PRESIDENTE DEL GOBIERNO A TÍTULO DE REY.

Aseguraba don Manuel Fraga Iribarne que a él le entraba el Estado en la cabeza. Por el contrario, a mí, no me entra Guipúzcoa ni aun siendo la provincia más pequeña de España. Así que, va a ser cierto aquello de que todavía hay clases.  Deo gracias.
Sin embargo, y pese a mí estrechez mental he sido yo el que ha encontrado la solución al eterno problema del estado español.
La solución me vino a la cabeza estando donde todo se decide. En ese sitio, en el que unos ojean revistas y donde otros se esfuerzan concentrándose en poner cara de chino, tuve la revelación. Justo después de recibir el fax.
De repente me asaltó una idea:
¿Y si en España tuviéramos un Presidente del Gobierno a título de Rey?
Sería innovador y único en el panorama mundial. Y antes de que pongáis el grito en el cielo por la ocurrencia y la desechéis sin más, tener en cuenta lo siguiente:   
El Presidente del Gobierno, que no es Rey, vive como un Rey. Tiene un buen sueldo (se lo pone él), 600 asesores para consultar las dudas que le surjan, un ejército de secretarios, manzanillos y mamporreros que le ayudan a hacer su trabajo con cierta solvencia,  viaja en avión privado, tiene helicóptero de empresa, duerme y come en los mejores sitios, dispone de servicio de seguridad las 24 horas, vive en un palacio, tiene fincas del  estado a su disposición, barcos y todo lo que haga falta. Y después, cuando está amortizado y pasa a la reserva, vive a cuerpo de Rey el resto de sus días.
¿Es verdad o no? Por lo tanto, ¿el Presidente del Gobierno vive o no vive como un Rey?
Pues si estáis de acuerdo en que lo anterior es así, también estaréis de acuerdo con que si el Presidente del Gobierno lo fuera a título de Rey, Rey temporal y mientras dure su mandato, el problema de España quedaría resuelto. Así de una tacada. España podría seguir siendo una Monarquía parlamentaria. Se acabaría la vieja discusión entre Monarquía o República. España sería monárquico-ejecutiva, y los españoles dejaríamos de sentir vergüenza ajena por tener un Rey hereditario porque a un Dictador se le puso en el mondongo tal ocurrencia.
Sólo habría que solucionar un pequeño problema: ¿qué hacemos con la Casa Real? Aunque dada la buena disposición de los afectados, y teniendo en cuenta que ellos siempre manifiestan su disposición al sacrificio por el bien de España, que problema vamos a encontrar. Pues ninguno.
Además, no sé vosotros pero yo sería partidario de darle a elegir y decirle a don Preparado: ¿qué prefieres, Felipe, truco o trato?
Si elige truco, lo disolvemos. Y si elige trato, que será lo más probable, optamos por la salida más democrática a la cuestión planteada: que decida e pueblo. Pero no en referéndum, en elecciones. Que forme un partido (Partido Real estaría bien) o que se matricule en uno de los que ya hay. (Mira que si se afilia a Podemos). Y a partir de ese momento el que resulte ganador o ganadora en las elecciones gobernará a título de Rey Presidente/a Rey/Reina por un periodo de cuatro años con un máximo de dos mandatos.
Asunto solucionado. Nos ahorramos una institución que no sirve para nada como es la Monarquía, y España se situaría en vanguardia de la política mundial.






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