diferente. La
cosa, si reparas, también tiene su gracia. Sí, lo de los sinónimos y antónimos
es algo muy gracioso. Todo el mundo se ríe con ellos. Venden mucho. Hoy, sin ir
más lejos, y en tu ciudad, gran actuación Sinónimo&Antónimo. Humor del
bueno. Te ríes sin darte cuenta. Mejor que leer La Razón, más efectivo que O.K
diario el diario ese que dicen leer los inconformistas. Pero, ¿quiénes son los
inconformistas? No se sabe bien. No deben de ser gente seria. Porque si eres
serio estás conforme. ¿O no? Yo, por ejemplo, y perdonar que me ponga como
ejemplo cuando no debería, pero como decía, yo, por ejemplo: soy un inconformista.
Pero inconformista desclasado, no leo O.K diario. La cosa me tiene bastante
mosqueado, porque no sé qué tipo de individuo soy. A ver si lo explico. O sea,
soy inconformista, pero no soy de los que leen el periódico de los
inconformistas. Raro, ¿no? Bueno, no sé. ¿Me entiendes? Yo es que la prefiero a
ella. Con ella me entero de todo. Ella profundiza y analiza la realidad vigente
y resume: por mi hija mato. Cáspita, la opción suicidio sería más higiénica,
pero… No sé. Lo que sí sé, y lo que sí digo, y además reitero, es que yo,
efectivamente, yo, ayer, me reí. Lo dije al principio y no creísteis. Os pasa
lo mismo que a los anti-taurinos y a los ateos. No os ducháis, y si no te
duchas, no te ríes. Porque yo, en la ducha, me río, me río mucho. Me río de
cojones. Aunque sea martes, yo miro para abajo y me río. Pero, vuelvo a lo que
vuelvo. Ayer no me reí de eso, me reí de otra cosa. Uff, qué rollo, esto parece
la historia de nunca acabar. Y vuelta a empezar, que sí, que me reí. Qué le voy
a hacer, Ayer la vi llorar y me reí. Me reí de una persona. No sé, yo creo que
soy mala persona. Esto de reírme de alguien que se declara persona no parece de
buena gente. Quizá, pero además de reírme y como soy malo pensé: anda y que la
ondulen con la permanén y si no está contenta que le den con crén. Chachi, esto
de reírse es lo que tiene: que te ríes. La madre que la parió, con lo que ella
se ha reído de todos. De vosotros, porque de mí, no. De mí no se ríe ni Dios.
Me río yo que no soy nadie, y menos que nadie, Dios. No sé, ¿me entiendes?
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