LA QUIEBRA DEL BANCO DE SANTANDER.

¿Qué sucederá el día que quiebre el Banco de Santander? Porque, no tengáis duda alguna, el Banco de Santander quebrará.
Quizá algún día, tal vez los próximos años o puede que ser que en… diez, quince o veinte años, pero que el Banco de Santander quiebre algún día es inevitable.
Acordaros: todo lo que sube baja, y todo lo que existe muere.
Sí, reíros, hacéis bien. Pero si hacéis memoria recordaréis lo que pasó con Bankia, antes Caja Madrid, y lo que pasó con muchas de las instituciones bancarias que parecían solventes. Y es que, tanta “solvencia” no debe ser buena para la salud bancaria. Por lo que se ve.
Así que por mucho que digan que no, la quiebra del Banco del Santander se ve venir. Además, cualquier día de estos cuando salga un economista célebre en la televisión a explicar lo de la quiebra del Banco de Santander, dirá lo mismo que dice siempre: ya lo decía yo. Y si después de decir esto añade un o sea queda al borde de ser premiado.
Demasiada exposición solar, y encima sin protección, mata. Lo sabe todo el mundo menos los banqueros que dueños de bancos son. Ellos no saben nada, ¿para qué?, para eso tienen ejecutivos. Y estos, los Rones de la vida, los Ratos o los Méndez de los cojones, aparte de robar para sí y para sus señoritos, son expertos en triquiñuelas que les permitan cobrar bonus y todos los planes de pensiones que a ellos se les pase por el magín.
Estamos ante los cracks de la quiebra. Gente sin escrúpulos, que roba a mansalva y que encima la prensa nos vende como prohombres.
Además, y para mayor escarnio, la bienintencionada derecha que nos gobierna y la legión de gilipollas que los vota, nos dicen que estos buitres, de la familia comemierda, son beneficiosos para la sociedad.
¿Cómo?
Sí. Y los más listos entre los argumentadores del despropósito añaden: mirar el caso del Banco Pastor:
Se muere Pedro Barrié de carcamal, hereda su parienta la beata, y al fenecer ésta lega sus haberes, Banco Pastor incluido, a sus sobrinos.
Hasta aquí, lo normal.
Estos, conocidos por los “gilitos” en el “ambiente” porque uno rivaliza con Abundio y otro con Perico de los Palotes, en vez de irse de putas, al Caribe, a pescar o a rascarse el comezón, se dedican a la gestión. Y, oh my Good!, que dicen los intérpretes, pasan de heredar un banco más grande que el Santander a terminar de mamporreros de un tal Ron.
Les pagan 450 millones en acciones. Y como ahora el precio de la acción es igual a cero. Se puede decir, sin caer en la más mínima exageración, que este par de dos, los “gilitos” han pasado de 100 a 0 en treinta años.
Traducido y en traduciendo: ¡Menudo par de fenómenos!
Eso sí, Galicia se queda sin un banco señero por culpa de que un par de gilipollas se negaron en su momento a irse de vacaciones perpetuas y prefirieron trabajar.   
¡Cagonsoria!
Ante lo cual la pregunta es de obligado cumplimiento, ¿Y para qué carallo se habrán esforzado tanto este par de lechuguinos si hace treinta años ya se decía, los que los conocían, que era unos julais?
En fin…
Lo malo de los banqueros es que como no son multiculturales, ni viven en la realidad, no conocen aquella canción que dice
Manolete, si no sabes torear pa que te metes.



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