LACAYO.

Gracias a mi Real Proveedor de potas, sartenes, vajillas y demás adminículos culinarios, mi primo Javier Teijeira, a quién Dios guarde muchos años, y al que debo unas lentejas, he encontrado trabajo. Llevado de su preocupación, mi primo, me envió por Guasá una oferta de trabajo publicada por Buckingham Palace en la que solicitan Lacayo.
Antes de eso había recibido un sms desesperado de Sabela II de Inglaterra que decía: Tiraboleiro, ven estoy desesperada. No duermo, este palacio tiene las paredes de papel de fumar. ¡Carlota Isabel Diana es una llorona! Felipe es como el sol, un muermo que no sale de noche, y mis perritos no me lamen como antes. I need you capuyou.
No es para menos. Son motivos suficientes, porque Sabela II ha sido otra vez bisabuela. La recién nacida, al parecer, no deja de llorar, está todo el día pidiendo la teta de Kate, igual que su papá, caga sin parar, y debido al estrés acumulado, a las largas noches sin dormir, y a que el té sigue llegando frío de la cocina a los salones de palacio, la Reina, una mujer elegante y sobria, decidió tirar de Real Presupuesto y recurrir a mí. Y, siendo como soy, especialista en la materia, Miembro de la Real Orden del Chupete, desempleado, y sonajero de oro en las olimpiadas de Saporo, vuelvo a emigrar. Regreso a Londres.
 Allí tengo futuro. Ofrecen un sueldo de veinte mil euros anuales (sisa aparte), casa propia dentro del palacio y uniforme.
Como soy modesto he solicitado varios uniformes para mi nueva labor. Almirante con chorreras para las mañanas. Capitán General, con sable, para las tardes, y tangas de leopardo para las noches. Noches, que por cierto, se antojan muy amenas, llenas de orgías de caquitas, pañales a discreción, y mocos a tutiplén.
Misión: cuidar a la nueva infanta de Inglaterra, y tercera en la línea de sucesión. Entre mis tareas, similares a las cualquier otra mucama, también figura la de dar de comer a la muy Real y Nueva Infanta de Inglaterra.
Como soy una persona entregada a la excelencia en el trabajo he decidido, a tal fin, hormonarme a discreción. De esta manera si su Real Mamá sufriera alguna eventualidad, Dios no lo quiera, podré sustituirla con garantías, y proceder a destetar a la Noble Criatura.
Sabela II daltónica, como siempre, me convidó a salir con ella de paseo e ir a elegir abriguitos de colores. Con motivo del Real Nacimiento se celebrarán en la Unión Jack los fastos acostumbrados. Para este fin de semana, sin ir más lejos, está programada una churrascada en Buckingham con actuación de la orquesta Panorama; y el lunes, para celebrar lo de Cameron, habrá una concentración de gaiteiros en el Parlamento en la que se servirán tapas de callos y pinchos de tortilla, todo ello amenizado por la Real Banda de Gaitas de Forcarei. Y, como final de fiesta, se lanzaran bombas de palenque, y se instará la tómbola de Chano en Leicester Square, al lado de los caballitos.
Podrán leer la crónica de todo lo anterior el próximo lunes en The Sun. No gastarán el dinero en balde, porque en contraportada también se publicará el afamado romance que vive la muñeca Chochona con el Perro Piloto. Más muñequitos en el horizonte.



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