Después de haber ganado
cuatro Ipad, tres cruceros y dieciséis cestas de la compra, creo hablar con
conocimiento de causa si hablo del Spam.
Tengo una cuenta de mail
dedicada exclusivamente a eso: al Spam. La última vez que la abrí tenía 17.529
correos. Seleccioné al azar veinte de ellos y el resultado ya lo conocéis.
Y es que, ¡soy un tío afortunado!
Soy tan afortunado que soy un suertudo. No necesito trabajar. Entre el Spam y
el Estado vivo tan bien que no doy abasto. Soy muy feliz.
Ante una suerte tan
desaforada lancé una pregunta en una acreditada red social:
¿El Spam y el Estado son lo mismo?
Pregunta abierta y formulada a todos los
públicos.
Contestaron 800 troyanos,
421 malwares, 35 cookies, una señora que tenía cita para una mamografía, los gilipollas
habituales, cuatro monjas de clausura, un violinista, un marroquí y la Oficina
de Información del Gobierno.
El resultado fue casi unánime: el Spam es
mejor que el Estado.
Por supuesto sólo discrepó
el Estado.
Como soy una persona cabal y
amigo de hacer favores, tengo que posicionarme.
El
Estado es mejor. ¡Mucho mejor! Donde va a parar.
Pongo ejemplos del porqué:
-
Tres millones de personas sin trabajo no
perciben ninguna prestación.
Mejor así a que se lo gasten
en vino. ¡Hay mucho vicio! El Estado además de prevenir el alcoholismo invita
al paseo.
-
Cincuenta y dos niños de la comunidad
valenciana, que es un sitio, se quedan sin beca comedor.
Hay que priorizar y no ser
cutre. Tesis avalada por Rita la cantadora, a quién Dios se lo da ella se lo
quita.
-
El Estado ha regalado a los banqueros 69.426
millones de euros.
Sin duda aquí ha habido un
poco de tacañería, pero hay que comprender al Estado, esa gente pasaba mucha
necesidad y no todo va a ser sobresueldo y mordida. Se sacrifican.
-
Tenemos los servicios básicos, luz, agua,
electricidad y adsl, más caros del mundo mundial.
Ser primero en algo exige
muchos sacrificios. Lo lógico es que colaboremos todos con agrado. El fin
justifica los medios.
-
El Presidente del Gobierno gana tres veces menos
que la Presidenta de Paradores Nacionales.
¡Como tiene que ser! La
evidencia apabulla.
Espero y deseo que después
de estas breves pinceladas caigáis de la burra, a San Pablo le pasaba, y que el
próximo 24 volváis a votar a los efesios.
Y si después de leer esto no
vais a votar y salís en coche por ahí comprobareis lo que digo cuando leáis: Carretera
del Estado. Gobierno de España.
Es para que no os perdáis
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