Es increíble la
cerrazón de algunos.
He expresado por activa
y por pasiva que no estaba de acuerdo con la formulación del referéndum que se
celebró ayer en Cataluña.
Sin embargo, eso no
quiere decir que no sea pro referéndum.
Creo que el camino es
otro, y considero que con el actual porcentaje de ciudadanos que hoy en día
desean expresar su opinión, y por tanto, elegir un modelo de sociedad en el que
vivir, hay más que suficientes.
Hablamos de
prácticamente la mitad de la población que, para mayor abundancia, está
representada por mayoría absoluta en el Parlament.
(Incoherencias de la
Ley de D`Hont actualmente en vigor y que tanto daño hace).
También conviene resaltar
la inacción que Rajoy, y por extensión el Gobierno de España, ha tenido en esta
cuestión. Tan es así, que la fría estadística señala que, en apenas cinco años,
los independentistas han pasado de ser minoría a mayoría. Ante lo cual tampoco
estaría de más que los Unionistas se preguntaran qué ha hecho su líder, Mariano
Rajoy, en este tiempo. Me refiero a que ha hecho aparte de exhibirse paseando
de esa forma tan rídicula como lo hace (pobriño, que decimos algunos en Galicia,
da peniña).
¿Quizá mantener en su
puesto, durante años, al ministro más denostado de todos los tiempos, Wert, el
mismo que decía que había que “españolizar” a los niños catalanes y perpetrar
vídeos patrióticos del tenor del “Hispanofobia”?
Sí señor, a eso se le
llama esperar a que escampe. Con un par.
Sin embargo, los
seguidores de Rajoy están contentos con este gestor que presume de eficiencia.
Y ya saben, dime de lo
que presumes y te diré de lo que careces.
Así que, por favor, que
alguien nos rescate de este hombre de una vez. Les aseguro que en la empresa
privada, y en un cargo intermedio, presentando esos resultados tan funestos, no
duraría ni siquiera un par de temporadas.
Así que, ya está bien
de ver como héroe y paladín aquello que sólo es idiotez e inmovilismo.
Y encima alardean de
sensatos.
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