Inés Arrimadas.


Ayer por la noche, como estaba ocioso, puse un ratito la tele antes de irme a dormir. Encontré que en La Sexta, un presentador de peinado imposible, anunciaba una entrevista con Inés Arrimadas, y como nunca había tenido ni el gusto ni el disgusto de oírla hablar, me quedé el tiempo que duró esa entrevista.
Para tan difícil menester el presentador se ayudó de Eduardo Inda, un ejemplo de pluralidad y de otra chica más de quien (y que me disculpe) no retuve su nombre.
Eduardo Inda, bien. En su papel. Como siempre. El Presentador también bien, la chica (la para mí desconocida), la mejor e Inés Arrimadas haciendo de monja Inés del alma mía.
Me llamó la atención su discurso. Habla rápido, se contradice más y se acaba liando hasta la saciedad. Eso sí, todo con una sonrisa.
El discurso obvio y atropellado. Su presencia impecable, aunque algo monjil para mí gusto y su juventud exuberante.
También me di cuenta de otra cosa que entra en la categoría de anécdota. Eduardo Inda es capaz de hacer dos cosas al mismo tiempo. Estaba en la entrevista y al tiempo guasapeaba como se supone que lo hacen las personas demasiado ocupadas o al menos los que dirigen periódicos y trabajan de oráculos al tiempo, con furor.
Pero, ¿qué dijo Inés Arrimadas? Pues, sinceramente, no lo sé muy bien. Eso sí, creí entender, a lo mejor entendí mal, que ella y por tanto su partido C`s, están en contra de todo lo que sucede en Cataluña (como casi todos), y que para paliar el problema creado en su partido apuestan por implementar el artículo 155 de forma decidida y convocar elecciones en esa comunidad. Según ella, está convencida, de esa forma se resolverían los problemas porque, de esas elecciones, saldría un gobierno mayoritario compuesto por todos los partidos llamados constitucionalistas. También se despachó, y se debió quedar muy a gusto, con el presunto aleccionamiento que las autoridades políticas hacen de los niños en las escuelas catalanas. Después, y para terminar, añadió que C´s siempre estuvo a favor de la reforma de la Constitución. Aunque, eso sí, matizó de forma muy clara e incluso más contundente que Rajoy, que ellos no están por la labor de consentir ningún referéndum en ninguna Comunidad porque permitir tal cosa supondría romper la unidad de España.
La verdad, Inés Arrimadas, una chica mona, me decepcionó. También me llamó la atención, y mucho, que gente joven y a la que se supone bien formada, sea capaz de perpetrar con desparpajo de metralleta en el hablar, un discurso tan antiguo y tan trillado como a estas alturas es el liberal.
Escuchándola habar me di cuenta de que uno de los problemas que tenemos en España es que todo el mundo se cree en posesión de la verdad, y de que los políticos en vez de ver las cosas con perspectiva y de enfocar los problemas con altura de miras, están ocupados en arrimar el ascua a su sardina.
Ante lo cual me pregunto, ¿un partido nuevo, en pleno siglo XXI, liberal y que aboga por no ver que la mitad de la gente de Cataluña está en contra del actual modelo de Estado, sirve para algo?
No sé, pero tengo la impresión de que no.
Claro que, al final y en un descuido, creí captar de lo que estaba hablando Inés Arrimadas y porque, por tanto, se expresaba así.
Llegado el turno de la anécdota y ya cerrando la entrevista dijo: “Puigdemont siempre dice que él de pequeño ya quería ser independentista, y ya puestos a hacer confesiones, yo digo que quería ser arqueóloga, pero…”
Conclusión:
Inés Arrimadas está en Ciudadanos porque le gusta la arqueología política.  
Sin embargo, lo de Eduardo Inda y su móvil me resultó absolutamente imposible de entender. Claro que el presentador del peinado imposible no lo debió ni ver ocupado como estaba mirando arrobado para Inés Arrimadas…, es tan mona.

Nota. Y otra cosa que cosita es, ¿y quién le dijo a toda esta peña que si se convocan elecciones en Cataluña no las ganan, otra vez,  los partidos independentistas?

Lo pregunto, porque ayer, Inés Arrimadas, dio por seguro lo contrario. 

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