NO DIGA RIVERA, DIGA PICHOTE.

Picchiotto (muchacho) era el apodo de uno de los gánsteres enemigos de Al Capone. En la ocasión propicia a Picchiotto le dieron un soplo falso y pasó a ser conocido por Pichote. Y de ahí, a mejor vida.
Bien podríamos estar hablando de Albert, antes Rivera y ahora Pichote. El problema es que no es verdad por mucho que haya coincidencias.
Porque Albert también tiene cara de Picchiotto,( recordemos que significa muchacho), pero por mucho que nos empeñemos en definirle como Pichote, no lo es en absoluto.
Al contrario Albert Pichote es más bien de natural listo. Listo como un ajo, y perejil de todas las salsas. Porque si a un potaje cualquiera le añades cuarto y mitad de Pichote, y un par de dedos de frente de Girauta, ya estás a medio camino de tener un partido. Y si tienes un partido tienes Arrimadas por arrobas, y a Villegas y a Páramos de voceros. El solar se completa con algún que otro barbecho marca Villacís. Y así, entre condimentos variados y tránsfugas de otros peroles, tienes un partido: Ciudadanos (C´s).
Otro partido más dispuesto a iluminar el mundo con la clarividencia que da la estupidez. Compuesto por ese haz heterogéneo de personas entrenadas para decir sí, amén, a quien más convenga.
Es el viejo axioma del liberalismo que a nada conduce y que nada cambia ni transforma: hay que estar en la pomada y decidir.
De eso se trata, de decidir. Y para conseguir el objetivo, decidir, vale cualquier cosa. Que ahora toca comerle “la troncha” a Rajoy, pues eso: me lo trago todo, todito, todo. Que hay que hablar con Sánchez, pues se habla. No vaya a ser… Y si toca perorar con Iglesias, pues se perora, se discute hasta la náusea, hasta el vómito y hasta echar toda la bilis acumulada.
Estos fenómenos, a los que llamarles Pichote es faltarles al respeto, huelen a naftalina de lejos.
Sale Rufián a un estrado, otro vaina de otro matojo, y le dice a ambos dos, a Pp y a C´s, a Pichotes 1 y a Pichotes 2:
¿Ustedes, el último y el penúltimo partido en representación en el parlamento catalán, nos van a decir lo que tenemos que hacer a los partidos mayoritarios?
Y a ambos se les queda cara de Pichotes.
Porque, otra vez el Rufián, el Pailán, el babyface de pueblo, los retrata y pone al descubierto sus contradicciones.
No nos engañemos, las grandes marcas de electrodomésticos comercializan lavadoras de su primera marca también con marcas desconocidas.
La única diferencia básicamente suele ser el precio y el segmento de mercado.
Pues aquí pasa lo mismo. C´s es lo que es, la segunda marca del Pp y el plan alternativo del capital. Y mientras que el Pp recolecta voto rancio, Ciudadanos controla el rancio modernito.
Y si no me creéis, que falta alguna hace, mirar lo que son las casualidades. En España gobierna el Pp con el apoyo de C´s. Rancio más rancio igual a país de rancios.
Así que, queridos amigos, amigas y tránsfugas de ambos sexos, os comunico que según el último recuento, efectuado con ocasión de las últimas elecciones generales, en España hay contabilizados diez millones y medio de Pichotes.
Claro que si contáramos a los que no tienen derecho al voto, aunque sí bagaje suficiente para integrar la lista, y a algún otro más que se disfraza de Mortadelo, España sería una superpotencia mundial en Pichotes.


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