Y no es un insulto. Es una
definición. Porque si hay alguien peligroso, anti sistema y sobrero en el PP es
él. Olvidaros de Floriano, de Loly Cospedal y de Esperanza Aguirre que ya están
a la derecha del Padre, porque él, el señorito Arenas, yerno de Peyón, el de
las carretadas de dinero en Sevilla 92, aquél señor que fue el mandamás de la
Expo hispalense, el mismo que declaró un beneficio de casi 18.000 millones de
pesetas cuando en realidad las pérdidas ascendieron a más de 37.000 millones, y
que tuvo la gran virtud de enriquecer a tirios y troyanos (léase sociatas y
peperos), es alguien peligroso para la democracia. Es un señor que puso en
cuestión unos resultados electorales por la simple razón de que no había ganado
su partido, y éste calamidad en vez de ser sancionado y reprendido fue
ascendido. Lo cual demuestra que en el PP cuanto más haces el bobo más
asciendes. A la vista está. ¿No os lo creéis? Mirar quien vive en la Moncloa.
Otro de la misma corriente. Sector vaina. El que mece el guisante a la
Merkelita, la del III Reich. El que le hace de telonero en su world tour.
2008-2015. Del Hundimiento al Gran Saqueo.
Pero escribía de él, de Javier
Arenas. Éste demagogo sigue presente en la política nacional, da lecciones por
ahí, y tiene la rara virtud, por lo que se ve, de pasar desapercibido. Esa es
la única explicación posible para que a estas alturas a este sujeto todavía no
lo haya fulminado un rayo o el dedo de Rajoy que viene siendo lo mismo. Porque
el licenciado Arenas, el rey de la grava, debe ser ingrávido, y sobrevuela, cual
gaviota, comiendo mierda todas las etapas del partido más popular de la marca
España. Da la impresión de que el PP no sabe vivir sin calamidad Arenas. Quizá
sea porque él parece ser el único que sabe como sortear la marisma de Bárcenas,
tesorero que fue de ese inmenso pozo de purines que hay en la calle Génova.
¡Puaff… qué peste!
No hay comentarios:
Publicar un comentario