Ayer el Psoe hizo saber
por boca de su reelegido Secretario General, Pedro Sánchez, su disposición a
sentarse y hablar con quien haga falta para reformar, y se supone que
actualizar, la Ley de leyes.
C`s, al parecer,
también se ha sumado al contubernio e incluso, rizando el rizo, dicen a todo
aquel que los quiera oír, que ellos ya lo había propuesto antes.
Después, y para
demostrar que ya todos ellos tienen un plan, compareció el todavía Presidente
del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Parlamento español y aclaró que “ninguna Constitución del mundo reconoce el
derecho de Autodeterminación de ningún pueblo”.
Y fin de la cita.
Por tanto, como a
cualquier buen entendedor le sobran las palabras, a mí las palabras de Rajoy me
sobran.
Me sobran en la misma
medida que me sobran las buenas intenciones de Pedro Sánchez y las calaveradas
de Albert Rivera.
Empiezan a vendernos
humo, a cogérsela todos con papel de fumar y el objetivo sigue siendo el que
siempre fue: que todo cambie para que
todo siga igual.
Pero, ¿de verdad
alguien se cree, a estas alturas, que este trío calavera va a hacer algo
realmente atrevido y capaz de solucionar el problema planteado entre España y
alguna de sus autonomías? ¿De verdad os lo creéis?
Yo, sinceramente, lo
dudo mucho. Muchísimo. Es más, si tuviera que apostar, apostaría decididamente
porque la reforma de la Constitución se hará sólo en aquellos puntos que
afecten a cuestiones menores. Posiblemente, actuarán sobre la Monarquía,
actualizando alguna disposición menor de rebote y que los efectos serán de índole
cosmético, pero que no resolverán nada.
Sin embargo, ahí, en La
Constitución, está la llave para la resolución de todos los problemas.
Otra cosa es que, C`s y
Psoe aborden este problema de forma arrojada y valiente. Cosa que no harán. Y
que no harán, por una simple razón, porque C`s se ha revelado, a raíz de la
crisis catalana, como el brazo armado del Pp, siempre dispuesto a legitimar
cualquier disparate que les vaya a favor de obra, y porque el Psoe está en más
de lo mismo e instalado en la entelequia del Federalismo.
Pese a todo, no lo
duden, en La Constitución está la madre de todas las batallas, y sobre los
partidos políticos recae la responsabilidad o la irresponsabilidad, ya veremos,
de hacer de España una auténtica Democracia.
La clave de bóveda y la solución al problema territorial planteado, está ahí, en La Constitución. Si van a seguir con el cuento de hadas y con los buenos propósitos, no se conseguirá nada. El problema quedará aparcado y sin solucionar, y tendrán que volver, otra vez, las oscuras golondrinas de los balcones a colgar. Y, como siempre, los ciudadanos seremos rehenes de la Ley.
ResponderEliminar