Vi y escuché, por casualidad, en el Youtube a los Gabinete Galigari cantando “Al calor del amor en un bar”.
De esa canción sólo me gusta la letra. Lo que hacen en
directo con el tema roza lo horrendo. Urrutia tocando una guitarra no sale de
tres acordes, el campeón. Soso a más no
poder, y con ritmillo para romper las cinturas de un geriátrico. Todo mal,
salvo la letra. Esa canción si la hubiera versionado Sex Pistols, a la manera Sex,
podría haber sido un éxito en todo Moratalaz.
Creo que fue en el año 78 (siglo pasado) cuando fui a un
concierto de Siniestro Total. Cantaba Germán
Copini. Un crack. Allí la mega star era él. Sucedió en La Coru.
Copini salió al escenario vestido de paramilitar, y con un pollo
colgando del cinturón. Empezó provocando, como debe de ser. Después de cagarse
en todos los turcos (coruñentos), arrojó la pava del cigarro que estaba fumando
al público. Los asistentes, éramos un par de hordas, replicó de la misma
manera, y aquello no se convirtió en una hoguera de San Juan de pura
casualidad. Un propio no le tiró la pava. Me encontraba muy cerca del escenario.
Viviendo al límite. Cuando se hizo el silencio le chillé a Copini: ¿la ves?, mostrándole la pava, “por los cojones te la tiro, portugués de mierda”. Germán sonrió y
me hizo una peineta. “tira esa, cabrón”.
Estaba con una novia, a saber cual, me estaba fumando un cijarro de esos de la risa y estaba feliz, contento. Por fin,
alguien de puta madre.
Me dijeron que Copini
preguntó al terminar el chou si
andaba por allí. Ya no estaba, tío. Estaba con mi pava pelando la idem. Lástima
de garimbas. No se puede estar a todo.
Los de Vigo son llamados portugueses desde tiempos
inmemoriales por los de La Coru. Creo que la cosa empezó con Viriato. Ellos nos
llaman a nosotros turcos porque el autobús que trasladaba a la hinchada del
Depor a Vigo se llamaba Tour Coruña (Turco).
Uno de mis mejores amigos, el finado Toni, del que además
tuve el honor de ser compañero de trabajo, era de Vigo, y no nos llevamos bien
sino lo siguiente, que dicen ahora los chavales. Y es que a mí esto de las rivalidades
tribales me parece de catetos, y como yo soy más bien de hipotenusa… pues eso: “cuanta puta y yo que viejo”.
También podéis poner
aquello de “me pica un huevo”, y si
no empezáis el día con una sonrisa ya sabéis recurrir a Marhuenda que es muy chistoso.
“Malos tiempos para la
lírica”.
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