FRANQUISMO SIN FRANCO.

Xoxé Manuel Beiras cogió su maleta, se subió a un avión y descendió en Barcelona. Fue a un mitin organizado por Barcelona en Comú, y allí exhortó a todos los fieles que acudieron a la cita a luchar el 20-D contra el franquismo sin Franco.
Y dice bien: franquismo sin Franco.
Al fin vemos que aquello que dijo el mismísimo Generalísimo queda todo atado y bien atado, resultó profético.
Por la derecha todo está atado y bien atado. El PP es un partido consolidado con nuestros ahorros. Para bien o para mal, y ahora cuentan con los cachorros de Ciudadanos dispuestos a unirse a quien haga falta, pueden pactar con el PP con el PSOE o con Coletas. Los partido “viagras” nacen con voluntad de levantar el ánimo. Se sabe.
Sin embargo, por la izquierda la cosa está más complicada. Mucho más. De un lado está la izquierda descafeinada que representa el PSOE, y más de lo mismo, y como estamos en otoño, por tanto en tiempo de setas, crecen champiñones por doquier. Mareas, Podemos, Barcelona en Comú, BNG, Anova-Irmandade Nacionalista, etc, etc.
La variedad de cogumelos (setas) este año viene muy variada.
Todos tienen en común lo mismo, y están de acuerdo, al menos, en una cosa: están de acuerdo en que no están de acuerdo.
Las hienas del PP apuran los trozos de carne putrefacta de los españoles, y miran como el cielo se puebla de buitres naranjas deseosos de unirse al festín. Pedro Sánchez, que es un chico muy mono, dice lo mismo que Rubalcaba, lo mismito que González e incluso lo mismo, mismísimo, que Rajoy. Pero, eso sí, no tiene gafas, tampoco gasta barba, y es mucho, muchísimo más guapo. ¡Donde va a parar! Es una alternativa. Aspira a oreja y vuelta al ruedo.
Estos socialistas, que de socialistas sólo tienen el nombre (porque se lo ponen ellos), llevan décadas mangoneando Andalucía y llevándoselo crudo, y todavía nos siguen dando lecciones. Son como los del PP. Se comportan igual, defienden las mismas cosas y hacen las mismas genuflexiones ante la virgen Merkel. Son tan parecidos que, ¿serán siameses? Incluso tienen los mismos problemas de transparencias. Entre ellos, pese a ser tan iguales, hay una diferencia: mientras en el PP tienen feligreses en el PSOE sus adictos son más infieles.
Y ahora entran en juego los desunidos, los que están de acuerdo en que no están de acuerdo. Sopa de siglas, mareas vivas de votos indecisos que no saben en qué puerto recalar, y mientras tanto la casa sin barrer, llena de basura.
No necesitamos más políticos. Necesitamos a don Limpio.





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